Algo m¨¢s que auditores
Las compa?¨ªas recortan la factura de asesor¨ªa y consultor¨ªa por la presi¨®n del mercado
Los esc¨¢ndalos empresariales han puesto bajo la lupa a los auditores. En Espa?a una de las consecuencias de ese escrutinio es la obligaci¨®n para las empresas cotizadas de publicar lo que pagan a estos profesionales por revisar las cuentas y por servicios distintos. Los primeros datos, correspondientes a 2002, indican que la mayor¨ªa no se pasa de la raya: s¨®lo 6 de las 35 compa?¨ªas del Ibex pagaron m¨¢s a sus auditores por consultor¨ªa y asesor¨ªas var¨ªas. La tendencia es reducir este gasto, por lo que este a?o dicho gasto ser¨¢ probablemente menor.
En sus bases de datos se encuentran todas las direcciones terminadas en .com y .net. A 30 de junio, ten¨ªa 27,5 millones de dominios
Seis de las 35 empresas que cotizan en el Ibex pagaron a su auditor cantidades superiores por otros servicios durante el a?o pasado
La factura m¨¢s alta pagada por una empresa del Ibex a su auditor en 2002 fue la de Telef¨®nica. La memoria del grupo constata que ¨¦ste pag¨® a Deloitte & Touche 15,92 millones de euros. En esa cantidad est¨¢ incluida la revisi¨®n de cuentas a la que est¨¢n obligadas las empresas de cierto tama?o, que ascendi¨® a 6,94 millones de euros, y los 2,9 millones de otros servicios de auditor¨ªa. El resto, es decir, 6,08 millones de euros (38%), correspondieron a distintos trabajos de consultor¨ªa y asesor¨ªa.
Es s¨®lo un ejemplo. La mayor¨ªa de las grandes empresas se han acostumbrado a utilizar a sus auditores como si fueran un supermercado donde contratar casi cualquier servicio -de consultor¨ªa, asesor¨ªa fiscal, legal o de inversi¨®n-, lo que puede poner en peligro la independencia del auditor, aseguran los expertos.
En Espa?a hasta ahora no hab¨ªa datos sobre esta cuesti¨®n. La ley financiera, que entr¨® en vigor a finales de 2002, incluye la obligaci¨®n para todas las empresas cotizadas de ofrecer informaci¨®n detallada de los honorarios del auditor, entre otras medidas dirigidas a reforzar la independencia de estos profesionales. Las empresas han publicado esta informaci¨®n por primera vez en sus memorias de este a?o. De las 35 compa?¨ªas del Ibex, s¨®lo cuatro no contrataron servicios adicionales a su auditor, seg¨²n el recuento hecho por Expansi¨®n. Son Indra, Metrovacesa, Banco Popular y Zeltia.
En el otro extremo estar¨ªan las seis que se gastaron m¨¢s en servicios de asesor¨ªa y consultor¨ªa que en la auditor¨ªa (v¨¦ase cuadro). Se trata de Altadis (el 63% de la factura), Enagas (80%), Gas Natural (78%), Iberdrola (57%), Red El¨¦ctrica de Espa?a (77%) y TPI-P¨¢ginas Amarillas (55%). El coste de la auditor¨ªa de cada uno var¨ªa mucho: desde los 91.000 euros de Enagas hasta los 1,868 millones de Iberdrola.
La mayor¨ªa de estas empresas se agarra a causas excepcionales para explicar la desproporci¨®n. Es el caso de Iberdrola; Enagas, que encarg¨® a PricewaterhouseCoopers que le ayudara a preparar los folletos de su salida a Bolsa; Gas Natural, que hizo una fuerte inversi¨®n en consultor¨ªa tecnol¨®gica a trav¨¦s de PwC Consulting (hoy IBM), o REE, cuya filial de telecomunicaciones pidi¨® a KPMG que le valorara distintas compa?¨ªas. Por ello es dif¨ªcil que estos datos se repitan en 2003.
La tendencia a reducir la factura por servicios de consultor¨ªa y asesor¨ªa ya puede comprobarse en pa¨ªses como el Reino Unido, donde s¨ª hay datos hist¨®ricos. All¨ª, las 100 empresas cotizadas de mayor peso contrataron un 26,5% menos estos servicios a sus auditores en 2002, seg¨²n un estudio de la revista Accountancy Magazine recogido en el Financial Times. En el sector de energ¨ªa de EE UU ha pasado algo parecido. Seg¨²n el an¨¢lisis de una de las cuatro grandes firmas, el gasto en otros servicios supon¨ªa 1,87 veces el de auditor¨ªa en 2001. El a?o pasado se redujo hasta el 0,72.
Espa?a no escapa a esta evoluci¨®n. En el caso de Telef¨®nica, "en los pr¨®ximos a?os la cantidad pagada por servicios distintos a la auditor¨ªa se va a reducir por lo menos a la mitad", aseguran fuentes de la operadora, que estiman que el recorte ya ser¨¢ este a?o de dos millones de euros.
La sucesi¨®n de esc¨¢ndalos empresariales explica en parte esta reacci¨®n de la operadora y otras grandes empresas cotizadas, que tambi¨¦n reconocen algunos auditores: "Para evitar problemas ya nadie quiere contratar todo en la misma firma", afirma C¨¦sar Ferrer, socio responsable de Gesti¨®n de Riesgos e Independencia de KPMG, y le da la raz¨®n Jos¨¦ Miguel Andr¨¦s, responsable de auditor¨ªa de Ernst & Young. En Deloitte, sin embargo, aseguran que las ventas de servicios distintos han bajado tanto que s¨®lo pueden subir.
Nuevas normas
Las nuevas normas dirigidas a reforzar la independencia de los auditores -en Espa?a es la ley financiera-no se lo impiden. Con el texto espa?ol en la mano, las auditoras pueden seguir siendo las firmas multidisciplinares de siempre. En primer lugar porque pueden vender aquellos servicios que suponen un conflicto de inter¨¦s a empresas a las que no auditan. Y tambi¨¦n porque casi todas las prohibiciones e incompatibilidades incluyen salvedades. Por ejemplo, los auditores no pueden realizar la auditor¨ªa interna -ser¨ªan juez y parte-, salvo que sea el cliente quien ejerce el control; y tampoco pueden ser auditor y abogado al mismo tiempo, a menos que lo hagan a trav¨¦s de distintas empresas. Las cuatro grandes separaron hace a?os a sus abogados.
"La ley financiera obliga a ser m¨¢s transparente, pero no que no se contrate", resume Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Gil, director econ¨®mico de REE. Adem¨¢s estas leyes no han querido entrar en servicios que han resultado controvertidos como la asesor¨ªa fiscal.
Los auditores se agarran a la ley para no abandonar determinados servicios: "Cumplimos la ley y mucho m¨¢s", subrayan en Deloitte. Al fin y al cabo, las firmas cuentan con sus propios sistemas para minimizar riesgos -programas inform¨¢ticos que detectan los conflictos-, hace a?os que separaron en varias empresas su oferta, vendieron sus filiales de consultor¨ªa tecnol¨®gica (salvo Deloitte, que no ha cerrado el trato) y est¨¢n sujetas al control del comit¨¦ de auditor¨ªa del cliente, un ¨®rgano obligatorio que vela por su independencia. Esta situaci¨®n explica, en parte, el incremento de precios de las auditor¨ªas, que ya no son una puerta de entrada para vender otros servicios y que cada vez exigen m¨¢s trabajo. Para Mar¨ªa Alvarado, profesora de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, "el auditor vive de su reputaci¨®n y tiene que demostrar que es independiente".
La pregunta ahora que existen datos es si existe una proporci¨®n razonable entre lo que un auditor cobra por revisar las cuentas y otros servicios. La ley no dice nada al respecto, aunque para el presidente del Instituto de Contabilidad y Auditor¨ªa de Cuentas (ICAC), Jos¨¦ Luis L¨®pez Combarros, hay que estudiar cada caso porque "no s¨®lo importa la cuant¨ªa". Un ejemplo: la b¨²squeda de un directivo para el cliente puede ser un servicio barato pero incompatible. El ICAC es el encargado de velar por esa independencia. El a?o que viene vigilar¨¢ que las firmas cumplen las nuevas normas. Su presidente espera que entonces no haya cantidades tan significativas por servicios diferentes a la revisi¨®n de cuentas como algunas de las pagadas en 2002.
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