Homenaje a un consenso que estuvo en peligro
La reuni¨®n de la ponencia constitucional que se celebr¨® en el Parador de Gredos en febrero de 1978 no fue en realidad uno de los momentos m¨¢s brillantes de la historia de la elaboraci¨®n de la Constituci¨®n. Casi se podr¨ªa decir que fue, por el contrario, uno de sus momentos m¨¢s pesimistas.
El Bolet¨ªn Oficial del Congreso de los Diputados hab¨ªa publicado el anteproyecto de Constituci¨®n, fruto de las sesiones a puerta cerrada mantenidas por los ponentes desde agosto de 1977, y desde hac¨ªa unas pocas semanas se hab¨ªan desatado todos los rumores, presiones y ataques concebibles. Representantes de la Iglesia, empresarios y fuerzas armadas fueron quienes m¨¢s alto hicieron o¨ªr su voz, pero tambi¨¦n se removieron los cimientos en los propios partidos pol¨ªticos, porque todo se hab¨ªa desarrollado en secreto, con el apoyo de equipos muy reducidos. La inmensa mayor¨ªa de los diputados y senadores elegidos en los comicios de 15 de junio de 1977 no ten¨ªa ni idea de lo que se negociaba.
A la vista del anteproyecto, muchos se pusieron en marcha para dejar constancia de su opini¨®n y se presentaron nada menos que 3.200 enmiendas, que fueron precisamente las que se encontraron los ponentes en la mesa del parador de Gredos. En aquellas fechas, la confidencialidad de los primeros meses se hab¨ªa roto y el consenso todav¨ªa no hab¨ªa nacido.
Es verdad que en Gredos los siete ponentes se esforzaron en mantener la cordialidad y el mutuo respeto de que hab¨ªan hecho gala desde el primer momento y que han conservado hasta hoy, pero tambi¨¦n lo es que en aquellas sesiones se empezaron a apreciar planteamientos muy enfrentados y que se opt¨® sobre todo por trabajar en aspectos m¨¢s bien t¨¦cnicos, como la sistematizaci¨®n de las enmiendas y la puesta a punto de los mecanismos de debate de las mismas.
Por aquel entonces, la izquierda se quejaba de que las enmiendas presentadas por los parlamentarios de UCD ten¨ªan una preocupante tendencia regresiva respecto a lo planteado en las sesiones previas y los propios centristas reconoc¨ªan que empezaban a tener importantes divergencias entre ellos mismos tanto sobre los contenidos como sobre la estrategia negociadora a partir de ese momento.
El consenso constitucional que se conmemoraba ayer en Gredos no naci¨® en realidad hasta algunas semanas m¨¢s tarde, en mayo de 1978, y despu¨¦s de que se produjera un sonoro portazo por parte de los socialistas, que denunciaron su exclusi¨®n de los acuerdos. Fue despu¨¦s de abandonar el Parador de la sierra abulense cuando se produjo el aut¨¦ntico cambio de tim¨®n, con la incorporaci¨®n de dos negociadores ajenos a la ponencia, el centrista Fernando Abril y el socialista Alfonso Guerra, cuando se empezaron a establecer los aut¨¦nticos pactos y cuando apareci¨® por fin la idea de consenso que dar¨ªa su nombre a la Constituci¨®n de 1978.
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