Rabat adjudica a Repsol un contrato de prospecci¨®n en su costa atl¨¢ntica

Las empresas espa?olas logran grandes contratos en Marruecos pese a la tibieza de las relaciones pol¨ªticas entre los Gobiernos espa?ol y marroqu¨ª. Despu¨¦s de Fadesa, a la que fue adjudicada en agosto la construcci¨®n de un enorme complejo tur¨ªstico en Saidia, en el este del pa¨ªs, Repsol suscribi¨® ayer un importante acuerdo.

El director general de exploraci¨®n y producci¨®n de la petrolera, Bartolom¨¦ Mario Rosso, firm¨® en Rabat con Amina Benjadra, directora general de la Oficina Nacional de Investigaci¨®n y Explotaci¨®n Petrolera (ONAREP), un acuerdo que permitir¨¢ a Repsol hacer prospecciones en una zona del Atl¨¢ntico de 5.495 kil¨®metros cuadrados comprendida entre las ciudades de T¨¢nger y Larache.

El acuerdo, de ocho a?os de duraci¨®n, prev¨¦ que durante los 36 primeros meses Repsol se dedicar¨¢ a trabajos geof¨ªsicos y estudios geol¨®gicos. La empresa espa?ola, que correr¨¢ con todos los gastos, se quedar¨¢, si se descubre petr¨®leo, con el 75% de la producci¨®n, y la ONAREP, con el 25% restante.

La adjudicaci¨®n de este contrato pone, de hecho, fin al contencioso surgido a finales de 2001 cuando, en dos ocasiones, el Gobierno marroqu¨ª calific¨® de "inaceptable y hostil" la concesi¨®n a Repsol, por el Consejo de Ministros espa?ol, de un permiso de prospecci¨®n en unas aguas situadas entre Canarias y la costa sur de Marruecos. Rabat consideraba que se estaba invadiendo su plataforma continental.

"Tras ese incidente se estableci¨® un di¨¢logo franco y amistoso con la ONAREP y, en el plano t¨¦cnico, las cosas siempre resultan m¨¢s sencillas que en otros terrenos", declar¨® a la agencia Efe Miguel ?ngel Rem¨®n, vicepresidente ejecutivo de Repsol. "Se ha quitado presi¨®n al tema de Canarias y se ha abierto (...) un di¨¢logo y una cooperaci¨®n profunda entre nosotros".

Para Repsol, el contrato tiene un inter¨¦s a?adido. Sus dos zonas de penetraci¨®n son Latinoam¨¦rica y el norte de ?frica. Pero en esta ¨²ltima regi¨®n le faltaba Marruecos, d¨®nde, hasta la fecha, no hab¨ªa conseguido implantarse.