Directo
Hace algunos d¨ªas, el Ayuntamiento de St. Petersburg, una ciudad al oeste del Estado de Florida, aprob¨® apresuradamente una ordenanza prohibiendo los suicidios en p¨²blico con fines comerciales o de entretenimiento. La causa desencadenante fue que la banda de rock duro Hell On Earth (Infierno en la Tierra) hab¨ªa programado un concierto con la atracci¨®n suplementaria de que un enfermo terminal perdiera la vida sobre el escenario.
Una vigente ley de Florida considera que asistir a una persona en un suicidio constituye delito de asesinato, pero ?qu¨¦ hacer si la persona se muere por ella misma y con el prop¨®sito de que se vea, dej¨¢ndose llevar o someti¨¦ndose al rigor de los modernos impactos ac¨²sticos? ?La muerte p¨²blica como diversi¨®n, muerte en vivo como parte de las bellas artes? ?La muerte como una consagraci¨®n total al mundo del espect¨¢culo?
Sin duda, el caso de Juan Pablo II, la misteriosa voluntad del Papa agonizante se relaciona f¨¢cilmente, en su apariencia, con el happening de Florida. Probablemente el Papa no busca el n¨²mero exacto del Hell On Hearth pero ?c¨®mo no tener en cuenta su arraigada afici¨®n teatral, sus m¨²ltiples creaciones escenogr¨¢ficas en los viajes, su amor a la grandilocuencia y la publicidad? ?Morir¨¢ en p¨²blico el Papa? Varios supuestos parecen indicar que ¨¦l mismo lo desea ardientemente, pero ?lo permitir¨¢n sus guardianes oficiales, la liturgia y el s¨¦quito? Nunca ser¨ªa una terminaci¨®n trivial al modo de los an¨®nimos enfermos terminales de Florida, sino que podr¨ªa presentarse, en respetuosa l¨ªnea sucesoria, como un fiel remedo del G¨®lgota.
Los pr¨®ximos d¨ªas, seg¨²n analistas y cardenales, ser¨¢n los ¨²ltimos del Papa, pero la expectativa del gran p¨²blico no se centra tanto en cu¨¢ndo se producir¨¢ la defunci¨®n como en d¨®nde se realizar¨¢ la funci¨®n. A un Papa medi¨¢tico le corresponde un gran plat¨®, a un apostolado esparcido por la entera superficie del mundo le pertenece un suspiro a la intemperie. No es temerario creer que el Papa ha intentado repetidamente que fuera as¨ª. ?Lo lograr¨¢? La diligencia y la lealtad de los funcionarios religiosos m¨¢s cercanos se mide ahora por el m¨¢ximo cuidado del suceso y el directo.
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