S¨¢ez ya ha elegido
Hay muchas razones para pensar que Espa?a era el mejor equipo del grupo, pero sus imprevistos fracasos en junio le han pasado una gravosa factura. Frente a Armenia cumpli¨® con la eficacia que le falt¨® en aquellos partidos frente a Irlanda del Norte y Grecia. La selecci¨®n pag¨® entonces el peso de un calendario atroz, con los jugadores m¨¢s atentos a las cuestiones de la Liga que al presumible tr¨¢mite en la fase de clasificaci¨®n de la Eurocopa. Tampoco ayud¨® el intempestivo clima que se viv¨ªa en la federaci¨®n y ciertos defectos en un equipo que necesita jugar bien o muy bien para ganar. No es de esos equipos que disponen de otros recursos para sostenerse en los malos partidos. Es un equipo liviano, de toque, sin contundencia f¨ªsica, escaso en el juego a¨¦reo, dependiente como pocos del estado de forma de los extremos. Cuando todas las piezas funcionan, Espa?a es quiz¨¢ la selecci¨®n m¨¢s atractiva de Europa, pero necesita que demasiadas condiciones operen a su favor.
El partido de Erevan fue poco m¨¢s que un tr¨¢mite. Sin embargo, despej¨® cualquier duda sobre las intenciones de S¨¢ez en la decisiva repesca que viene. El equipo que jug¨® frente a Armenia tiene todas las papeletas para afrontar el desaf¨ªo pr¨®ximo y, si se alcanza la clasificaci¨®n, la Eurocopa de Portugal. En cada l¨ªnea se apreciaron novedades. La carencia de competentes laterales izquierdos supone el ingreso de Puyol en esa posici¨®n. No es su perfil, pero la decisi¨®n parece correcta porque el emergente Marchena merece la titularidad junto a Helguera en el centro de la defensa. Albelda ser¨¢ el medio centro, en lugar de Xabi Alonso. Aunque su f¨²tbol tiene menos rango, es un favorito de S¨¢ez, que aprecia en el centrocampista del Valencia la clase de vigor y destreza defensiva que no es com¨²n en la selecci¨®n. A Baraja no se le discute, y menos a¨²n cuando juega junto a Albelda, con el que forma una s¨®lida sociedad.
El seleccionador se inclin¨® por Valer¨®n y retir¨® a Torres del equipo. La decisi¨®n parece juiciosa. Torres atraviesa una crisis de gran calibre. Es dif¨ªcil verle ahora mismo como el delantero de garant¨ªas que necesita Espa?a en la repesca. S¨¢ez tiene una buena colecci¨®n de arietes m¨¢s o menos cl¨¢sicos, encabezados por Morientes, Trist¨¢n o Luque. Alinear a cualquiera de ellos junto a Ra¨²l, significar¨ªa la salida de Valer¨®n del equipo, lujo que S¨¢ez, de forma juiciosa, no se quiere permitir. Puede que Ra¨²l no sea un ariete a la antigua, pero se adaptar¨¢ si encuentra a alguien que genere juego y posibilidades de gol a su alrededor. ?se no es otro que Valer¨®n, futbolista excepcional que est¨¢ en la necesidad de dar un paso adelante en los momentos cr¨ªticos de la selecci¨®n. No ha ocurrido hasta ahora. Le tocar¨¢ hacerlo en la repesca que se avecina. De lo contrario se confirmar¨¢n ciertas sospechas sobre el espesor de su ¨¢nimo.
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