Fern¨¢ndez ?lvarez analiza a una Isabel la Cat¨®lica "devota y no santa"
El historiador publica una biograf¨ªa que desmonta algunos t¨®picos
Devota, s¨ª; beata, tambi¨¦n, pero de esas que no se ganaban el cielo con sus obras. As¨ª era en el aspecto religioso Isabel la Cat¨®lica, seg¨²n el historiador Manuel Fern¨¢ndez ?lvarez, que aborda ahora la figura de la reina crucial de Castilla despu¨¦s de sus ¨¦xitos con Juana la Loca y Felipe II. Este historiador de la Espa?a moderna ha torcido clich¨¦s y ha penetrado a fondo en un personaje que, seg¨²n ¨¦l, "montaba m¨¢s que su marido Fernando".
?Era guapa Isabel la Cat¨®lica? "Pues, a juzgar por la foto que va en la portada del libro, no, ?verdad? Pero es que es un retrato del final de su vida, cuando hab¨ªa pasado muchas penas. Sin embargo, de joven, echando mano de mis ascendentes asturianos, yo dir¨ªa que fue guapina, m¨¢s que guapa, de agradable faz, ?me entend¨¦is?", dice este profesor, mago del best seller hist¨®rico, que present¨® esta semana en Madrid su obra Isabel la Cat¨®lica (Espasa) en una comida / clase magistral en la que el bi¨®grafo rompi¨® algunos t¨®picos sobre este personaje clave en la historia de Espa?a y de la que espera vender tantos cientos de miles de ejemplares como los que ha sumado con Felipe II y su tiempo; Carlos V, el C¨¦sar y el hombre; Juana la Loca, la cautiva de Tordesillas o Jovellanos, el patriota.
Don Manuel, ?merece ser santa? "No me llam¨¦is don Manuel, tutearme, que as¨ª yo me siento m¨¢s chaval, hombre", pide el maestro a los periodistas que asisten como alumnos renovados a escucharle y a tomar apuntes. "Sab¨ªa que eso me lo preguntar¨ªan; vamos all¨¢", se lanza este personaje simp¨¢tico, hablador y certero. "Fue una gran reina, pero de ah¨ª a la santidad hay un trecho. Era muy devota. Todos los santos han sido devotos, cierto, pero, por ejemplo, ser reina implicaba a veces repartir una justicia implacable y ella prefer¨ªa el rigor en las penas a la clemencia". Luego estaba la cosa del designio divino. "S¨ª, eso en ella fue muy importante porque no iba para reina y al conseguirlo crey¨® que era cosa de Dios".
?Qui¨¦n montaba m¨¢s, Isabel o Fernando? "Eso fue una expresi¨®n popular muy acertada. Es dif¨ªcil ver la importancia de los dos en cada cosa. Fueron dos figuras prodigiosas, pero despu¨¦s de haber estudiado a Isabel a fondo, a quien me he llevado durante muchas veces en los ¨²ltimos tiempos a la cama, castamente, se entiende, y con los documentos, pues creo que ella montaba m¨¢s que Fernando", confiesa todav¨ªa rendido a los encantos del personaje sobre el que ha escrito. "Quiz¨¢ cuando escriba la biograf¨ªa de Fernando cambie de opini¨®n", avisa. "De todas formas, ese dicho empieza con Nebrija, que sol¨ªa emplear la expresi¨®n s¨®lo con monta tanto, pero alud¨ªa al nudo gordiano, a la acci¨®n. Ven¨ªa a decir que lo que importa es el resultado de las cosas. Luego, el pueblo lo adapt¨® de forma muy sabia y qued¨® as¨ª como la conocemos", aclara Fern¨¢ndez ?lvarez.
?Y quien lea su biograf¨ªa quedar¨¢ a favor o en contra de do?a Isabel? "Esa pregunta me la hago yo todav¨ªa", salta el profesor. "Yo mismo sigo perplejo ante esta Isabel. Sobre todo cuando llego al a?o 1492. Ah¨ª me pregunto, ?fue un a?o admirable o fue horrible?". El maestro para en la reflexi¨®n pero no elude la pregunta. Se la clarifica por dentro y sigue con el discurso: "Cuando vemos a los jud¨ªos camino del destierro entre tanto sufrimiento, tanta sinraz¨®n, sabemos que fue un hecho terrible para su tiempo, que fue una crueldad, y la crueldad y la maldad no se ven con distancia hist¨®rica: son siempre iguales en todas las ¨¦pocas. Como las hogueras de la Inquisici¨®n. Ni el papa Sixto IV sab¨ªa c¨®mo poner freno a aquello", reflexiona. Luego hay cosas que, a su juicio, elevan la balanza: "La Reconquista fue impulsada por ella, que le dio un aliento poderoso. Luego est¨¢ el descubrimiento, que tambi¨¦n lanz¨® ella, y ah¨ª es donde definitivamente podemos decir que fue un a?o maravilloso".
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