?Bravo!
1) Transportes p¨²blicos. Por lo visto, la lucha de clases ha sido transformada en lucha de edades. La 'Querella de los antiguos y los Modernos'. Tengo 33 a?os (m¨¢s de 21 y menos de 65) y para nada me sobra el dinero. Bien. Ahora resulta que, si por ejemplo, al se?or Vilarasau de La Caixa de Pensions o al se?or Emilio Bot¨ªn se les ocurriera coger un autob¨²s, no pagar¨ªan porque son mayores de 65.
Yo, en cambio, s¨ª pagar¨ªa. Si a los sobrinitos de Ana Botella (en caso de existir y de tener menos de 21 a?os) o a los nietos de Abel Matutes, es un decir, se les ocurriera coger el metro, ellos no pagar¨ªan, es decir, no pagar¨ªan sus pap¨¢s (hermanos/as o hijos/as de Ana Botella y Abel Matutes); mientras yo, que tengo 33 a?os, s¨ª pagar¨ªa. ?Bravo, Simancas! Creo que empiezo a comprender c¨®mo entiende eso (tan demod¨¦) de la lucha de clases este nuevo socialismo que, lamentablemente, parece ser la ¨²nica alternativa a la barbarie pepera.
2) Rebeldes. Esperanza Aguirre emplaza al joven electorado a votar de forma cr¨ªtica. A ser rebeldes, dice Aguirre.
Asumiendo la trayectoria pol¨ªtica e ideol¨®gica del Partido Popular, imagino que el tipo de rebelde en que piensa Esperanza Aguirre cuando trata de emplazar ah¨ª la juventud, es ese tipo de rebeldes que se sublevaron en el 36 en ?frica y acabaron con la Rep¨²blica Espa?ola; o en los rebeldes de gafas ahumadas y bigotitos recortados que en 1973 mataron a un presidente electo y convirtieron Chile en una de las peores dictaduras; o incluso, y tal vez, en esos tres mamarrachos que protagonizan el spot de un ron con esp¨ªritu nocturno, donde la alegor¨ªa de la libertad se confunde con la memez del infantilismo, de la irresponsabilidad y de la, a fin de cuentas, renuncia a la libertad.
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