40.000 espectadores despiden en Zaragoza la gira de los Rolling
"Hola, Zaragoza. Estoy triste porque ¨¦ste es nuestro ¨²ltimo show en Espa?a... Por ahora". Mick Jagger se met¨ªa de esta forma en el bolsillo a las 40.000 personas que el lunes por la noche asist¨ªan enfervorizadas a su concierto en Zaragoza. Un espect¨¢culo que cierra la gira espa?ola de los Rolling Stones de la Licks world tour, con la que la banda conmemora sus cuarenta a?os en la m¨²sica. Y los Stones lograron el milagro; no uno, sino tres: colocar, despu¨¦s de un d¨¦cada de sequ¨ªa, a Zaragoza en la ruta de los grandes conciertos, estrenar un nuevo escenario -la Feria de Muestras se ha revelado como un lugar impagable para los llamados conciertos de arena- y llevar a 40.000 personas en una ciudad de apenas 750.000 habitantes, contando con sus alrededores. El 20% llegaron de fuera de Arag¨®n.
Muchos de los asistentes al concierto deambulaban desde primeras horas de la ma?ana por el nuevo espacio cargado de tenderetes con objetos de la banda. La espera mereci¨® la pena.
La apuesta del nuevo equipo de gobierno PSOE-Chunta comenz¨® a fraguarse a principios de agosto y se hizo realidad -con rapidez inusitada- el 7 de septiembre. Los Rolling inclu¨ªan Zaragoza en su gira espa?ola (tras Bilbao, Madrid, Barcelona y Benidorm) y en la ciudad dar¨ªan su ¨²ltimo concierto. Con la ayuda de Ibercaja se puso en marcha el proyecto y el lunes a las 21.40 la guitarra de Keith Richards apunt¨® con fuerza Brown sugar. Jagger sali¨® al escenario con levita dorada y camiseta azul, y comenz¨® el delirio.
Los asistentes miraban at¨®nitos un espect¨¢culo que se desarrollaba en un escenario de 2.000 metros cuadrados, alzado en medio de un desierto junto a la capital. Dos horas de concierto, de espect¨¢culo, Satisfaction, It's only rock'n'roll (but I like it) y Like a Rolling Stone, la canci¨®n que son¨® a las once de la noche, cuando la lluvia arreci¨® y los Stones se aproximaron al escenario del centro, m¨¢s peque?o, para estar cerca de todos.
La salida de Jagger
Los Rolling llegaron a Zaragoza el domingo por la tarde. En el c¨¦ntrico hotel donde se iban a alojar, apenas un centenar de curiosos les aguardaban. Ten¨ªan reservadas 20 suites y 50 habitaciones. Nadie les vio salir del hotel, pero lo hicieron. Jade Jagger, la hija de Mick, llegaba a la ciudad el lunes al mediod¨ªa en su avi¨®n privado. La persona que le acompa?¨® cuenta que se interes¨® por tiendas de Chanel, Loewe y Zara. Jade comi¨® en un restaurante de la ciudad y all¨ª se encontr¨® con su padre.
Mick Jagger quiso conocer la catedral, "el Pilar". A las cuatro de la tarde entr¨® en el templo y, desde las mujeres de la limpieza a las que rezaban, todas lo reconoc¨ªan y le ped¨ªan aut¨®grafos. El m¨²sico se puso nervioso y sali¨®. Pero ya le hab¨ªa dado tiempo de ver las pinturas de Goya. "?Y ¨¦sas no son de Goya, son iguales?", dijo -eran las del suegro del pintor, Bayeu-. Y le asombraron las bombas, ¨¦sas que la leyenda dice que no explotaron al caer dentro del templo. "?Ah, la Guerra Civil!". "Curioso, es la Virgen...".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.