La falta de sensibilidad social del presupuesto 2004
Uno de los asuntos m¨¢s preocupantes hoy en Espa?a es el incremento del d¨¦ficit del gasto p¨²blico social entre Espa?a y el promedio de la Uni¨®n Europea. El gasto p¨²blico que el Estado espa?ol dedica a escuelas de atenci¨®n primaria, hospitales, universidades y educaci¨®n superior, escuelas de infancia, servicios domiciliarios, residencias de tercera edad, centros de rehabilitaci¨®n, viviendas asistidas, vivienda social, pensiones de vejez, viudedad e invalidez, y prevenci¨®n de la exclusi¨®n social es cada vez menor en comparaci¨®n con el promedio de la UE. En otras palabras, el promedio de la Europa comunitaria se gasta mucho m¨¢s en cada uno de estos cap¨ªtulos del Estado de bienestar que Espa?a, con el agravante de que tal gasto p¨²blico social est¨¢ creciendo m¨¢s r¨¢pidamente en el promedio de la UE que en Espa?a, con lo cual el d¨¦ficit social que Espa?a tiene con la Uni¨®n Europea est¨¢ aumentando en lugar de disminuir. Esta realidad est¨¢ expresada en el informe La desconvergencia social de Espa?a con la UE (v¨¦ase www.vnavarro.org), en el que sus autores documentamos el crecimiento de tal d¨¦ficit social con la UE, y mostramos a la vez que el Gobierno espa?ol ha conseguido alcanzar el equilibrio presupuestario a costa de aumentar el d¨¦ficit social con el promedio de la UE, el m¨¢s alto de ¨¦sta. El Gobierno espa?ol (y el Ejecutivo catal¨¢n, cuyo partido, CiU, ha apoyado hasta hoy todos los presupuestos del Gobierno del PP) respondi¨® inmediatamente movilizando todas las cajas de resonancia de los medios que controla (que son muchos) para negar tal realidad, se?alando que el crecimiento del gasto social ha sido una constante en su pol¨ªtica presupuestaria. Como ejemplo de ello, el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, ha se?alado que en el presupuesto para el a?o 2004 el gasto social subir¨¢ el 6,8%, mucho m¨¢s -a su juicio- que el crecimiento econ¨®mico del pa¨ªs proyectada para tal a?o. Es m¨¢s, el incremento de gasto p¨²blico en pensiones ser¨¢ incluso mayor, el 7%. Y en sanidad, el 5,9%.
En este mensaje, reproducido en todos los medios de informaci¨®n del pa¨ªs, se olvidan varios hechos esenciales. Uno de ellos es que el crecimiento de gasto social (6,8%) es un aumento nominal (es decir, que no descuenta, por ejemplo, la inflaci¨®n), cifra que es s¨®lo el 1% mayor que el proyectado crecimiento econ¨®mico del pa¨ªs, que de acuerdo con datos provistos por el propio Gobierno ser¨¢ para el a?o 2004 del 5,8%. En realidad, el aumento real del gasto p¨²blico ser¨¢ incluso menor que el 1%, puesto que Montoro calcula el crecimiento del gasto p¨²blico social del a?o 2004 con las cifras (te¨®ricas) presupuestadas al inicio del a?o fiscal 2003, no a partir de las cifras reales del gasto p¨²blico social de finales del a?o 2003, que son sensiblemente superiores. Si consideramos estos gastos reales, el supuesto 1% de incremento del gasto p¨²blico social sobre el crecimiento del PIB se reduce al 0,8%, que al dividirlo por el n¨²mero de habitantes (que ser¨¢ superior en 2004 que en 2003), da un aumento de tal gasto p¨²blico social por habitante mucho menor que el crecimiento promedio del gasto p¨²blico social por habitante en la UE. Este ¨²ltimo, al tener un gasto p¨²blico social mucho mayor que el espa?ol, tiene tambi¨¦n un incremento mucho mayor en t¨¦rminos reales (aunque este aumento pueda ser en algunos a?os menor en t¨¦rminos porcentuales al espa?ol). La mejor prueba de ello es que el gasto p¨²blico social durante varios a?os en el periodo 1993-2000 ha crecido porcentajes semejantes a los que anuncia ahora Montoro para 2004. El a?o pasado, por ejemplo, el crecimiento nominal del gasto p¨²blico social sobre el a?o anterior fue mayor (8,2%) que el propuesto para este a?o pr¨®ximo. Pues bien, cuando analizamos la evoluci¨®n del gasto p¨²blico social de Espa?a y el del promedio de la UE durante el periodo 1996-2000 (el periodo del Gobierno conservador hasta 2000, ¨²ltimo a?o del que hay datos comparables con la UE) vemos que el
d¨¦ficit de gasto p¨²blico social per c¨¢pita de Espa?a con la UE ascendi¨® de 2.039 unidades de poder de compra (upc, valor de la moneda estandarizado para homologar su poder de compra) en el a?o 1996 a 2.442 upc en el a?o 2000, un crecimiento de d¨¦ficit social p¨²blico de Espa?a con la UE de casi el 20%. Lo mismo ocurri¨® en las pensiones y prestaciones para la vejez, en las que el d¨¦ficit con el promedio de la UE de gasto p¨²blico por habitante en estas prestaciones aument¨® el 14% en Espa?a durante el periodo 1996-2000. Una situaci¨®n semejante ocurri¨® con el d¨¦ficit de gasto p¨²blico por habitante en sanidad con el promedio de la UE, que aument¨® durante el mismo periodo el 24%.
Esta es la realidad ignorada detr¨¢s del discurso triunfalista del Gobierno actual (y su aliado el partido gobernante de la Generalitat, que apoy¨® todos sus presupuestos). El gasto p¨²blico social, en pensiones y el sanitario (entre otros) contin¨²an siendo de los m¨¢s bajos de la UE, lo cual nos distancia cada vez m¨¢s del promedio de la UE. La convergencia social con la Uni¨®n Europea requiere un aumento real del gasto p¨²blico social mucho mayor que el considerado en todos los presupuestos del Estado aprobados desde 1993 (cuando se defini¨® como objetivo fundamental del presupuesto alcanzar el d¨¦ficit presupuestario cero, incluso a costa de aumentar el d¨¦ficit social). Ser¨ªa de desear que el mayor partido de la oposici¨®n, desoyendo las opiniones del coordinador de su programa econ¨®mico, Miguel Sebasti¨¢n (que ha indicado que el gasto p¨²blico como porcentaje del PIB deber¨ªa mantenerse al nivel actual, EL PA?S, 21 de septiembre de 2003), se comprometiera a alcanzar en dos o tres legislaturas el promedio de gasto p¨²blico social (como porcentaje del PIB) de la UE. En caso contrario, Espa?a continuar¨¢ en la cola de la Europa social.
Vicen? Navarro es catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra
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