En un lugar de Europa
Los nuevos aires de la reconstrucci¨®n europea, incluidas las m¨¢s recientes calamidades en Bosnia y Kosovo, parecen hacer mella en el imaginario novel¨ªstico de nuestros d¨ªas: en Europa y m¨¢s espec¨ªficamente en nuestro pa¨ªs. Libros como El Danubio, de Claudio Magris, y El siglo, de G¨¹nter Grass, incluso Austerlitz, de W. G. Sebald, ser¨ªan impensables sin el tel¨®n de fondo de una Europa en llamas en buena parte del siglo anterior. Europa comienza a ser, adem¨¢s, para algunos escritores un continente novel¨ªstico, un continente donde hay personas enfrentadas a los grandes males de nuestros d¨ªas: enfermedades sociales y morales sin fronteras ni lenguas. Probablemente en esta tesitura haya que leer, de Peter Handke, La p¨¦rdida de la imagen o Por la sierra de Gredos. Tambi¨¦n con este criterio se puede leer El silencio de los ¨¢rboles, la segunda novela del escritor catal¨¢n Eduard M¨¢rquez, o Volver al mundo, de J. ?. Gonz¨¢lez Sainz.
EL LIBRO DE E
Javier Salinas
Siruela. Madrid, 2003
232 p¨¢ginas. 17 euros
El escritor vasco Javier Salinas (Bilbao, 1972) ha escrito una novela dentro de las coordenadas que apunt¨¦ m¨¢s arriba. El libro de E. Su asunto se desarrolla en un lugar de Europa. El que narra no es alguien determinado. Su historia o drama o tragedia o parodia de todo ello junto no es una concreta, pero alberga probablemente a todos los sujetos representativos de las ¨¦pocas m¨¢s inciertas e infelices de la Europa del siglo veinte y mucho me temo que de la presente. Javier Salinas ha ideado una voz, en el sentido que ha dado voz narrativa a una serie de ideas penetrantes sobre la posibilidad de concebir un sujeto europeo, ni mejor ni peor que los sujetos que representan a cada una de las naciones que la componen, en el pasado, en el presente y en el futuro. La estructura sobre la que se asienta esta novela es la del mon¨®logo. Su protagonista y narrador busca saber qui¨¦n es E, o qu¨¦ parte de E (de su memoria y de sus aflicciones) ¨¦l tiene y no tiene. E es el parado por una reconversi¨®n industrial, el que enga?a a su mujer tantas veces como le alcanza el tiempo, el que muri¨® en una trinchera en la Primera Guerra Mundial, el que fue asesinado por ser jud¨ªo, etc¨¦tera.
E es todos y nadie, un pro-
blema que afect¨® a buena parte de la novela europea. Dice E: "Yo dudo de todo pero no de lo que imagino. Lo que imagino me lo creo firmemente". Una vez m¨¢s los mecanismos de la ficci¨®n corrigen los mecanismos de la impostura de la Historia. En uno de los tantos seres corrientes (pero no por ello menos hist¨®ricos) que es E, ¨¦ste tiene un perrito que se llama Obl¨®mov. El nombrecito no es casual. Hace referencia a ese personaje literario que se pas¨® la vida intentando conciliar su bondad esencial con la m¨¢s absoluta indolencia. El E de Javier Salinas arrastra algo de aquella turbadora personalidad. Y su b¨²squeda, todo el meollo de esta soberbia novela, nos conduce hasta un callej¨®n cuya salida de emergencia es un inteligent¨ªsimo uso de la iron¨ªa y el humor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.