"La ciencia es ante todo esp¨ªritu cr¨ªtico"

Ram¨®n N¨²?ez (A Coru?a, 1946) dirige los tres museos de ciencia que han convertido a la ciudad gallega en un centro internacional de referencia en la muse¨ªstica de divulgaci¨®n cient¨ªfica. Para este reposado provocador lleno de ideas, la ciencia debe quitarse el complejo de ser la hermana pobre de la cultura. "Cuando propusimos hacer la Casa de las Ciencias en La Coru?a (en mi boca, si hablamos castellano, no ponga A Coru?a) nos dec¨ªan que los ayuntamientos no tienen competencias en ciencia. ?Que un ayuntamiento puede tener una banda municipal, organizar unos juegos florales de poes¨ªa y patrocinar la ¨®pera pero no divulgar la ciencia? ?Pero esto qu¨¦ es? Ahora, visto desde la distancia, creo que hay un antes y un despu¨¦s en la divulgaci¨®n de la ciencia desde que el Ayuntamiento de La Coru?a se interes¨® por ello". En una ciudad de 250.000 habitantes los tres museos de ciencia reciben 700.000 visitantes al a?o, m¨¢s que los espectadores del Deportivo.

"La cultura implica todo, y es un arma para conocer y comprender el mundo"

PREGUNTA. Usted ha formado parte de varios congresos cuyo lema es

Ciencia es cultura.

?Considera que es algo que es necesario reivindicar todav¨ªa?

RESPUESTA. Las p¨¢ginas de ciencia de este peri¨®dico, y de todos, est¨¢n en la secci¨®n de sociedad y hay otra secci¨®n que se llama cultura. ?Es un convencionalismo? Probablemente. Cuando hablas a la gente de la cultura, recuerdan a los artistas, a la gente de cine, a los m¨²sicos; es muy dif¨ªcil que piensen en los cient¨ªficos.

P. ?C¨®mo es el di¨¢logo ciencia-cultura?

R. Trabajoso, pero creo que no se trata de repetir lo de Snow de las dos culturas. Lo que me molesta es que sigamos tan fieles a los esquemas curriculares basados en una divisi¨®n de asignaturas, de letras o de ciencias, separar la f¨ªsica, la qu¨ªmica, la historia... Eso es el mayor da?o que se puede hacer. Por eso en los museos coru?eses, aunque se llamen museos cient¨ªficos, no hay ning¨²n pudor en colocar obras de arte, cine, m¨²sica o literatura. La cultura es como el vino, que tiene por lo menos 400 componentes distintos. Si destilas el vino, y separaras esos componentes, puedes tener un destilado muy bueno, pero eso ya no es vino. Si se destila la cultura y se a¨ªsla la poes¨ªa, la pintura o la ciencia, ya no es cultura. La microbiolog¨ªa sin historia no es cultura. Y la poes¨ªa y la m¨²sica sin ciencia, tampoco. La cultura implica todo, y es un arma para conocer y comprender el mundo.

P. ?Esa idea ha calado en la sociedad? Un cient¨ªfico que no sabe qui¨¦n es Italo Calvino es un ignorante, pero un literato que en la cena dice "divide t¨², que yo soy de letras", hace un chiste.

R. En muchos casos s¨ª, pero eso no ser¨ªan m¨¢s que pruebas de analfabetismo por las dos partes. El analfabetismo cient¨ªfico es analfabetismo puro y simple. Creo que ayudar¨ªa a salvar esas diferencias introducir la historia de la cultura, la historia de la ciencia, dentro de los curricula desde secundaria, incluso de antes.

P. Carl Sagan dec¨ªa que nunca hemos dependido tanto de la tecnolog¨ªa y nunca el analfabetismo cient¨ªfico ha sido tan grande. ?Est¨¢ de acuerdo?

R. Bueno, yo dudo cuando se dicen estas cosas. Creo que la gente nunca supo tanta ciencia como sabe hoy, pero se trata de una ciencia distinta de la que se examinan. Los chavales hoy saben un mont¨®n de cosas de ordenadores, de inform¨¢tica, cosas relacionadas con la ciencia que no han visto en la escuela. Un aficionado a las setas sabe un mont¨®n de bot¨¢nica y un aficionado a la astronom¨ªa, de astronom¨ªa. Parcelamos los conocimientos cient¨ªficos de maneras muy diversas pero, en general, se sabe bastante ciencia.

P. Lo que s¨ª que hay, y una prueba de ello es el ¨¦xito de estos museos, es inter¨¦s por la ciencia.

R. La gente demanda conocimientos, quiere saber. ?Aqu¨ª en la Domus sacamos una publicaci¨®n sobre vacas locas y se agot¨®, convocamos unas jornadas sobre c¨¦lulas madre, y esto se puso de bote en bote. Lo que pasa es que a veces parece que no interesa que la gente sepa mucho m¨¢s. Cuanto m¨¢s inculta sea la gente m¨¢s manipulable es, en todos los sentidos. A veces tengo el sentimiento de que no se quiere que la gente sea cr¨ªtica, que eso es molesto. Porque la ciencia lo primero que vende es esp¨ªritu cr¨ªtico.

P. ?C¨®mo surgi¨® la idea de llevar la ciencia a su ciudad?

R. En 1983 yo me dedicaba a la ense?anza, pero ya estaba poniendo en crisis todo el sistema educativo en el aspecto cient¨ªfico. Toda la ense?anza de las ciencias, tal como se manejaba en la escuela, para m¨ª era un c¨²mulo de insensateces. Todav¨ªa hoy, en general, la educaci¨®n cient¨ªfica que se recibe en las escuelas no s¨®lo no ilusiona, no s¨®lo no fomenta la curiosidad ni el escepticismo ni el pensamiento cr¨ªtico ni la creatividad, sino que a muchos chavales les quita las ganas de inclinarse por la ciencia.

P. Y pas¨® de ense?ar a 40 a ense?ar a 700.000.

R. Bueno, sucedi¨® un hecho que no deja de ser casual, y es que Francisco V¨¢zquez, elegido alcalde en 1983, hab¨ªa sido compa?ero de colegio y era amigo m¨ªo. Un d¨ªa me pregunt¨® que si querr¨ªa hacerme cargo del tema de educaci¨®n en el Ayuntamiento de La Coru?a. Entonces yo vi un mundo abierto y empec¨¦ a trabajar como director del Servicio Municipal de Educaci¨®n. En el primer programa electoral de Paco V¨¢zquez ya estaba la creaci¨®n de un museo de la ciencia. Un d¨ªa me pregunt¨®: "Moncho, ?qu¨¦ podemos hacer con el palacete de Santa Margarita?". Entonces le dije: "Quiz¨¢ un museo interactivo de ciencias... en el ca?¨®n de la escalera colocamos un p¨¦ndulo de Foucault; la c¨²pula pod¨ªa ser un planetario, en una de las plantas pod¨ªamos tener la colecci¨®n de V¨ªctor L¨®pez Seoane (un naturalista gallego) y otra dedicarla a m¨®dulos experimentales...

ya abrieron uno en Barcelona, si quieres vamos a verlo". Vimos el Museo de la Caixa, el primero de ese tipo que se hizo en Espa?a, y ah¨ª comenz¨® todo.

P. ?Son museos de ideas?

R. Frente a los museos objetuales, donde el inter¨¦s est¨¢ en los objetos de una colecci¨®n, en estos museos el punto de partida es una idea que se quiere comunicar o hacer pensar acerca de ella. Pero lo m¨¢s importante es que son lugares que tienen que provocar preguntas. El museo ideal es aquel que consigue descolocar al visitante, que la gente salga con m¨¢s preguntas de las que llevaba, con ganas de saber m¨¢s.