El legado del abuelo Jos¨¦
El Zoo de Fuengirola expone parte de una gran colecci¨®n de mariposas heredada por un cordob¨¦s
Quien albergue una m¨ªnima sensibilidad por la naturaleza y haya paseado por un bosque no podr¨ªa pasar por alto el atractivo vuelo de las mariposas, sus colores o la elegante parsimonia con la que estos lepid¨®pteros toman de las plantas su combustible de n¨¦ctar. En ese ambiente creci¨® Alberto Jos¨¦ Redondo, cordob¨¦s de 35 a?os. Este profesor titular de Zoolog¨ªa de la Universidad de C¨®rdoba hered¨® de su abuelo, Jos¨¦ Villa V¨¢zquez, una vasta colecci¨®n de cuatro mil mariposas disecadas y procedentes de todo el mundo. Unos 200 ejemplares de esta colecci¨®n permanecer¨¢n en el Zool¨®gico de Fuengirola (M¨¢laga) hasta enero.
Lo primero que Alberto Jos¨¦ Redondo deja muy claro es que muchos de estos insectos, propios de la zona tropical, est¨¢n hoy en peligro de extinci¨®n. La captura y el comercio internacional est¨¢n prohibidos desde los a?os noventa. "No quiero animar a nadie a que capture mariposas, s¨®lo se puede hacer para investigaci¨®n", explica. Redondo no encontraba sentido a que permaneciera escondido lo que su abuelo recogi¨® con tanto af¨¢n. "Manten¨ªa correspondencia e intercambiaba ejemplares con gente de otros pa¨ªses", recuerda.
Aunque el tama?o s¨®lo es una an¨¦cdota, la mayor parte de la colecci¨®n la componen ejemplares peque?os. Los hay de hasta 2 mil¨ªmetros. No obstante, Alberto Jos¨¦ Redondo conserva mariposas de 20 cent¨ªmetros de envergadura, dif¨ªciles de observar hoy. Es el caso de un ejemplar de la familia Attacus Atlas, de las mariposas m¨¢s grandes que se conocen y propias de las selvas septentrionales de Asia. Sus colores emulan la cabeza de una serpiente en la parte alta del ala, un mecanismo de defensa contra depredadores. Otras se hacen pasar por abejas, avispas, o incluso b¨²hos, como la Opsiphanes Beata brasile?a. Tambi¨¦n las hay venenosas, como la mariposa monarca.
Hay estudios que sit¨²an hace 48 millones de a?os a algunas familias de lepid¨®pteros. Estos insectos han sido venerados por culturas prehisp¨¢nicas de M¨¦xico como s¨ªmbolos de amor y belleza. Otras culturas, como la ¨ªbera, relacionan a las mariposas con la muerte. En concreto, la Acherontia Atropos, famosa por su aparici¨®n en la pel¨ªcula El silencio de los corderos y s¨ªmbolo de malos augurios. "Los ¨ªberos la trajeron a C¨®rdoba con el olivar", explica Redondo.
Alberto Jos¨¦ Redondo destaca la estrecha relaci¨®n de las mariposas con el hombre, no s¨®lo en las culturas ancestrales. "En las zonas tropicales se posan sobre personas que est¨¢n trabajando para absorber las sales del sudor", comenta. Este profesor de Zoolog¨ªa explica la atracci¨®n que llegan a provocar estos animales por "los colores y el anhelo que el hombre tiene por volar". Tambi¨¦n recuerda que muchos sistemas ¨®pticos dise?ados por humanos est¨¢n basados en la visi¨®n de las mariposas. Lo mismo ocurre con modelos aeron¨¢uticos.
Los ejemplares que ahora exhibe en Fuengirola, disecados hace treinta a?os, s¨ª mantienen su colorido: "La mayor¨ªa son a base de pigmentos, como los humanos, pero otras mariposas tienen colores estructurales en sus escamas que reflejan la luz seg¨²n el ¨¢ngulo de visi¨®n".
Adem¨¢s de los paneles did¨¢cticos que Redondo ha enviado al Zoo de Fuengirola, su colecci¨®n ha recorrido diversos puntos de Espa?a. Otros 300 ejemplares se exhiben en el Zoo de Cab¨¢rceno (Santander). All¨ª hay otros ejemplos de la devoci¨®n de la familia de Redondo por estos lepid¨®pteros. Se trata de una colecci¨®n de capullos bordados por su t¨ªa bisabuela, que realizaba con ellos patucos y bolsos.
Al o¨ªr hablar a este profesor de biolog¨ªa sobre su abuelo, queda claro que hered¨® de ¨¦l algo m¨¢s que una gran colecci¨®n de mariposas. Le marc¨® su modo de vida. "Desde que iba con ¨¦l por el campo, ya sab¨ªa que ten¨ªa que se lo que ahora soy, bi¨®logo", relata. Ahora, investiga las muchas plagas de mariposas que hay y ha realizado un estudio de qu¨¦ tipo de estos insectos habr¨ªa si se cultivase olivar ecol¨®gico.
La actividad profesional y l¨²dica de Alberto Jos¨¦ Redondo est¨¢ relacionada con las mariposas. Es director del Museo Arqueol¨®gico de Bujalance (C¨®rdoba), donde hay un cat¨¢logo de los lepid¨®pteros que habitaban en las diferentes civilizaciones. Tambi¨¦n en el Museo del municipio cordob¨¦s de Almedinilla realiz¨® un trabajo que explica qu¨¦ mariposa ver¨ªa un ¨¢rabe, un romano o un visigodo dando un paseo de un kil¨®metro por el pueblo.
En 1997, Alberto Jos¨¦ Redondo recibi¨® un premio de la Universidad de C¨®rdoba por una investigaci¨®n que detalla a las mariposas como indicador de la conservaci¨®n de la naturaleza desde el Paleol¨ªtico. "Todo", cuenta este profesor, "se lo debo a mi abuelo".
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