El pundonor de Fernando Cruz salv¨® la tarde

Tarde revuelta de oto?o y primera de feria desapacible y arrugada. Bajos de casta los novillos de Juan Manuel Criado, blandos y con genio cuando buscaban pelea. S¨®lo el pundonor de Fernando Cruz aport¨® algo de emoci¨®n y tensi¨®n art¨ªstica, en un festejo que muy pronto estar¨¢ olvidado.

Pero quien no va a olvidar lo acontecido, sin embargo, es el mentado Fernando Cruz, quien puso todo de su parte ante un lote deslucido y problem¨¢tico, para que no se le fuera de vac¨ªo una tarde crucial en su carrera. As¨ª que en su primero, un novillo con cierta nobleza y que ten¨ªa un gazapeo pertinaz, como si estuviera pasado de cafe¨ªna, realiz¨® una faena de muleta irregular y guerrera. El comienzo y el final estuvieron salpicados de muletazos de trazo firme y templado. Destac¨® una serie por el pit¨®n derecho, reunida y templada.

Para en el cuarto estar valiente, entregado, el ¨¢nimo muy por encima de las nulas condiciones de su oponente para torear largo, con sosiego y mando. Hab¨ªa saludado al novillo, a la postre robaperas y pel¨ªn malaje, con una larga cambiada de rodillas pegado a las rayas del tercio. Y luego se entretuvo en pararse, dominar la situaci¨®n y componer una faena de muleta que tuvo dos series al natural muy meritorias, ante tal novillo de medio viaje que no humillaba; y luego unos muletazos por bajo, de tanteo y para cerrar obra, hondos y ajustados. Sali¨® malamente volteado, tras cobrar una estocada, y se llev¨® una oreja para el esport¨®n premio al susto, el esfuerzo y el coraje.

Caro Gil no comprendi¨® para nada a su primero, y en su segundo pudo haber sacado mejor resultado de no haber pecado reiteradamente de codilleo y de una colocaci¨®n deficiente. Y Sergio Mar¨ªn se top¨® con dos novillos inv¨¢lidos, a los que intent¨® templar sin mucha suerte que digamos. Acus¨® adem¨¢s falta de oficio, algo que aprender¨¢, apoyado en sus probadas buenas maneras, que ayer apenas vislumbramos.