Urbanismo en la Axarqu¨ªa

En EL PA?S del d¨ªa 12 aparece un art¨ªculo sobre el enfrentamiento abierto entre la Junta de Andaluc¨ªa y los alcaldes de la Axarqu¨ªa en torno a la normativa urban¨ªstica que impide la proliferaci¨®n de construcciones en zonas rurales. Esta normativa est¨¢ dando muchos quebraderos de cabeza a los especuladores inmobiliarios, pues amenaza con reducirles la enorme cantidad de ingresos que han obtenido en los ¨²ltimos a?os con la venta de chalet a los turistas extranjeros. Basta con darse una vuelta por la Axarqu¨ªa malague?a para ver que esta zona ya no est¨¢ tan virgen: La costa desde Nerja hasta M¨¢laga ya forma casi una urbanizaci¨®n; cada vez quedan menos espacios libres de ladrillos.

En el interior, los chalet (en su mayor¨ªa ilegales) se han reproducido como setas. La transformaci¨®n paisaj¨ªstica y la destrucci¨®n medioambiental, as¨ª como la presi¨®n sobre recursos limitados como el suelo y el agua, poco parece preocuparles a los alcaldes de la Axarqu¨ªa, que han hecho muy poco para impedir la proliferaci¨®n de miles de viviendas ilegales en sus municipios.

Ahora que tanto se habla de las relaciones entre los pol¨ªticos y los intereses inmobiliarios, ?por qu¨¦ no se investiga la conexi¨®n entre estos alcaldes y algunos promotores urban¨ªsticos?

Ellos, en sus alegaciones, para continuar con el ritmo urban¨ªstico actual, aluden al todav¨ªa bajo nivel de renta que muestran los indicadores socioecon¨®micos. Imagino que no se refieren a la renta de los especuladores, sino al de la gente trabajadora, que muy poco se est¨¢n beneficiando de este boom urban¨ªstico, m¨¢s bien al contrario, pues, como se sabe, el precio de la vivienda y los salarios no han subido de forma proporcional, y menos aqu¨ª, donde la fuerte demanda de viviendas y parcelas por extranjeros de un nivel adquisitivo m¨¢s alto ha hecho que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n no pueda acceder a una vivienda o a un trozo de tierra para cultivar.

La transigencia de la Junta frente a las presiones de estos alcaldes supone otra victoria de los especuladores inmobiliarios, los que verdaderamente gobiernan Espa?a.