Eagle Eye Cherry incorpora la tecnolog¨ªa en su disco 'Sub Rosa'
El m¨²sico publica su tercer ¨¢lbum
Hijo del trompetista de jazz Don Cherry y hermano de la cantante Neneh, Eagle Eye Cherry (Estocolmo, 1969), pone estos d¨ªas en el mercado Sub Rosa, tercer disco en su carrera y primero en el que sustituye las artes semiac¨²sticas de los dos precedentes por una producci¨®n m¨¢s ampulosa y llena de soluciones tecnol¨®gicas. Las letras, afirma, son el resultado de un proceso m¨¢s reflexivo que en sus ¨¢lbumes anteriores.
Presente ayer en Madrid, adonde lleg¨® para realizar un show ac¨²stico y entrevistas de promoci¨®n, Eagle Eye recuerda as¨ª sus primeras grabaciones, en las que m¨¢s de una vez se le relacion¨® con las vacas sagradas del sonido ac¨²stico: "Nunca he tratado de sonar como otros. Con mi primer elep¨¦, justo cuando estaba ya hecho, descubr¨ª a Neil Young y a Dylan. Entonces empec¨¦ a preguntarme: '?Qu¨¦ estoy haciendo?'. Pero lo ¨²nico que buscaba era un buen punto desde el que comenzar; algo que fuera realmente muy simple".
Eagle Eye ha tratado desde sus inicios de trasladar a sus discos el mismo esp¨ªritu de sus interpretaciones en directo, aunque ahora ha variado un tanto su m¨¦todo de trabajo: "Con el segundo ¨¢lbum trat¨¦ descaradamente de capturar el sonido directo de la banda y meterlo en el estudio: ocho d¨ªas de grabaci¨®n, seis canciones y ya est¨¢. Con este disco, sin embargo, he tratado de hacer las cosas mucho m¨¢s tranquilamente, porque ten¨ªa desde el principio ideas acerca de c¨®mo quer¨ªa que sonaran las canciones".
Esto se ha traducido en un mayor tiempo de planificaci¨®n y, sobre todo, de grabaci¨®n de maquetas: "Las he grabado con mi ac¨²stica, con lo que el concepto inicial de mi m¨²sica no cambia. Pero, al grabar muchas maquetas, ten¨ªa desparramadas en ellas muchas ideas musicales o de c¨®mo quer¨ªa que sonaran los instrumentos: un solo aqu¨ª, un teclado all¨¢, unos vientos en determinado plano. Todo ello grabado en sitios distintos: estudios de grabaci¨®n, habitaciones de hotel, en mi apartamento, etc¨¦tera".
El resultado de temas como Skull tatoo, Twisted games o Don't give up es, musicalmente, mucho m¨¢s trabajado en cuanto a arreglos, instrumentaciones e, incluso, uso de samplers: "A pesar de que la base -bater¨ªa, bajo y guitarras- es la misma, esta vez me he guiado m¨¢s por conceptos de producci¨®n. Eso es lo m¨¢s excitante de este disco: el hecho de que continuamente ten¨ªa una idea concreta de ad¨®nde quer¨ªa dirigirme".
Tambi¨¦n las letras de sus canciones han reflejado este cambio y ese mayor tiempo de reflexi¨®n a la hora de ser escritas: "La vida entera es buscar el propio sitio. Hacer como John Lee Hooker: '?sta es mi silla y en ella s¨®lo me siento yo'. Al final se le respetaba porque era el guardi¨¢n de una forma de ser, era el guardi¨¢n del blues. Las canciones de uno siempre reflejan esa b¨²squeda vital".
Si bien en su disco de deb¨² el estilo de escritura de Eagle Eye Cherry le llevaba "a realizar comentarios de orden social en el ¨¢mbito personal, las canciones de este disco proceden del sentimiento de frustraci¨®n que uno tiene viendo lo inestable que est¨¢ el mundo". "El 11 de septiembre me pill¨® en mitad de una gira y eso se refleja en las canciones", se?ala. "Pero no se trata de plegarias, sino de una especie de cinismo para poder sobrellevar la realidad. La cuesti¨®n es que, si uno se levanta y pone la CNN, se deprime. ?Qu¨¦ debo hacer entonces? ?No ver la CNN? ?No, me niego! De eso trata el tema Don't give up. De que no hay que rendirse".
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