El n¨²cleo del poder vaticano
Los cardenales Sodano, Ratzinger y Re forman, junto con el secretario del Papa, el c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo a Juan Pablo II
Juan Pablo II se mantiene l¨²cido, pero su enfermedad no le permite ya supervisar personalmente todas las tareas que le corresponden como jefe supremo de la Iglesia cat¨®lica y como monarca absoluto del peque?o Estado del Vaticano. En el tramo final del pontificado adquieren especial relevancia un tr¨ªo de cardenales, en los puestos m¨¢s altos en la administraci¨®n vaticana, y una figura, la del secretario del Papa, que decide qu¨¦ hace y a qui¨¦n ve Juan Pablo II. Los cardenales Sodano, Re y Ratzinger ser¨¢n las personalidades m¨¢s relevantes en el Consistorio cardenalicio que comienza hoy.
Del Consistorio, en el que recibir¨¢n el anillo cardenalicio 31 nuevos purpurados (entre ellos uno que se mantiene in pectore, es decir, en secreto, probablemente por vivir en un pa¨ªs hostil al catolicismo), saldr¨¢n 135 "pr¨ªncipes de la Iglesia" con derecho a voto en el c¨®nclave que, cuando muera Karol Wojtyla, elegir¨¢ a su sucesor.
En la actual situaci¨®n de ocaso del pont¨ªfice, la importancia del polaco Stanislaw Dziwisz resulta indiscutible. Es el secretario personal de Karol Wojtyla desde hace 36 a?os, y el Papa le considera casi un hijo. Comparten residencia, misa diaria y comidas, y pasan juntos pr¨¢cticamente toda la jornada. Cuando Juan Pablo II recibi¨® el disparo de Al¨ª Ag?a, fue Dziwisz quien le tom¨® en brazos y quien se empap¨® con su sangre. Dziwisz no s¨®lo cuenta con el afecto y la confianza de Wojtyla: prepara adem¨¢s su agenda y controla el acceso al estudio y las estancias papales.
En los ¨²ltimos a?os, a causa de la creciente fragilidad de Juan Pablo II, Dziwisz ha asumido con frecuencia el papel de representante del pont¨ªfice: ¨¦l acude a las reuniones y expone el punto de vista del Papa; luego recoge las preguntas de sus interlocutores, las traslada al Papa y regresa con las respuestas. Durante meses se especul¨® con la posibilidad de que Wojtyla quisiera asegurar el futuro de su secretario nombr¨¢ndole arzobispo coadjutor de Cracovia, para que, con el tiempo, se hiciera cargo del arzobispado que ¨¦l mismo ocupaba antes de ser elegido Papa. Juan Pablo II le nombr¨® arzobispo hace unos d¨ªas, pero manteni¨¦ndole a su lado: Dziwisz seguir¨¢ junto a Wojtyla hasta el fin.
El cardenal Sepe cuenta tambi¨¦n con el afecto de Juan Pablo II, a quien represent¨® personalmente este verano en un viaje a Mongolia, y es, sobre todo, amigo personal de Stanislaw Dziwisz. Sepe es considerado un hombre de aparato y un gran organizador.
En el c¨ªrculo de poder del Vaticano figura tambi¨¦n, el cardenal Joseph Ratzinger, decano del colegio y jefe de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (antigua Inquisici¨®n), y mano derecha de Wojtyla en la tarea de reprimir la heterodoxia. El s¨¢bado, tras el almuerzo cardenalicio por los 25 a?os de pontificado, fue Ratziger quien ley¨® un texto de homenaje al Papa y quien recibi¨® de ¨¦ste un c¨¢lido y emocionado apret¨®n de manos. Ratzinger es, adem¨¢s, quien supervisa los textos eclesi¨¢sticos del Papa, como un reciente documento sobre la funci¨®n del obispado que, contra el deseo expreso de numerosos obispos, consagraba la fuerte centralizaci¨®n de la Iglesia.
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