"En Espa?a hay miedo a las stock options"
Seg¨²n este experto, las opciones sobre acciones tienen una injustificada mala imagen
Tony Gennaoui, 48 a?os, responsable de la consultora Towers Perrin en Espa?a, estudi¨® en la Universidad de Chicago y se reconoce un empedernido liberal. Sentado en un peque?¨ªsimo despacho en el que destacan las fotos de su familia, Gennaoui, nacido en Egipto pero criado en Australia y Estados Unidos, explica en un fluid¨ªsimo espa?ol con acento imposible de identificar que dise?a complejos sistemas de retribuciones para altos ejecutivos de grandes empresas. Un mundo en cambio tras la publicaci¨®n en los ¨²ltimos tiempos de multimillonarios esc¨¢ndalos. "Casos de fraude contable, en su mayor¨ªa, en los que nada han tenido que ver las retribuciones", dice. Para hacer la entrevista, Gennaoui ha puesto una condici¨®n: no hablar sobre empresas ni ejecutivos concretos. No se puede citar ning¨²n nombre, pero a lo largo de la conversaci¨®n planean las sombras de asuntos como el primer plan de opciones sobre acciones (stock options) de la Telef¨®nica de Villalonga; las indemnizaciones otorgadas en algunos bancos, o dimisiones como la reciente del presidente de la Bolsa de Nueva York.
"Las retribuciones publicadas no me han escandalizado y me han parecido razonables por el tama?o de la empresa y la creaci¨®n de valor"
"En Espa?a se ha hecho much¨ªsimo en recursos humanos, pero queda a¨²n mucho por hacer, especialmente en comunicaci¨®n interna"
"La transparencia es la clave. El mito de la opacidad en las retribuciones, que ha sido una realidad hace poco tiempo, se est¨¢ deshaciendo"
Pregunta. ?Qu¨¦ es lo que debe cobrar un directivo y c¨®mo?
Respuesta
. El qu¨¦, una cantidad que refleje la creaci¨®n de valor y que sea competitiva en el mercado en el cual est¨¢ trabajando. En cuanto al c¨®mo, normalmente la retribuci¨®n tiene una parte fija, una variable anual, y un incentivo a largo plazo que deber¨ªa ser importante porque es la mejor manera de vincular la creaci¨®n de valor a la retribuci¨®n del directivo.
P. ?Quiere eso decir que la Bolsa es el referente principal para fijar las remuneraciones?
R. Es uno de ellos, no el ¨²nico. Una parte de la retribuci¨®n tiene que estar vinculada al valor en Bolsa, pero otra a cuestiones m¨¢s controlables internamente como pueden ser el ebitda (beneficio bruto de explotaci¨®n), u otros indicadores.
P. ?En qu¨¦ proporci¨®n?
R. En Espa?a, por ejemplo, si el salario del ejecutivo es cien, podr¨ªa haber un bonus anual de cien, y un incentivo a largo plazo tambi¨¦n de cien, pero dividido en dos. Una mitad en algo vinculado a la acci¨®n y la otra ligada a m¨¦tricas de planes estrat¨¦gicos a largo plazo.
P. Tras la difusi¨®n de varios esc¨¢ndalos referidos a las retribuciones los ejecutivos se quejan del deterioro de su imagen
R. Si alguien hubiese le¨ªdo la prensa de los ¨²ltimos 12 o 18 meses comprender¨ªa esa queja porque lo que se han difundido, y mucho, son las excepciones. No puedo est¨¢r m¨¢s en desacuerdo con la idea de que los ejecutivos act¨²an en funci¨®n de sus propios intereses por encima de los de los accionistas.
P. Tambi¨¦n dicen algunos que se est¨¢ dando una especie de ley del p¨¦ndulo, con la exigencia de medidas exageradas.
R. Al hilo de esas excepciones se est¨¢n produciendo muchos cambios que bienvenidos sean porque est¨¢n ayudando a mejorar el gobierno corporativo. No s¨¦ si las medidas que se recomiendan son exageradas o no, habr¨¢ que ver su aplicaci¨®n a lo largo del tiempo, pero lo que hemos visto hasta ahora de gobierno de la buena empresa no es excesivo. Son medidas positivas.
P. Y muchas veces poco extendidas, como la recomendaci¨®n de incluir con claridad las retribuciones de los consejeros, ejecutivos o no, en las memorias.
R. Muchas empresas lo hacen y de aqu¨ª a dos a?os lo har¨¢n muchas m¨¢s. El mito de la opacidad, que ha sido una realidad hace poco tiempo, se est¨¢ deshaciendo.
P. ?Cree que llegar¨¢ un momento en el que un accionista de base, de la calle, pueda ver en la memoria f¨¢cilmente esas retribuciones?
R. Creo que iremos a la norma americana de publicar la remuneraci¨®n de los cinco mejor pagados de cada empresa con un desglose pormenorizado.
P. De las que se conocen, ?le parece escandalosa alguna retribuci¨®n en Espa?a?
R. Francamente, de todo lo que he visto publicado, tanto en prensa como en memorias, nada me ha escandalizado y me ha parecido totalmente razonable en el contexto del tama?o de la empresa y la creaci¨®n de valor.
P. ?Cree que los abusos que se han conocido tienen que ver con el cambio de ciclo de la Bolsa? ?No podr¨ªa ser que antes tambi¨¦n existieran y como el mercado iba bien no pasara nada?
R. No creo que la Bolsa tenga que ver con un abuso contable.
P. ?Y con retribuciones desmedidas?
R. Es que eso de desmedido es muy relativo. Una cosa es desmedida s¨®lo si es desproporcionada al valor que se ha creado.
P. Pues ha habido casos, por ejemplo en el Reino Unido, en los que los accionistas han empezado a rebelarse en las juntas contra las retribuciones de los directivos.
R. Para m¨ª la clave es m¨¢s transparencia en las retribuciones, no s¨®lo en las pasadas, sino tambi¨¦n en las futuras. Las empresas deber¨ªan publicar, y ya lo hacen muchas inglesas, los par¨¢metros para fijar el incentivo a largo plazo, y as¨ª los accionistas podr¨ªan aprobar o no un sistema que funcionar¨¢ durante varios a?os.
P. ?Veremos eso en Espa?a donde todav¨ªa hay empresas que no desglosan las retribuciones?
R. Se est¨¢ generando tal bola de nieve que tambi¨¦n llegar¨¢.
P. Fuera tambi¨¦n se han producido, en relaci¨®n con el descontento por las retribuciones, dimisiones y hasta despidos. Y aqu¨ª, pese a contar con algunos casos que han levantado mucha pol¨¦mica, no ha ocurrido nada.
R. No se francamente de nada que haya merecido la dimisi¨®n de nadie en este pa¨ªs.
P.
?C¨®mo definir¨ªa la situaci¨®n en Espa?a?
R. Como razonable y saludable.
P. ?No echa nada en falta?
R. La remuneraci¨®n podr¨ªa tener m¨¢s parte variable atendiendo a la introducci¨®n de criterios a m¨¢s largo plazo. Adem¨¢s creo que todas las empresas cotizadas deber¨ªan tener comisiones de compensaciones y nombramientos. El papel ah¨ª de los consejeros independientes es fundamental para asegurar que los criterios de la retribuci¨®n variable, tanto a largo como a corto plazo, sean m¨¢s formales y conocidos.
P. Pero es que esa independencia se ha puesto en cuesti¨®n
R. Si hablo en funci¨®n de mi experiencia, no he dudado de la independencia de ninguno de los consejeros con los que he trabajado.
P. ?La ca¨ªda de la Bolsa ha afectado a la utilizaci¨®n de las opciones sobre acciones como f¨®rmula de financiaci¨®n?
R. S¨ª, mucho. La gente casi tiene miedo a usarlas, pero no s¨®lo por la evoluci¨®n de la Bolsa, sino por una mala imagen de este sistema retributivo, que para m¨ª no es justificable. Los casos estadounidenses de uso de stock options asociadas a fraude han salpicado tanto que se ha llegado a la conclusi¨®n de que es mejor no usarlas. Yo pienso todo lo contrario, creo que es el mejor instrumento que tenemos, incluso con todas sus limitaciones, para establecer un nexo claro entre el valor para el accionista y la retribuci¨®n del directivo.
P. Aqu¨ª la mala imagen parece que se gener¨® hace a?os, con la Bolsa subiendo y un plan muy pol¨¦mico.
R. Insisto en que no he visto ning¨²n caso en Espa?a que merezca la prensa que ha tenido
P. ?Tiene l¨ªmites la ambici¨®n?
R. La ambici¨®n, en el buen sentido de la palabra, no deber¨ªa tenerlos.
Arrastrados por la burbuja
Gennaoui cree que la retribuci¨®n no influye tanto en las decisiones que toma el directivo. "El ejecutivo hace lo que hace porque lo cree correcto, no por lo que gane. Otra cosa es preguntarse", dice, "si la compa?¨ªa tiene el sistema de retribuciones adecuado para reforzar lo que m¨¢s le importa a la empresa, por ejemplo la mejor eficiencia en el uso del capital. No es lo mismo tener un beneficio 100 utilizando un capital de 1.000 que un capital de 2.000".
P. ?No ha echado de menos m¨¢s ¨¦tica?
R. En general no es ese el problema, sino que lo que se consideraba aceptable hace cinco a?os, quiz¨¢s ahora no lo sea. Si se analizan las retribuciones de las empresas norteamericanas en los ¨²ltimos cinco a?os, se ve que hasta el 2000 eran muy altas porque la Bolsa estaba alta. Los consejeros que actuaron en esa ¨¦poca las fijaron mirando lo que se pagaba a su alrededor. Ahora juzgamos esas retribuciones, a toro pasado y con la Bolsa baja, y creemos que las fijaron a mala fe, y no fue as¨ª. Quiz¨¢s, simplemente, muchos se dejaron llevar por la burbuja.
P. Tambi¨¦n ha habido esc¨¢ndalos por retribuciones que permanecen tras la jubilaci¨®n...
R. Estas cosas hay que mirarlas en el contexto de la totalidad. Que alguien tenga un piso o un ch¨®fer despu¨¦s de jubilarse puede ser cosm¨¦ticamente poco est¨¦tico, pero perfectamente razonable en funci¨®n de los a?os que haya trabajado en la compa?¨ªa y del valor que haya creado. Entiendo que a los ciudadanos de a pie estas cosas, o las cifras de retribuciones, nos pueden parecer muy altas, pero est¨¢n en relaci¨®n con el valor creado.
P. ?Queda mucho por hacer en recursos humanos en Espa?a?
R. Estamos en la situaci¨®n del vaso medio vac¨ªo medio lleno. Se ha hecho much¨ªsimo, y queda mucho por hacer, especialmente en comunicaci¨®n interna, que es donde noto las mayores carencias.
P. ?No se ha abusado de las prejubilacionespor criterios de edad?
R. No se han hecho por capricho, sino por exigencia del mercado.
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