Viento en las velas

Pocas veces la inauguraci¨®n de un auditorio hab¨ªa levantado una expectaci¨®n semejante. El edificio para la m¨²sica dise?ado por Santiago Calatrava en Tenerife, al lado del mar, es, en primer lugar y visto desde fuera, una enorme escultura. Su interior catedralicio permite un juego l¨²dico en las relaciones entre arquitectura y m¨²sica. La ac¨²stica es, en una primera impresi¨®n, n¨ªtida, transparente, aunque no especialmente brillante en la franja de sonidos m¨¢s fuertes. El punto de partida es, en cualquier caso, francamente bueno. Con peque?os ajustes se optimizar¨¢, sin duda, la calidad del sonido. El barco con forma de p¨¢jaro de Calatrava alz¨® las velas con decisi¨®n anteayer. El viento estaba a favor. Y Tenerife fue una fiesta, con el pr¨ªncipe Felipe de invitado de honor.

No es ning¨²n secreto que la Sinf¨®nica de Tenerife est¨¢ en la ¨¦lite de las orquestas

El estreno de la 'Fanfarria real' de Penderecki fue un gesto a la creaci¨®n de hoy

Lo primero que hay que se?alar es la l¨®gica en la secuencia de los acontecimientos. El auditorio echa a andar cuando la Orquesta Sinf¨®nica de Tenerife est¨¢ m¨¢s que consolidada en unas cotas art¨ªsticas de altura, es decir, primero ha sido el contenido y despu¨¦s el continente. No es ning¨²n secreto que la Sinf¨®nica de Tenerife est¨¢ en la ¨¦lite de las mejores orquestas espa?olas. Merec¨ªa una sede en consonancia con una trayectoria ejemplar. V¨ªctor Pablo P¨¦rez, su director musical, ha trabajado en firme y con criterio durante muchos a?os para dotar al conjunto de una personalidad definida. Algunos hitos: un extraordinario El anillo del nibelungo, de Wagner, para el Festival de Canarias; la dedicaci¨®n a la obra del hispano-ingl¨¦s Roberto Gerhard, con las consiguientes grabaciones discogr¨¢ficas e incluso la gira por Londres y el Reino Unido; la reciente grabaci¨®n de la sinfon¨ªa Amerindia, del brasile?o Villalobos, y, en fin, pr¨¢cticamente anteayer una Sinfon¨ªa

fant¨¢stica, de Berlioz, en la Quincena Musical de San Sebasti¨¢n, de las que quitan el hipo.

La orquesta lleg¨® a la ceremonia de inauguraci¨®n del auditorio sin necesidad de golpes de efecto en la confecci¨®n de un programa atento a la solidez musical, sin recurrir al brillo por el brillo, con la consistencia de la m¨²sica de Beethoven y Bruckner como argumento definitivo. El estreno de la Fanfarria

real, de Penderecki, fue un gesto hacia la creaci¨®n actual, aunque no pas¨® de lo anecd¨®tico. No se estruj¨® en exceso el cerebro el compositor polaco; presentando para la ocasi¨®n una obra menor, ni siquiera asisti¨® al estreno.

Con el popular concierto Emperador, de Beethoven, demostr¨® su musicalidad el pianista Mikhail Pletnev. Fue una versi¨®n de notable elegancia y esmerada ejecuci¨®n, con un di¨¢logo equilibrado entre solista y orquesta.

La pieza fuerte de la noche era, en cualquier caso, el Te

Deum, de Anton Bruckner. Magn¨ªfica y valiente elecci¨®n. El Orfe¨®n Donostiarra, de San Sebasti¨¢n, se reencontr¨® con sus esencias y mostr¨® un sonido d¨²ctil y sereno, sin necesidad de recurrir a excesos din¨¢micos fuera de lugar. Los pian¨ªssimos fueron estremecedores y emotivos. El concepto musical irreprochable. Le va bien Brucker al Orfe¨®n, como ya demostr¨® en Berl¨ªn con la Filarm¨®nica de la capital alemana y Daniel Barenboim hace no demasiado en la Misa en Fa. La conjunci¨®n de la Sinf¨®nica de Tenerife y el Orfe¨®n Donostiarra fue muy estimulante: un aut¨¦ntico placer escuchar juntos a dos conjuntos de esta talla art¨ªstica. El cuarteto de solistas -la elegante soprano canaria Mar¨ªa Or¨¢n, la mezzosoprano Liliana Nikiteanu, el tenor Kurt Streit y el bar¨ªtono Josep Miquel Ram¨®n- estuvo seguro y sensible en sus cometidos vocales, contribuyendo de una manera muy eficaz a la redondez de la interpretaci¨®n.

Fue una gran noche para Santa Cruz de Tenerife, para Santiago Calatrava (a quien el pr¨ªncipe Felipe desvi¨® los aplausos dirigidos a ¨¦l) y, desde luego, para el director musical V¨ªctor Pablo P¨¦rez. El maestro est¨¢ en un momento espl¨¦ndido. Conjuga la t¨¦cnica con la pasi¨®n y sus versiones transmiten instinto, fuerza y sutileza. Felicidades, y que cunda el ejemplo.