La oposici¨®n critica al ministro y pide explicaciones

Los partidos de la oposici¨®n pidieron ayer al ministro del Interior, ?ngel Acebes, que explique si, tras el asesinato de Roc¨ªo Wanninkhof, en octubre de 1999, "podr¨ªa haberse evitado" la muerte de Sonia Carabantes, el pasado 14 de agosto, al haber recibido la polic¨ªa espa?ola, en 1998, una advertencia del Reino Unido sobre los antecedentes de Tony Alexander King, el autor confeso de ambos cr¨ªmenes.

El portavoz parlamentario del PSOE, Jes¨²s Caldera, record¨® ayer que la polic¨ªa brit¨¢nica, a trav¨¦s de Interpol, envi¨® una comunicaci¨®n a las fuerzas de seguridad espa?olas sobre la "peligrosidad" del presunto autor de los cr¨ªmenes de Mijas y Co¨ªn, y si, tras esta advertencia, "hubo una investigaci¨®n" y "si se adoptaron medidas preventivas" respecto a King.

En parecidos t¨¦rminos se expres¨® ayer el portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Felipe Alcaraz, quien tach¨® de "lamentable, espeluznante y escandaloso" que la polic¨ªa, dirigida entonces por Juan Cotino, no informase a la Guardia Civil de los antecedentes del asesino confeso de Wanninkhof y Carabantes. "Se trata", a?adi¨® Alcaraz, "de un error tremendo, de una actuaci¨®n deleznable que hay que investigar".

El portavoz parlamentario del PNV en el Congreso, I?aki Anasagasti, asegur¨® ayer que el presidente del Grupo Popular en el Parlamento vasco, Jaime Mayor Oreja, es el "gran culpable" de la cadena de presuntos delitos cometidos por Tony Alexander King. El dirigente nacionalista record¨® que Mayor Oreja ocupaba la cartera de Interior cuando la polic¨ªa brit¨¢nica inform¨® a la espa?ola, en 1998, de que King era un agresor sexual. "Por eso creo que el gran culpable de esta situaci¨®n tiene nombre y apellidos: Mayor Oreja, que no se preocup¨® absolutamente de nada, por lo que hay que pedirle responsabilidades", enfatiz¨®.

Contestaci¨®n del PP

El portavoz adjunto del Grupo Popular, Ignacio Gil L¨¢zaro, critic¨® ayer al PSOE por tratar de establecer una secuencia "repugnante" entre los cr¨ªmenes de M¨¢laga y la actuaci¨®n del Gobierno, intentando "inculpar directamente a los responsables pol¨ªticos de la seguridad p¨²blica en esos asesinatos". Gil L¨¢zaro consider¨® que "no se puede jugar con pilares fundamentales del Estado de derecho, con el dolor de las v¨ªctimas, ni con la confianza en las fuerzas de seguridad del Estado". Y record¨® que fue el propio ministro del Interior quien inform¨® a la opini¨®n p¨²blica de que en 1998 se hab¨ªan recibido, a trav¨¦s de Interpol, los antecedentes del presunto asesino de Carabantes y Wanninkhof.