La historia de los cohetes chinos se remonta 500 a?os
Hace m¨¢s de 500 a?os, durante el reinado de la dinast¨ªa Ming (1368-1644), Wan Hu, un funcionario apasionado por el dise?o y la fabricaci¨®n de cohetes, decidi¨® que era hora de que el ser humano volase como los p¨¢jaros. Un buen d¨ªa se sent¨® en una silla en la que hab¨ªa instalado dos cometas y 47 cohetes y dio orden a sus 47 ayudantes de que prendieran fuego a los proyectiles. Se produjo una fuerte explosi¨®n. Cuando se disip¨® el humo, Wan y la silla hab¨ªan desaparecido. El cient¨ªfico probablemente nunca alcanz¨® las estrellas, pero en su honor hay un cr¨¢ter en la luna que lleva su nombre.
El intento de Wan -si realmente se produjo- tuvo lugar en una ¨¦poca en que los misiles eran ampliamente utilizados por el Ej¨¦rcito chino. En el Museo Militar Revolucionario del Pueblo, en Pek¨ªn, situado en un edificio de estilo sovi¨¦tico en cuyo vest¨ªbulo se eleva una gran estatua de Mao Zedong, hay una buena muestra del dominio que los artificieros ten¨ªan de la p¨®lvora y la bal¨ªstica.
Drag¨®n de fuego
El m¨¢s curioso de los artilugios entre los muchos que fueron utilizados para combatir a los mongoles es el llamado Drag¨®n de fuego despegando de las aguas, considerado el primer cohete de varias etapas de la historia. Consiste en un tubo de bamb¨² con cabeza del animal mitol¨®gico, al cual est¨¢n adosados otros cuatro tubos m¨¢s peque?os, que al ser encendidos actuaban de propulsores. En el interior del cuerpo principal iban alojadas varias lanzas, que a su vez ten¨ªan sus propios cohetes. La punta de las lanzas sobresal¨ªa de la boca del drag¨®n. El ingenio es un precursor del proyectil de varias etapas Larga Marcha 2F, que ha colocado el primer astronauta chino en el espacio, y del cual hay varios modelos a escala en la sala principal del museo junto a tanques y aviones de los a?os cincuenta y sesenta. Comparten la nave con una copia del primer sat¨¦lite chino, en 1970: una esfera poli¨¦drica de un metro de di¨¢metro con antenas, que cuando entr¨® en ¨®rbita comenz¨® a difundir la canci¨®n revolucionaria El Este es rojo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.