Sin novedad en el frente
Cuando todos los trenes y todas las pistas de aterrizaje pasaban por Estella y por Lizarra se constituy¨® un pacto e incluso hubo una firma detr¨¢s de cierto documento de ETA, pero, ?acaso aquello era un frente? No, por Dios, aquello era la uni¨®n natural de los vascos. Ser vasco implica unirse en lo vasco y para lo vasco seg¨²n el orden natural de las cosas. En cambio, en cuanto PP y PSE dise?aron en nombre de la Constituci¨®n una estrategia conjunta contra el pacto de Lizarra y quisieron desbancar en las urnas a PNV y EA, el grito nacionalista fue un¨¢nime: ?estaban constituyendo un frente! Qu¨¦ horror, hasta el pobre Medem se sinti¨® escandalizado.
Luego, el t¨¦rmino cay¨® en desuso, sirviendo todo lo m¨¢s para chistes que los nacionalistas se contaban sobre las bajas presiones, las bajas pasiones y los chichones que se llevaban en la frente los frentistas. Ahora, en cambio, parece haber recuperado prestigio. ?C¨®mo llamar si no a la entente entre vascos sin utilizar la palabra pacto que tan nefastos y estellescos recuerdos podr¨ªa levantar? As¨ª, el Jefe de la meteorolog¨ªa vasca ha sentenciado que hay que construir un frente nacionalista. Y sus palabras han llovido sobre su propia cuadra que aboga por un Consejo de Partidos que impulse la construcci¨®n nacional. EA, por su parte, intenta ampliar hacia Aralar la coalici¨®n que mantiene con el PNV, en claro intento de tentar a Batasuna. La ¨²nica que no se ha enterado de nada es la Zenarruzabeitia, que sigue acusando a PP y PSOE de reeditar un frente como si eso fuera malo; pero, ?cu¨¢ndo le han salido a la pobre las cuentas?
Andando el tiempo, pues, las aguas han vuelto a donde estuvieron. Mejor dicho, ya est¨¢n rotas. Otegi podr¨¢ presumir de haber inseminado artificialmente al PNV con su proyecto estrat¨¦gico abertzale: construcci¨®n nacional y territorialidad, pero tambi¨¦n independencia, para un lugar que ya no se llama Euskadi sino Euskal Herria. S¨ª, Otegi incluso podr¨¢ enorgullecerse de haber puesto nombre y apellidos al engendro, pero ah¨ª se acaba todo. El PNV les ha robado el proyecto y la cartera, haci¨¦ndose con el tim¨®n al amparo, todo hay que decirlo, de una ETA sumamente debilitada -no por el PNV, que se aprovecha de ello sin contribuir en nada a su erradicaci¨®n, porque de lo contrario se indispondr¨ªa con los batasunos y, lo que es peor, se quedar¨ªa sin el visualizador del Contencioso-, sino por el malvado frente constitucionalista.
?Todo esto d¨®nde deja a Batasuna? En la peor de las tesituras. Primero, porque el "pu?o de hierro" con el que cree contar lleva visos de convertirse en chatarra en muy poco tiempo y sin ¨¦l se queda sin argumentos. ?C¨®mo va a presionar si carece de la fuerza suficiente para hacerlo? Por otra parte, no est¨¢ en condiciones de ofrecer una buena vida a nadie, porque se ha quedado sin las redes que hab¨ªa tejido en torno al poder visible -representaci¨®n en ayuntamientos, etc.- e invisible -redes de extorsi¨®n, blanqueo de dinero, etc- y, lo que no contribuye a mejorar las cosas, tiene que hacer frente a un mont¨®n de cesantes a los que exigi¨® mucho y no puede devolver casi nada. La ¨²nica alternativa que le queda es reciclarse, pero tambi¨¦n ah¨ª lo tiene crudo.
Si quiere regresar a la legalidad tendr¨¢ que romper con el pasado, porque la ley le desmantela cada vez m¨¢s r¨¢pido los simulacros. Pero si rompe con ETA tal y como ha roto Aralar, se quedar¨¢ sin los m¨¢s empecinados, que tambi¨¦n suman lo suyo, y, lo que es peor, a merced del PNV, que le fagocitar¨¢ para sus frentes y coaliciones electorales sin que pueda oponer otra firmeza que la que le d¨¦ su peso en votos. Pero si se aferra al continuismo desaparecer¨¢ por erosi¨®n de unas bases cada vez m¨¢s cansadas y posibilistas, mientras el n¨²cleo duro se va al basurero de la Historia junto con su brazo armado. No es de extra?ar que se lo est¨¦n pensando, ya que ninguna de las dos alternativas se compadece con lo que cre¨ªan ser. A¨²n les cabe seguir actuando de Coco mientras progresa el plan del lehendakari, pero dejar correr el tiempo sin tomar ninguna decisi¨®n ser¨¢ como tomar cualquiera de las otras dos. Una ruina. Por lo dem¨¢s, el frente sigue sin novedades. ?O era la frente?
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