CiU y PSC consideran posponer la formaci¨®n del nuevo gobierno a las elecciones generales

Los principales partidos catalanes han incluido en sus c¨¢lculos para despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas del 16 de noviembre la eventualidad de que sus resultados sean tan ajustados que lleven a posponer para despu¨¦s de las elecciones legislativas, previstas para marzo de 2004, la formaci¨®n de un gobierno estable en la Generalitat. El aplazamiento perseguir¨ªa postergar la formaci¨®n de alianzas dif¨ªciles de explicar a sus respectivos electorados. Esta eventualidad, sin embargo, fue rechazada ayer de plano por Josep Llu¨ªs Carod Rovira, el l¨ªder de Esquerra Republicana (ERC), que aspira a ser componente imprescindible en el primer gobierno del pospujolismo.

Carod dijo ayer en un almuerzo con los directivos de la Confederaci¨®n Empresarial de Tarragona (Cepta) que ser¨ªa "un insulto al pueblo de Catalu?a" que algo tan importante como la formaci¨®n de su gobierno se pospusiera al resultado de las elecciones a Cortes. Eso indicar¨ªa, dijo, que se tiene a Catalu?a por una "triste provincia subordinada".

Lo que Carod rechaza forma parte, sin embargo, de los escenarios hipot¨¦ticos que las direcciones de todos los partidos, pero sobre todo CiU, el PSC y el PP, examinan cuidadosamente. En uno de estos escenarios, por ejemplo, el candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, podr¨ªa encontrarse en la misma situaci¨®n en que se vio Jordi Pujol en 1980. Es decir, que para formar mayor¨ªa en el Parlament necesitara el voto de los diputados de CiU y ERC, y por lo menos la abstenci¨®n del PP (cuyo espacio pol¨ªtico estaba ocupado en 1980 por Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico).

?sta es una eventualidad que ninguno de los tres protagonistas desear¨ªa tener que definir antes de las elecciones legislativas.

Pero tambi¨¦n los socialistas podr¨ªan estar interesados en posponer para despu¨¦s de las elecciones a Cortes la formaci¨®n de alianzas en Catalu?a. ?ste podr¨ªa ser el caso si, por ejemplo, el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, ganara las elecciones pero necesitara el concurso de ERC y creyera que un pacto con un partido independentista perjudicar¨ªa las posibilidades del PSOE en las elecciones generales.

Caben tambi¨¦n otras posibilidades. Una de ellas es, sin ir m¨¢s lejos, la misma que se dio hace cuatro a?os. Jordi Pujol fue investido presidente en 1999 con el voto de CiU y el PP, y la abstenci¨®n de ERC. Y s¨®lo cuando, unos meses despu¨¦s, el PP logr¨® su mayor¨ªa absoluta en las elecciones legislativas, Pujol cerr¨® totalmente las puertas a la alianza con ERC y consolid¨® la "pareja de baile CiU-PP", seg¨²n expresi¨®n acu?ada entonces. La variante ahora es que el PP ofrece tambi¨¦n a CiU que entre en el futuro gobierno de Espa?a si se repite una victoria de la derecha.

Pero entre las posibilidades te¨®ricamente abiertas para CiU se incluir¨ªa tambi¨¦n la eventualidad de intercambiar el apoyo a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, si ¨¦ste ganara en las legislativas espa?olas, a cambio de entrar en un gobierno de la Generalitat presidido por Maragall.

Para evitar tanta incertidumbre, Maragall no cesa de pedir a los electores un apoyo claro e inequ¨ªvoco que permita un cambio pol¨ªtico claro. Y por eso mismo Pujol repite que esta vez CiU necesita ganar mejor que en 1999.

La posibilidad de diferir unos meses la formaci¨®n de alianzas en Catalu?a despu¨¦s de las elecciones al Parlament ha sido favorecida por la decisi¨®n de Pujol de convocarlas lo m¨¢s cerca posible de las elecciones a Cortes, para las que se apunta la fecha del 7 de marzo.

El calendario poselectoral catal¨¢n es el siguiente: tras las elecciones del 16 de noviembre, la constituci¨®n del Parlament debe celebrarse a m¨¢s tardar el 7 de diciembre. Se inicia entonces un periodo de 10 d¨ªas de consultas del presidente del Parlament con los l¨ªderes de los grupos para encargar a uno de ellos la formaci¨®n de gobierno, para lo cual tendr¨¢ que someterse a la investidura como presidente de la Generalitat. Durante ese tiempo, los grupos deben negociar alianzas si ninguno ha logrado mayor¨ªa absoluta.

La fecha l¨ªmite para el debate de investidura del nuevo presidente es el 16 de diciembre. El debate puede durar hasta tres d¨ªas, por lo que cabe que la investidura se produzca el 19 de diciembre. Podr¨ªa ocurrir que en el candidato no lograse los votos necesarios para ser investido. Entonces se abrir¨ªa un nuevo periodo de consultas y un plazo m¨¢ximo de dos meses para nombrar presidente. Se llegar¨ªa as¨ª al mes de marzo.

Para que las elecciones generales puedan celebrarse el 7 de marzo es preciso que se convoquen a principios de enero, dos meses antes. Si el resultado de las elecciones catalanas fuera muy ajustado, en esa fecha es muy posible que los paratidos catalanes a¨²n estuvieran negociando la formaci¨®n de gobierno. Mas todav¨ªa si alguno de los protagonistas estuviera particularmente interesado en ello.