Entre autonom¨ªa e integraci¨®n
La actual coyuntura pol¨ªtica y social en Am¨¦rica Latina est¨¢ signada por un contexto de profunda crisis, cuyos s¨ªntomas comunes son la recesi¨®n econ¨®mica, el cuestionamiento al funcionamiento del modelo democr¨¢tico representativo basado en la hegemon¨ªa de los partidos pol¨ªticos y la exclusi¨®n social y cultural; lo cual ha provocado una intensificaci¨®n de los conflictos y la protesta social, protagonizada por distintos actores sociales y pol¨ªticos entre entre los que resalta la creciente presencia de los movimientos ind¨ªgenas.
En Am¨¦rica Latina, la poblaci¨®n ind¨ªgena representa cerca del 8% del total, es decir, 40 millones de los 500 millones de habitantes. Un 91,8% de los ind¨ªgenas se concentra en seis pa¨ªses: M¨¦xico, Ecuador, Per¨², Bolivia, Guatemala y, en menor medida, Chile; adem¨¢s, existe una asociaci¨®n directa entre pueblos ind¨ªgenas, pobreza y exclusi¨®n. Sin embargo, hasta el momento no se han establecido pol¨ªticas gubernamentales claras para enfrentar los problemas planteados por estos sectores sociales, sino simplemente medidas aisladas, puntuales y reactivas a las demandas y movilizaciones de los pueblos ind¨ªgenas.
Existe una asociaci¨®n directa entre pueblos ind¨ªgenas, pobreza y exclusi¨®n
El proceso hist¨®rico de constituci¨®n de estos actores en movimientos pol¨ªticos se sit¨²a en los a?os ochenta y noventa y, a pesar de las m¨²ltiples vertientes y caracter¨ªsticas que han asumido en Suram¨¦rica, se pueden encontrar elementos comunes, como, por ejemplo, su emergencia en el escenario pol¨ªtico. Si bien iniciaron sus acciones de protesta a trav¨¦s de reivindicaciones concretas, fragmentadas y asentadas en aspectos socioecon¨®micos y de defensa de su identidad y derechos en el marco de las comunidades, luego logran articular un discurso m¨¢s integral y pol¨ªtico cuestionando al Estado y demandando su reconocimiento como sujetos en el ¨¢mbito p¨²blico. Como producto de las movilizaciones ind¨ªgenas se ha logrado, por ejemplo, incluir en la casi totalidad de las constituciones pol¨ªticas el reconocimiento del car¨¢cter pluricultural y multi¨¦tnico de los Estados.
No olvidemos la concepci¨®n homogeneizante que se intent¨® establecer en la construcci¨®n del Estado-naci¨®n en Am¨¦rica Latina, y los influjos arrasadores de la globalizaci¨®n, que han tendido a la desestructuraci¨®n comunitaria y a la desarticulaci¨®n de los principios que la sustentan: la solidaridad, la reciprocidad, el comunitarismo.
En la d¨¦cada de los noventa incurren en el escenario pol¨ªtico las organizaciones de los pueblos ind¨ªgenas con voz propia, como movimientos identitarios sustentados en una clara imagen de s¨ª mismos y del "otro", afirmando su identidad ¨¦tnica, rechazando la discriminaci¨®n, la exclusi¨®n y demandando la igualdad de derechos. La multiplicidad de formas organizativas que adoptan es complementada por una diversidad de m¨¦todos de lucha e inserci¨®n del movimiento ind¨ªgena en el escenario de la pol¨ªtica. Las acciones sociales de estos movimientos son la protesta, la violencia, los levantamientos, las tomas y los bloqueos; ¨¦stas luego aparecen combinadas con una participaci¨®n cada vez mayor a trav¨¦s de candidaturas en elecciones nacionales y locales, la ocupaci¨®n de espacios parlamentarios y municipales y el acceso a cargos p¨²blicos; es decir, mediante mecanismos pol¨ªtico-institucionales del sistema democr¨¢tico representativo.
El impacto de la presencia pol¨ªtica de los pueblos ind¨ªgenas es diverso, y no puede establecerse una tendencia general, porque adem¨¢s de los factores mencionados tiene que ver con variables externas a estos movimientos como la correlaci¨®n de fuerzas, la condici¨®n de ser mayor¨ªas (como en Guatemala, Bolivia y Ecuador) o minor¨ªas (en el resto de los pa¨ªses), los nexos internacionales, las relaciones solidarias con otros sectores sociales, as¨ª como con los contextos sociopol¨ªticos de cada pa¨ªs. Por ejemplo, la apertura o debilitamiento del sistema democr¨¢tico, la gravedad de la crisis; la capacidad y el grado de credibilidad en el sistema de representaci¨®n tradicional, entre otros.
A partir de estas consideraciones se generan varias lecturas que pueden sintetizarse en dos posiciones contrapuestas, pero que, parad¨®jicamente, podr¨ªan resultar convergentes: la primera tiende a mantener la autonom¨ªa e independencia de los pueblos originarios y fortalecer la idea de las m¨²ltiples nacionalidades a partir de sus formas tradicionales, que luego deriva en propuestas pol¨ªticas autoexcluyentes, aislacionistas, que tienden a la ruptura del actual sistema pol¨ªtico y, en todo caso, a la construcci¨®n de un orden alternativo. En tanto que la segunda propende a la participaci¨®n del movimiento pol¨ªtico ind¨ªgena en los espacios de participaci¨®n democr¨¢ticos e institucionales e incluirse en los mecanismos de decisi¨®n pol¨ªtica. Lo cual implica, por una parte, adscribirse a las reglas del juego democr¨¢tico y, por otra, trascender un discurso particularista y generar pol¨ªticas de alianza con otros sectores afines para lograr una mejor ubicaci¨®n en el escenario electoral (como es el caso del reciente posicionamiento de Evo Morales en Bolivia). En otras palabras, propone modificar las fronteras ¨¦tnicas tambi¨¦n en lo pol¨ªtico. El riesgo de esta ¨²ltima lectura es la posibilidad de una diluci¨®n de la identidad ind¨ªgena en la trama institucional del Estado y el ejercicio de la representaci¨®n.
En esta disyuntiva, los movimientos ecuatorianos y zapatistas juegan entre las dos concepciones: la consolidaci¨®n y defensa de sus comunidades en un sistema paralelo de representaciones aut¨®nomas locales, pero, al mismo tiempo, mecanismos de comunicaci¨®n con espacios p¨²blicos en el sistema pol¨ªtico democr¨¢tico representativo.
?C¨®mo resolver este falso dilema entre la autonom¨ªa y la integraci¨®n? La pol¨ªtica es el lugar que permite este encuentro, y particularmente el ejercicio pol¨ªtico de una democracia amplia y participativa, despojada del prejuicio liberal y excluyente que suele acompa?arla. Una inclusi¨®n asentada en la afirmaci¨®n y fortalecimiento de la identidad de los pueblos ind¨ªgenas, pero inscrita en un escenario plural, deliberativo, diverso, basado en la integraci¨®n y el bien com¨²n como fin de la pr¨¢ctica pol¨ªtica.
Mar¨ªa Teresa Zegada Claure, soci¨®loga, es profesora e investigadora de la Universidad Mayor de San Sim¨®n, de Cochabamba, Bolivia.
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