?ltimo tren para Djalminha
Sumido en una crisis personal y futbol¨ªstica, el brasile?o, embargado por Hacienda, vuelve hoy con el Depor tras a?o y medio de ausencia
En Riazor a¨²n tiene una legi¨®n de devotos que veneran casi religiosamente la memoria de algunas de sus jugadas de ciencia ficci¨®n, aquella lambretta -una vaselina de tac¨®n- con la que se meti¨® una vez en el ¨¢rea del Madrid o el gol extragal¨¢ctico que marc¨® al Celta tras dejar correr la pelota, pararse en seco, burlar al defensa con un toque de espuela y rematar de media vuelta a la escuadra. La nutrida feligres¨ªa de Djalminha no ha perdido la fe a pesar de sus 32 a?os y de la crisis futbol¨ªstica y personal que le golpe¨® este verano. Tras una espera de 18 meses, la Copa del Rey les devolver¨¢ hoy la imagen del brasile?o en el equipo titular del Deportivo para el duelo contra el Compostela.
La carrera de Djalminha empez¨® a desmoronarse una ma?ana de mayo de 2002, cuando le entr¨® uno de esos arrebatos en los que parece llev¨¢rselo el demonio y propin¨®, a la vista de todo el mundo, una cabezazo a su entrenador, Javier Irureta. Unos d¨ªas despu¨¦s, jugar¨ªa su ¨²ltimo partido hasta la fecha con el Depor, una breve aparici¨®n en los minutos finales de un choque contra el Madrid en Riazor. Las im¨¢genes del cabezazo, que acapararon los espacios televisivos de Espa?a y Brasil, fueron la semilla de su desgracia.
El entonces seleccionador brasile?o, Luiz Felipe Scolari, le dej¨® a ¨²ltima hora fuera del Campeonato del Mundo. Y el Deportivo se deshizo de ¨¦l cedi¨¦ndole al Austria de Viena, donde vivi¨® los rigores del invierno alpino, de un f¨²tbol tosco y de algunos sectores sociales poco hospitalarios con los extranjeros de tez oscura. Regres¨® este verano, dispuesto a quedarse o a negociar un buen traspaso. Pero no aparecieron compradores y hasta se lleg¨® a especular con su cesi¨®n a un equipo de Segunda, el Elche. S¨®lo le faltaba que la Agencia Tributaria le embargara sus bienes en Espa?a.
Hacienda reclama a Djalminha los impuestos correspondientes a la parte del salario que cobraba como derechos de imagen a trav¨¦s de una empresa contratada por el club. Esa firma de intermediarios, Tecnosur, acab¨® enfrent¨¢ndose al Deportivo en los tribunales, un pleito del que Djalminha se convirti¨® en v¨ªctima colateral. La Agencia Tributaria actu¨® contra el jugador recurriendo tambi¨¦n a la autoridad judicial. Y empezaron las sorpresas desagradables. Su esposa se encontr¨® un d¨ªa con que no le aceptaban las tarjetas de cr¨¦dito porque sus cuentas bancarias estaban bloqueadas. Una ma?ana del pasado julio, cuando sal¨ªa de casa para entrenarse, el futbolista se top¨® con dos agentes judiciales que le precintaron el coche. Al principio se lo tom¨® con humor y su ¨²nica forma de protesta fue hacerse cortar el pelo formando un signo de interrogaci¨®n en la coronilla. Pero a finales de agosto, se derrumb¨®. Sufri¨® una crisis de ansiedad y tuvo que descansar durante unos d¨ªas para recibir ayuda psicol¨®gica.
Y a pesar de todo, se sobrepuso. ?l mismo asegura que reaccion¨® al ver al p¨²blico de Riazor volc¨¢ndose con el equipo en el partido de la fase preliminar de la Liga de Campeones contra el Rosenborg de Noruega. "Yo quiero estar ah¨ª", se dijo. Regres¨® a los entrenamientos, se afan¨® por trabajar como el que m¨¢s y no se le escuch¨® una mala palabra pese a que Irureta no cont¨® con ¨¦l ni para el banquillo. Esta noche, en un duelo menor contra un rival de Segunda B, empezar¨¢ su batalla para vencer los recelos del entrenador, quien ayer le advirti¨®: "Habr¨¢ que ver si aguanta todo el partido y en qu¨¦ condiciones, porque aguantar hasta puedo aguantar yo". A favor del futbolista cuentan los antecedentes de Irureta, siempre dispuesto a perdonar una insubordinaci¨®n si cree que es beneficioso para el equipo. Con la edad que tiene y tras un a?o repleto de miserias, ¨¦sta puede ser su ¨²ltima oportunidad de no perder el tren.
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