Hasta el fin del tiempo
El lehendakari Ibarretxe se ha sacado una entrada de tiempo. Cogi¨® el otro d¨ªa, se acerc¨® a la taquilla y pidi¨® una bien esquinada. Tirarse hacia el centro le hubiera sabido a c¨®lico, por lo que exigi¨® que se la dieran lo m¨¢s extrema posible. Pero con el mayor tiempo posible. Y se puso a contemplar el mundo como Dios el s¨¦ptimo d¨ªa. A falta de disfrutar del espacio -?ay por qu¨¦ no tendr¨¢ bajo los pies la alfombra de la territorialidad!- se est¨¢ emborrachando de tiempo. Desde lo m¨¢s alto del gallinero o para¨ªso contempla una pel¨ªcula temporal que podr¨ªa titularse Los santos inocentes o Sucedi¨® ma?ana. Aunque m¨¢s parece que el Se?or de Todos los Vascos -y no de las moscas, como ha insinuado alg¨²n listillo- se halla inmerso en un parque tem¨¢tico: Terra M¨ªtica o en Port Aventura.
Claro que en su mundo no hay monta?as rusas ni drag¨®n-khanes porque su atracci¨®n es lo sostenido. ?Qui¨¦n dijo independencia? ?Qui¨¦n ha dicho que una amable asociaci¨®n con Espa?a -ese salto brusco- puede durar m¨¢s de una generaci¨®n? ?Qui¨¦n se ha cre¨ªdo que podr¨¢ parar la voluntad de unos vascos metidos en la vagoneta del querer ser pese a lo mucho que quieran meterle "palos en las ruedas"? El Parque Tem¨¢tico de Ibarretxe es por definici¨®n un parque filos¨®fico donde el terror tiene rostro amable, donde se comprende como si fuera carne metaf¨ªsicamente propia la carne ilegalizada de los Ni?os Descarriados, donde no se admite ¨¦ticamente que los culpables penen ¨ªntegra la pena por lo que hicieron, a menos que se trate del Capit¨¢n Garfio, porque a ¨¦se s¨ª le aguarda, inexorable como el destino, el cocodrilo internacional que le morder¨¢ por los siglos de los siglos todas las pirater¨ªas hechas en nombre del Estado.
En la Disneylandia de Ibarretxe el Pato Donald amenaza con rupturas y suelta que hay algunos interesados en que prosigan las muertes aunque, como si fuera un chiste o el Tubo de la Risa, no se trata de los asesinos que matan para imponer sus deseos gansteriles y perpetuar sus negocios mafiosos sino que ser¨ªan las v¨ªctimas, ay que me parto, las que lo desear¨ªan. En una esquina del parque, el Licenciado Vidriera canta como un tuno mal estudiante: ?"Si no se aprueba a la primera, se aprobar¨¢ a la tercera"! Y deja que el viento le revuelva la melena, digo, las cintas de la capa antes de perderse en la Casa de la Troya donde le aguarda para compartir mesa y tal vez mantel, Pu?o de Hierro, el verdadero primo de Zumosol que regenta el Laberinto de los Espejos donde no parece ni que se est¨¦ pagando un peaje al terrorismo.
Como Pu?o de Hierro tiene m¨¢s de una personalidad, se dedica en sus ratos libres a Enterrador del Poblado del Oeste que en este caso es del Norte y del Sur. Incluso sabe, como si fuera la Bruja del Mediod¨ªa, qui¨¦n es el que lleva las riendas de la caravana que cree llevar el lehendakari y que no es otro que M¨¢scara o Kaputxa de Hierro, y levanta actas de defunci¨®n de sujetos como el Estatuto, un se?or que pas¨® por all¨ª consensuando, lo que a?ade un toque brillante al mundo del pistolerismo, ?o no queda guay que se hable de defunciones mientras sigue abierta la veda del hombre? Da la sensaci¨®n de que nuestro buen lehendakari se equivoca cuando acusa a otros de "desbordar con creces la capacidad de asombro de la sociedad vasca". ?Qui¨¦n podr¨ªa asombrarla mejor que ¨¦l y su cortejo de trileros, espadachines, escamoteadores, escapistas, sablistas, ilusionistas, truquistas y trujamanes?
Instalado en el Balc¨®n del Tiempo, el lehendakari quiere ganar no por goleada sino por aburrimiento. No es de extra?ar, pues, que el propio Pu?o de Hierro le haya dicho que por ah¨ª no pasar¨¢ ya que sabe que el tiempo corre en su contra porque agua que se le escapa de las costuras ya no vuelve sino que mover¨¢ otros molinos. Lo que podr¨ªa significar una advertencia muy seria de cara a que ni se le ocurra pensar que va a dejarse quitar los votos regal¨¢ndole encima la ausencia de violencia. Qu¨¦ importa, el Cronopio Ibarretxe, al salir de su Luna Park, advierte que su reloj atrasa y dice como si estuviera en un cuento de Julio Cort¨¢zar: "Es tarde, pero menos tarde para m¨ª que para los famas".
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