El gran beneficiario

A una semana de las elecciones de la Comunidad de Madrid, todo hace pensar que Tamayo y S¨¢ez, y quienes estuvieran detr¨¢s de su fuga, se saldr¨¢n con la suya. El sondeo del Instituto Opina que hoy publica este peri¨®dico apunta a una holgada mayor¨ªa absoluta para el PP, que obtendr¨ªa cerca del 50% de los votos. Casi el 70% de los encuestados cree que su candidata ser¨¢ la pr¨®xima presidenta de la Comunidad. S¨®lo un aumento poco previsible de la participaci¨®n podr¨ªa modificar el pron¨®stico. PSOE e IU se quedar¨¢n, por tanto, sin el Gobierno de la Comunidad de Madrid que hab¨ªan ganado con todo derecho hace cuatro meses.

La incuestionable legitimidad democr¨¢tica de las elecciones del pr¨®ximo domingo no debe hacer olvidar el camino torcido por el que se ha llegado hasta aqu¨ª. Estas elecciones son una repetici¨®n que nunca debi¨® darse. El comportamiento fel¨®n de dos diputados elegidos en las listas socialistas provoc¨® la crisis que ha conducido a esta extempor¨¢nea convocatoria anticipada de elecciones. En cuatro meses se habr¨¢ dado un vuelco a la relaci¨®n de fuerzas pol¨ªticas, porque, mientras el electorado popular parece decidido a ir a votar en pleno, una parte de los votantes socialistas parecen haber optado por la abstenci¨®n, o el voto a los otros dos partidos. Algunos de los votantes que se quedar¨¢n en casa se hab¨ªan acercado al PSOE despu¨¦s de muchos a?os, otros iban por primera vez. En este caso, la mejor defensa no ha sido el ataque.

Las torpezas del PSOE parecen pesar m¨¢s en el ¨¢nimo de los ciudadanos que las acusaciones de complicidad con los tr¨¢nsfugas que los socialistas lanzaron contra el PP.

Al producirse la defecci¨®n de Tamayo y S¨¢ez, el PSOE respondi¨® con su expulsi¨®n inmediata, creyendo que de este modo hab¨ªa asumido las responsabilidades que le eran exigibles, y denunci¨® una trama urban¨ªstica con ramificaciones en el Partido Popular. ?ste se parapet¨® en la consigna de que era un problema interno de un PSOE que Zapatero no controla y mir¨® a otra parte cada vez que los indicios apuntaban a su territorio. El resultado ha sido que despu¨¦s de tres meses de barullo y comisi¨®n de investigaci¨®n, los socialistas no han conseguido su objetivo: convencer a los ciudadanos de que el problema estaba en el otro lado. Lo que Zapatero present¨® como el atentado m¨¢s grave contra la democracia desde el 23-F qued¨® en una red de complicidades entre los tr¨¢nsfugas, algunos empresarios de la construcci¨®n y alg¨²n dirigente madrile?o del PP que no lleg¨® a sustanciarse en t¨¦rminos concluyentes. Romero de Tejada, secretario del PP madrile?o, ha quedado en posici¨®n escandalosamente insostenible, pero su partido ha concluido que nada hay peor que asumir el m¨¢s leve atisbo de culpa y ah¨ª sigue.

La comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria no sirvi¨® para aclarar la trama y, sin embargo, contribuy¨® a debilitar la imagen de la pol¨ªtica en unos tiempos en que no suscita precisamente entusiasmo. En este clima ha llegado la nueva campa?a electoral. El ambiente es de indiferencia despu¨¦s de tanto hast¨ªo. El PP sigue una estrategia de m¨ªnimo riesgo, tratando s¨®lo de no estropear una victoria que da por adquirida. Y para ello, su candidata, Esperanza Aguirre, no ha encontrado f¨®rmula m¨¢s ¨²til que cerrarse en banda a cualquier debate en cualquier medio.

El PSOE se presenta en la campa?a con una lista del mismo corte que la anterior, con la guerrista Matilde Fern¨¢ndez como aditamento m¨¢s significativo. La Federaci¨®n Socialista Madrile?a se opuso a cambios de mayor envergadura que lleg¨® a plantearse la direcci¨®n socialista, que ha perdido as¨ª la oportunidad de renovar a fondo una federaci¨®n que lleva mucho tiempo siendo el tal¨®n de Aquiles del socialismo espa?ol. Simancas ha tomado la iniciativa con temas como el transporte y la vivienda, cuyo efecto est¨¢ por ver, aunque su estilo recuerde m¨¢s los tiempos de la lucha de clases que la socialdemocracia de las clases medias.

Una victoria del PP, dispuesto siempre a poner m¨¢s suelo disponible en manos de los constructores, consolidar¨ªa el modelo de crecimiento urban¨ªstico deliberadamente incontrolado que amenaza convertir a Madrid y a su entorno metropolitano en una urbe con crecientes disfunciones y problemas en servicios y en seguridad. Pero ahora mismo parece que los electores madrile?os se fijan m¨¢s en los errores cometidos por el PSOE desde el 25 de mayo que en las consecuencias de la consolidaci¨®n de la hegemon¨ªa popular. En cualquier caso, si las urnas confirman el pron¨®stico de las encuestas, habr¨¢n conseguido su prop¨®sito quienes quer¨ªan impedir que la alianza PSOE-IU gobernara Madrid. El gran beneficiario ser¨¢ el PP.