Rossi siempre se pasea en R¨ªo

Valentino Rossi gan¨® tambi¨¦n en R¨ªo de Janeiro, como es costumbre en un campeonato que controla con la gorra, con el t¨ªtulo a punto de caramelo, a falta de s¨®lo cinco carreras por disputar. M¨¢s que por lo que queda de temporada, la afici¨®n est¨¢ pendiente del futuro inmediato del italiano, que no necesariamente pasa por continuar en Honda sino que Yamaha y Ducati est¨¢n en el asunto. Nadie dudaba del sexto triunfo de Rossi en Brasil, y sexto tambi¨¦n de la temporada, de su victoria n¨²mero 56, ni de sus aspiraciones de conseguir el quinto campeonato mundial.

Igualmente fiable se mostr¨® Sete Gibernau, l¨ªder de la carrera en las nueve primeras vueltas, el ¨²nico piloto capaz de presionar a Rossi y, consecuentemente, el favorito para el subcampeonato mundial, un puesto para celebrar como si fuera el primero.

En la misma medida que Rossi puso mucho terreno de por medio respecto a Gibernau, el piloto catal¨¢n fue inalcanzable para el pelot¨®n, en el que sobresali¨® el japon¨¦s Makoto Tamada (Honda), quien por vez primera alcanz¨® el podio. Tamada le pudo a pilotos de la talla de los italianos Max Biaggi y Loris Capirosi mientras el catal¨¢n Carlos Checa firm¨® la novena posici¨®n.

El mon¨®logo de Rossi rebaj¨® la competitividad de la carrera, que discurri¨® sin apenas sobresaltos, respetando la jerarqu¨ªa, salvo en la aparici¨®n de Tamada. El propio Rossi felicit¨® al final a Gibernau por sus agallas despu¨¦s de una carrera que no pintaba nada bien para el catal¨¢n. Pese a unos malos entrenamientos y haberse da?ado en un codo, Gibernau exhibi¨® su habitual inconformismo, aun cuando era consciente de que su moto no le ha ayudado lo suficiente para poder aspirar al triunfo y tampoco a un t¨ªtulo propiedad de Rossi.