Justicia y miedo
"Somos conscientes de que vamos contra personas importantes de la sociedad de Huelva". "En alg¨²n momento hemos tenido miedo". As¨ª se expresaban en este peri¨®dico (18.09.03) algunas de las j¨®venes que, en julio, decidieron presentar querella criminal contra el Ayuntamiento de Huelva, por entender que hab¨ªa filtrado los ex¨¢menes de unas oposiciones a simpatizantes del PP. ?stos, en efecto, resultaron "agraciados", conforme a una lista anunciada y sellada ante notario por otro damnificado, d¨ªas previos a la prueba. Pero al alcalde, el popular y balomp¨¦dico Pedro Rodr¨ªguez, este asunto no le preocupa lo m¨¢s m¨ªnimo: "El juez terminar¨¢ por archivar esta querella, como ha ocurrido en seis o siete casos m¨¢s". Ya imagino el dialoguillo telef¨®nico: "No te preocupes, machote. Hemos hablado con el fiscal y todo est¨¢ bajo control". Igualito que anta?o.
De fiscales y ministros contra el Gobierno andaluz hemos tenido la semana pasada un diluvio. Como para ir sintiendo verdadero miedo. Entre dudosas memorias, ditirambos al Gobierno central y estad¨ªsticas a gusto del consumidor, se nos ha venido a decir: 1, que aqu¨ª la justicia funciona peor que en ninguna parte por culpa del PSOE. 2, que como prueba de lo dicho, ah¨ª est¨¢n las incontables denuncias por delitos urban¨ªsticos, debidos a falta de vigilancia del Ejecutivo socialista. Andaluc¨ªa, ella sola, consume en este cap¨ªtulo el 60% de los expedientes incoados en toda la naci¨®n. S¨®lo en Almer¨ªa se practican 126 diligencias, mientras que en Barcelona ninguna, en Madrid 8 y en Alicante, otro litoral con fiebre constructiva, 5. Ser¨¢ sin duda que los andaluces somos la pera. Pero qu¨¦ mala suerte han tenido esta vez esos or¨¢culos del derecho. Al d¨ªa siguiente de sus ardientes loas al PP, en Vila Joiosa, precisamente Alicante, el fiscal de turno no ha tenido m¨¢s remedio que abrir diligencias penales contra un hotel que constru¨ªa sin licencia diez plantas m¨¢s de las permitidas, mientras el Ayuntamiento (PP) miraba para otro lado. S¨®lo han tenido que morir tres alba?iles en seis d¨ªas, en precarias condiciones laborales, para que la autoridad despertara de su sopor beat¨ªfico. Pero es que el mismo d¨ªa de las intempestivas acusaciones contra Chaves, la SER destapaba en Las Rozas (Madrid) otro tr¨¢fico de amistades donde reaparece el ubicuo secretario general del PP, Romero de Tejada, en una operaci¨®n de poca monta: 150 millones de pesetas ganadas en un mes por sus amigos, y profesionales de la ardua ciencia de la copister¨ªa, los se?ores S¨¢nchez L¨¢zaro, bajo promesa de recalificaci¨®n de suelo. Eso s¨ª, con los debidos ritos: cacer¨ªa en Extremadura, escopetas nacionales... Y no es un gui¨®n de Berlanga.
La realidad siempre aflora. La justicia andaluza no va ni mejor ni peor que en otros sitios, o sea, mal. S¨®lo que aqu¨ª los delitos urban¨ªsticos se denuncian y en otros sitios no. Pero al ministro Michavila le pierde su condici¨®n, al parecer, de iluminado por la causa de los Legionarios de Cristo (vaya nombrecito...); las transferencias de Justicia a Andaluc¨ªa se hicieron con trampa y deudas que ya van por 60 millones de euros (aqu¨ª Chaves cay¨® en el garlito). Pero Zapatero, menos mal, sale de su cascar¨®n y abandona un Pacto por la Justicia, que nunca debi¨® firmar. Algo es algo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.