El Valencia deja tieso al Bar?a
Al cuadro de Ben¨ªtez le basta un gol de Oliveira para ganar c¨®modamente en el Camp Nou
Rebosante de salud y muy poco exigido, el Valencia firm¨® en el Camp Nou una victoria que estaba escrita en todos los libros de texto del f¨²tbol, tanto por la fiabilidad que desprende el l¨ªder como por lo extraviada que resulta la trayectoria del Barcelona. Tierno y confuso, entubado en el laboratorio de Rijkaard, el Bar?a no est¨¢ todav¨ªa a punto para pelear con los jerarcas del campeonato, ya sea por juego o por puntos, tanto da. La jauja que sale del club no se corresponde con el mutis del banquillo, una vez que el factor campo ha dejado de ser decisivo. Frente a un equipo exacto como el Valencia, el entusiasmo de la hinchada barcelonista y la ilusi¨®n de Ronaldinho sirven de poca cosa, y menos si los centrales se achantan como ayer, retratados como quedaron por Oliveira.
BARCELONA 0 - VALENCIA 1
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Puyol, Reiziger, M¨¢rquez (Saviola, m. 81), Van Bronckhorst; Xavi, Gerard; Overmars (Quaresma, m. 72), Ronaldinho, Luis Enrique (Luis Garc¨ªa, m. 82); y Kluivert.
Valencia: Ca?izares; Curro Torres, Ayala, Marchena, Carboni; Jorge L¨®pez, Albelda, Baraja, Vicente (Rufete, m. 53); Mista (Canobbio, m. 79) y Oliveira (Sissoko, m. 63).
Gol: 0-1. M. 14. Oliveira recibe un pase de Baraja en el v¨¦rtice del ¨¢rea y empalma un zurdazo cruzado que supera por alto a Vald¨¦s.
?rbitro: Mu?iz Fern¨¢ndez. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Ronaldinho, Carboni, Luis Enrique, Gerard, Albelda y Curro Torres.
Unos 78.000 espectadores en el Camp Nou. Los jugadores llevaron brazalete negro en memoria del padre del presidente del Valencia, Jaime Ort¨ª, y del padre del fisioterapeuta del Barcelona, Jaume Langa.
Entubado en el laboratorio de Rijkaard, el Bar?a no est¨¢ para pelear con los jerarcas
El Valencia estuvo organizado, constante en sus ayudas defensivas y diligente en robar el bal¨®n
Perdi¨® altura el Barcelona por las ausencias de Motta y Cocu, tan grandes como vers¨¢tiles, sustituidos adem¨¢s por futbolistas m¨¢s livianos, de juego diferente y sobre todo especialistas: Xavi es un medio centro y Overmars responde al perfil del extremo cl¨¢sico. Rebajada su contundencia, los azulgrana procuraron ganar cintura despu¨¦s de poblar la l¨ªnea de medios con Luis Enrique, cuyo repliegue dej¨® a Ronaldinho como segunda punta, volcado a la izquierda, con Kluivert de ariete.
El Valencia se puso tan serio y en guardia que Ben¨ªtez dej¨® a Aimar en el banquillo, recuper¨® a Ayala para marcar la l¨ªnea defensiva y enfrent¨® a la zaga rival con dos delanteros. Insuperable como es su medular, el t¨¦cnico prescindi¨® del entrejuego y reforz¨® las ¨¢reas. La respuesta del equipo fue tan r¨¢pida y clarividente que acot¨® el debate sobre la suplencia de Aimar a una cuesti¨®n de est¨¦tica. Oliveira, su sustituto, le gan¨® la espalda a los centrales en la primera pelota que le puso Baraja y sorprendi¨® a Vald¨¦s con un zurdazo cuyo estruendo contrast¨® con el silencio con el que la hinchada segu¨ªa el partido.
Mista tuvo poco despu¨¦s una pelota de gol que necesit¨® de la intervenci¨®n del portero y dos defensas para evitar que besara la red. El Valencia se sent¨ªa tan c¨®modo que cada intervenci¨®n barcelonista provoc¨® una tertulia entre el plantel forastero. Carboni le arm¨® un esc¨¢ndalo de padre y se?or m¨ªo a Marchena por no ayudarle a cubrir un desborde de Overmars y el equipo entero se tir¨® sobre el ¨¢rbitro en las dos ocasiones en que Ronaldinho entr¨® en juego y acab¨® en el suelo. Largo tiempo ausente como extremo zurdo, Ronaldinho se intercambi¨® el puesto con Luis Enrique para tener una mayor presencia. El brasile?o agit¨® el ataque azulgrana y le dio una marcha m¨¢s al equipo. Pese a ganar un poco de velocidad, el Bar?a no consigui¨® desmontar al Valencia, extremadamente organizado, constante en sus ayudas defensivas, diligente en el robo del bal¨®n.
?nicamente en una ocasi¨®n la delantera del Barcelona pill¨® a la defensa del Valencia en superioridad num¨¦rica. Ocurri¨® nada m¨¢s empezar y Ca?izares rechaz¨® el remate de Kluivert, habilitado por Overmars, el ¨²nico azulgrana que sal¨ªa vencedor de los duelos entablados. La efectividad, como de costumbre, sonri¨® al rival del Bar?a. Ausente Aimar, el Valencia se abandon¨® en la transici¨®n, jugando con una punta de gas, falto de ambici¨®n, gustoso de jugar con un solo gol de ventaja.
Le conven¨ªa al Barcelona prender fuego al partido para cambiar la monoton¨ªa del Valencia y la afici¨®n encontr¨® un punto de inflexi¨®n en un derribo de Ayala a Van Bronckhorst. El central reba?¨® la pierna del lateral ante el silencio del colegiado y el griter¨ªo de la hinchada. La discusi¨®n, zanjada por el ¨¢rbitro con un saque de porter¨ªa, devolvi¨® el partido al regazo del equipo forastero, siempre un punto m¨¢s r¨¢pido que el Bar?a, falto de estilo, de f¨²tbol, de variedad, de recursos, eternamente entregado a Ronaldinho, acostumbrado ya a jugar por su cuenta ante las limitaciones del equipo, fatigado con el viaje de M¨¦xico o sin ¨¦l.
Apercibido de que Rijkaard no se daba por enterado del resultado, quiz¨¢ porque le encanta que los partidos se decidan por el margen de un gol, el p¨²blico empez¨® a corear el nombre de Saviola despu¨¦s de pitar a Kluivert. Rijkaard claudic¨® y meti¨® a Saviola para que agitara el ¨¢rea y ver si ca¨ªa la pelota del empate. Imposible frente al Valencia. El Bar?a perdi¨® su condici¨®n de invicto por sus disfunciones, que son muchas. Le falta juego, no tiene gol, no se vislumbran reactivos y su t¨¦cnico parece haberse quedado petrificado en el banquillo. Por el momento, el Bar?a se ha quedado tieso.
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