Dos ladrones con qu¨ªmica
Charlize Theron y Mark Wahlberg presentan 'The italian job', una historia de dinero y venganza
Era un plan impecable, ejecutado a la perfecci¨®n. Con el bot¨ªn millonario conseguido en un palacio de Venecia, toda la banda tendr¨ªa la vida ya resuelta. Uno comprar¨ªa el m¨¢s despampanante modelo de coche; otro se har¨ªa con un equipo de m¨²sica con una potencia de sonido capaz de desnudar a las mujeres; un tercero se instalar¨ªa en Sevilla con una gran biblioteca... Todos ten¨ªan sue?os, pero ninguno hab¨ªa previsto el gran problema: uno de ellos era un traidor. Desde ese momento, el dinero deja el camino libre a la venganza. The italian job, esta historia de dinero, lealtades y venganzas, se present¨® ayer en el Vel¨®dromo de Anoeta, la gran pantalla del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, ante 3.000 espectadores que pudieron admirar en directo a sus dos protagonistas principales, Charlize Theron y Mark Wahlberg. Dos encantadores ladrones con qu¨ªmica en la pantalla y fuera de ella.
"M¨¢s que un 'remake', es todo un homenaje a la pel¨ªcula antigua"
Fue Wahlberg quien le puso a Theron sobre la pista de este proyecto, remake del famoso Un trabajo en Italia, que protagoniz¨® a finales de los a?os sesenta Michael Caine. La actriz, de imponente cuerpo y belleza apabullante, reconoce que la posibilidad de trabajar con Wahlberg fue una de las razones de su presencia en la pel¨ªcula. "No la ¨²nica", asegura esta int¨¦rprete surafricana de 28 a?os, ya uno de los rostros m¨¢s famosos y codiciados de Hollywood desde que hace apenas nueve a?os se viera obligada a abandonar su carrera de bailarina por un problema en la rodilla. En The italian job encontr¨® no solo a su amigo Wahlberg, con el que ya hab¨ªa coincidido en Yards, sino un proceso creativo nuevo. "No es una simple copia", defiende la actriz, "hay un nuevo gui¨®n y una diferente puesta en escena, m¨¢s que un remake es todo un homenaje a la pel¨ªcula antigua". Eso mismo opina su compa?ero Wahlberg, en una habitaci¨®n contigua del hotel Mar¨ªa Cristina. Camiseta blanca ajustada que deja traslucir musculosos brazos y pectorales, como si de un ol¨ªmpico gimnasta se tratara, el actor, famoso por hacer papeles que ya han hecho otros -El planeta de los simios, La verdad sobre Charlie y ahora The italian job-, confes¨® no sentirse muy c¨®modo con este tipo de proyectos, a no ser que ofrezcan algo nuevo o el director sea alguien con el que tener la oportunidad de aprender. "No pienso como Mark, sino como actor", se justific¨® el int¨¦rprete norteamericano de 32 a?os y padre de una ni?a, Ella, nacida hace 17 d¨ªas.
Theron, de suaves y agradables formas, capaz de alabar con gracia la pasi¨®n de una periodista pero tambi¨¦n de reconducir con energ¨ªa los malos gestos de otro informador, asegura que lleg¨® a la interpretaci¨®n de manera ingenua, desconociendo totalmente el mundo de la fama y el glamour. "All¨¢ en Sur¨¢frica, en el pueblo en el que viv¨ªa, s¨®lo ve¨ªamos las pel¨ªculas, desconoc¨ªamos el mundo que rodeaba a los actores y actrices. As¨ª que cuando me decid¨ª a trabajar en el cine, mi ¨²nico prop¨®sito era ser una buena actriz. La fama y la celebridad no se encuentran entre ello", asegur¨® Theron, quien explica que para aguantar la presi¨®n de Hollywood nada como "la mano dura" de su madre.
La famosa rebeld¨ªa del joven Mark Wahlberg, formado en el cine independiente, se ha esfumado o, al menos, apaciguado. Todo lo contrario que la de Theron, que lidera con energ¨ªa una campa?a comprometida en contra de las violaciones a las mujeres en Sur¨¢frica y el contagio del sida -"en mi pa¨ªs, una de cada tres mujeres es violada, hay una violaci¨®n cada 26 segundos y los violadores son en su mayor¨ªa portadores de sida"-. "Sur¨¢frica es uno de los pa¨ªses m¨¢s bellos y con m¨¢s culturas mezcladas, tengo mucha esperanza en mi pa¨ªs, aunque soy consciente de que los problemas no se resuelven todo lo r¨¢pido que quisi¨¦ramos".
De momento, Wahlberg, criado en una familia de cat¨®licos irlandeses, no quiere posicionarse en el tema de la guerra de Irak, aunque s¨ª confiesa que ni ha votado ni votar¨¢ nunca a George Bush. "Soy m¨¢s relajado y tranquilo de lo que parece, cuando era joven era muy rebelde, pero ahora toda esa rebeld¨ªa la tengo en una cajita guardada y la saco en caso de emergencia". ?Y la guerra de Irak es una emergencia? "No creo que ahora sea el momento de llorar y quejarse, sino de enfocar todas nuestras energ¨ªas para que en un futuro esto no vuelva a suceder. No creo que sea bueno machacar ahora al Gobierno de mi pa¨ªs, mientras haya tropas all¨ª jug¨¢ndose la vida y creyendo de verdad que luchan por la libertad. A m¨ª lo que me preocupa de verdad son las v¨ªctimas inocentes, los ni?os... En las pr¨®ximas elecciones ya habr¨¢ la posibilidad de elegir".
Babelia
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