El ministro holand¨¦s de Exteriores, nuevo secretario de la OTAN

Por tercera vez un holand¨¦s va a estar al frente de la OTAN en los 54 a?os de historia de una organizaci¨®n a la que las convulsiones mundiales le han obligado a buscar una nueva identidad. Jaap de Hoop Scheffer, de 55 a?os, ministro de Exteriores democristiano y diplom¨¢tico de carrera de Holanda, fue elegido ayer por consenso, como es tradicional en la instituci¨®n, sucesor del laborista brit¨¢nico George Robertson, que dejar¨¢ el cargo a finales de a?o.

Jaap de Hoop Scheffer cuenta con los parabienes de Estados Unidos, el principal socio, y est¨¢ considerado como un "europe¨ªsta atlantista". M¨¢s de lo segundo que de lo primero, se?alan maliciosamente fuentes diplom¨¢ticas.La designaci¨®n de este pol¨ªglota y dialogante pol¨ªtico se resolvi¨® en apenas media hora. "Fue una reuni¨®n sencilla y breve, todos estuvimos de acuerdo", explic¨® uno de los asistentes. Lord Robertson, que a partir del 1 de enero trabajar¨¢ como asesor muy bien remunerado de una poderosa firma de comunicaciones brit¨¢nica, no particip¨®, conforme al protocolo de la instituci¨®n. Sin embargo, fueron del afable y todav¨ªa secretario general de donde llegaron las primeras palabras triunfalistas: "Estoy encantado de que se haya encontrado al hombre adecuado para garantizar que la OTAN siga siendo la Alianza m¨¢s exitosa del mundo".

El nombramiento empez¨® a fraguarse en mayo, en Madrid, en una reuni¨®n de ministros de Exteriores de la OTAN, y se termin¨® de cocinar, a finales de verano, en Washington, cuando el primer ministro holand¨¦s, Jan Peter Balkenende, y De Hoop recibieron el respaldo del presidente, George W. Bush, y del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, m¨¢s enfrascados en Irak que en la sucesi¨®n de Robertson, pero con una sola idea: no dar ninguna satisfacci¨®n a Francia. Rumsfeld hab¨ªa vetado a otro firme aspirante, al que apoyaba Par¨ªs, el comisario europeo de Interior y Justicia, el portugu¨¦s Ant¨®nio Vitorino, "por ser demasiado europe¨ªsta y haberse destacado en la creaci¨®n del Tribunal Penal Internacional", asegura un diplom¨¢tico europeo. Washington deseaba un hombre muy leal al frente de la Alianza Atl¨¢ntica, sobre todo despu¨¦s de la crisis iraqu¨ª, que estuvo a punto de romper en dos la atribulada organizaci¨®n.

Diplom¨¢ticos norteamericanos llegaron incluso a insinuar el nombre de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, pero el jefe del Gobierno espa?ol contaba con la desventaja de no saber ingl¨¦s, imprescindible para un secretario de la OTAN, y de no encontrar demasiado entusiasmo entre los otros dos socios clave, Francia y Alemania.

Bajar el list¨®n

"La realidad es que la secretar¨ªa general de la OTAN no es un cargo que anhelen actualmente muchos dirigentes europeos", comenta una fuente diplom¨¢tica al recordar que Washington comenz¨® a bajar el list¨®n de entre los fieles y lanz¨® luego los del ministro italiano de Defensa, Antonio Martino, y de su colega noruega, Kristin Krohn Devold. El primero fue visto por muchos gobiernos de la UE como demasiado pronorteamericano, y la segunda, como muy inexperta. En esa situaci¨®n de aparente bloqueo surgi¨® en julio la ¨²nica candidatura oficial, presentada por su propio pa¨ªs, la del canadiense John Manley, viceprimer ministro liberal y titular de Finanzas, al que Francia veladamente apoyaba.

En las filas democristianas holandesas se afirma que De Hoop Scheffer "no es un caniche de los norteamericanos" y se recuerda que el Gobierno de Balkenende no se sum¨® a la carta que Aznar y otros siete l¨ªderes de la UE suscribieron en apoyo de EE UU antes de la invasi¨®n de Irak. Sin embargo, Holanda ha respaldado la intervenci¨®n norteamericana y ha enviado un peque?o contingente militar. Y el gran apoyo a su elecci¨®n ha venido de los pa¨ªses de la UE m¨¢s proclives a Washington: Reino Unido, Italia y Espa?a. "Es la persona ideal para continuar con la transformaci¨®n de la OTAN en una alianza capaz y desplegable, y preparada pol¨ªticamente para afrontar las nuevas amenazas, como el terrorismo y las armas de destrucci¨®n masiva"¡¤, declar¨® el embajador norteamericano, John Burns.