Volver¨ªa a hacerlo

Tony Blair es un gran orador. Pero est¨¢ por ver si su brillante discurso de ayer ante la conferencia anual del Partido Laborista interrumpir¨¢ la ca¨ªda en picado del primer ministro en los sondeos. Ayer, en Bournemouth, se postul¨® para un tercer mandato, que ning¨²n laborista ha logrado nunca. M¨¢s que de los siete minutos de aplausos de los delegados en pie, el futuro de Tony Blair depende de las conclusiones de la instrucci¨®n por el juez Hutton del caso Kelly, el cient¨ªfico que se suicid¨® despu¨¦s de que saliera a la luz su nombre como fuente de informaciones period¨ªsticas, de la BBC y otras cadenas, que atribu¨ªan al Gobierno la manipulaci¨®n de informes de los servicios de inteligencia sobre las armas de destrucci¨®n masiva de Sadam Husein.

Los sondeos indican que, en esta guerra, Blair ha perdido buena parte de su credibilidad entre los laboristas y entre la ciudadan¨ªa. Ayer no esquiv¨® la cuesti¨®n de Irak -ausente, en cambio, del temario de la conferencia- al asegurar que "volver¨ªa a hacerlo", es decir, que con la informaci¨®n de que dispon¨ªa entonces, y ante la brutalidad del r¨¦gimen de Sadam Husein, tomar¨ªa la misma decisi¨®n de ir a la guerra.

En su vibrante y valiente discurso, tampoco olvid¨® la necesidad de entrar en el euro y reinvindic¨® un balance sumamente positivo de reformas sociales y pol¨ªticas, pues no hay duda de que Blair ha cambiado el panorama institucional del Reino Unido, con la autonom¨ªa de Gales y Escocia, el proceso de paz en Irlanda del Norte y la reforma en curso de la C¨¢mara de los Lores para suprimir todos los cargos hereditarios.

Pero la sombra que le persigue no es este balance, sino la mentira para justificar la invasi¨®n de Irak. Lo volver¨ªa a hacer. Pero, ?tendr¨¢ la oportunidad de tomar otra vez una decisi¨®n as¨ª? Blair sabe que la alternativa a su liderazgo no es un primer ministro conservador o liberal, sino otro laborista: el canciller del Exchequer, Gordon Brown, que la v¨ªspera, en otro discurso bien dise?ado, reinvidic¨® un modelo socioecon¨®mico equidistante entre el de EE UU y el de la Europa continental, y apost¨®, desde el laborismo, por m¨¢s gasto social. El socio y rival con el que Blair mantiene unas relaciones dignas de un estudio psicoanal¨ªtico vive en el portal de al lado. Lo m¨¢s probable es que haya un tercer mandato consecutivo para los laboristas. ?Con qu¨¦ l¨ªder? Est¨¢ por ver.