Las peque?as librer¨ªas, en peligro
Las grandes superficies ofrecen la venta de libros de texto con gran descuento frente a los locales tradicionales
Desde hace tres a?os, las peque?as librer¨ªas se han reducido casi a la mitad. Su desaparici¨®n est¨¢ directamente relacionada con la campa?a escolar, concretamente con la venta de libros de texto en grandes superficies y con la posibilidad que tienen esas cadenas de ofrecer descuentos de hasta el 25% sobre el precio de venta al p¨²blico que marca el editor: un anzuelo demasiado tentador para cualquier econom¨ªa familiar, pero tambi¨¦n un envite imposible de soportar para las tradicionales librer¨ªas de barrio.
El resultado es que desde que entr¨® en vigor el real decreto de liberalizaci¨®n de los descuentos, en junio de 2000, se han dado de baja el 40% de los miembros de la Asociaci¨®n de Libreros y Papeleros de la Comunidad de Madrid. Los m¨¢s afectados por esta medida son las llamadas librer¨ªas de barrio, para las que el libro de texto supone el 40% del volumen de negocio de todo el a?o, o m¨¢s. "Es la peor situaci¨®n que se puede dar para las librer¨ªas", constata Fernando Valverde, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Gremios y Asociaciones de libreros.
Los libreros denuncian que el 40% de sus asociados se ha dado de baja
No existen todav¨ªa cifras concretas sobre el n¨²mero de librer¨ªas que han desaparecido. Pero los libreros se f¨ªan del n¨²mero de bajas que se suceden en las asociaciones de este sector: el 40% de los 300 miembros de la asociaci¨®n que engloba las librer¨ªas-papeler¨ªas (ALPA) se ha dado de baja. "Es una debacle que va en aumento. En m¨¢s de la mitad de las librer¨ªas, el libro de texto supone el 40% de las ganancias de todo el a?o. Y en algunos casos el 50 o el 60%", se?ala Fernando Valverde, presidente del gremio de libreros. "El reclamo del 25% es muy agresivo. Y nosotros as¨ª no podemos competir, no soportamos esas p¨¦rdidas; los h¨ªper, s¨ª. Mi librer¨ªa", contin¨²a Valverde, "que est¨¢ en Vic¨¢lvaro, est¨¢ abocada al cierre; si esto sigue as¨ª, nadie lo podr¨¢ soportar". Dice tambi¨¦n que entre los que m¨¢s lo notan est¨¢n las librer¨ªas del extrarradio, ya que las grandes superficies suelen concentrarse en la periferia. "En estos momentos est¨¢ todo el mundo amenazado", a?ade.
"Es verdad que trabajamos con m¨¢rgenes muy ajustados. Pero en ning¨²n caso vendemos por debajo del coste. Puedo asegurar que ganamos dinero con los libros de texto y, por supuesto, cumplimos la legislaci¨®n vigente", declara un portavoz de Carrefour, que junto a Alcampo y Eroski son las principales cadenas que entran en la campa?a escolar. "Nosotros aplicamos los descuentos que nos permite la ley en libros de ense?anza", afirman en Alcampo.
Seg¨²n la Asociaci¨®n Nacional de Editores de Libros de Ense?anza (ANELE), la facturaci¨®n en libros de texto en el pasado a?o 2002 (curso escolar 2002-2003) fue de 567 millones, y se vendieron un total de 44 millones de ejemplares. Seg¨²n la misma fuente, el gasto por alumno fue de 82 euros. Hay que se?alar que esta asociaci¨®n, la de editores, tambi¨¦n se opone a la venta de textos escolares en los h¨ªper. "En nuestra opini¨®n, lo que hacen las grandes superficies es vender a precio de coste. Creemos que eso es competencia desleal, ya que no est¨¢n aplicando ning¨²n coste de almacenaje o personal, que tambi¨¦n son gastos", declara un portavoz del colectivo.
Dejando de lado el aspecto econ¨®mico, la mayor queja de libreros y editores se dirige al trato que reciben los libros en estas grandes superficies. Los libros de texto se encuentran en las grandes superficies desde junio hasta octubre. Luego desaparecen y la secci¨®n librer¨ªa de estos establecimientos se reduce a t¨ªtulos que son best seller del momento, tal y como reconocen las propias fuentes de hipermercados consultados. "Es muy preocupante que las grandes superficies est¨¦n restando cuota de mercado a las librer¨ªas, ya que estas tiendas no se caracterizan por vender libros de calidad o todo tipo de t¨ªtulos. Ellos asumen s¨®lo los grandes ¨¦xitos, pero no los 60.000 t¨ªtulos que salen al a?o. ?C¨®mo va a tener acceso a ellos el gran p¨²blico o la gente que vive alejada de los n¨²cleos urbanos si desaparecen las librer¨ªas?", reflexiona el portavoz de ANELE, que cuenta con 35 editoriales asociadas y aglutina al 95% de las publicaciones de texto en Espa?a. "El siguiente paso ser¨¢ cerrar editoriales", a?ade Fernando Valverde, del gremio de libreros.
Otra cuesti¨®n es la del cometido que tiene el libro de texto en las grandes superficies. Libreros y editores denuncian que se usa como gancho para vender otros productos m¨¢s propios de este tipo de tiendas, algo que proh¨ªbe expresamente la ley y que ellos consideran indigno. "Los libros de texto no son m¨¢s que un reclamo para que la gente compre cartones de leche, chorizos o lo que sea. Adem¨¢s, s¨®lo ofrecen el material escolar durante un mes, el que dura la campa?a escolar. Luego, cuando la gente quiere hacer un cambio o se encuentra con libros defectuosos, acuden a nosotros, que somos los que tenemos que solucionar el problema. El libro de texto es muy complicado. No se puede vender en plan autoservicio, sino que es necesario que atienda al cliente una persona especializada. Las grandes superficies no tienen este personal adecuado. Contratan a personas sin experiencia para ese mes", denuncia Gabriel Navarro, presidente de la Asociaci¨®n de Libreros y Papeleros de la Comunidad de Madrid (ALPA). Pero los h¨ªper se defienden: "El porcentaje de quejas de los clientes en la campa?a escolar ha sido m¨ªnimo. Eso indica que el personal que les ha atendido lo ha hecho bien" , se?alan en Alcampo.
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