Los despistes de Overmars

El fichaje m¨¢s caro de la historia del Barcelona -Joan Gaspart pag¨® al Arsenal 4.800 millones de pesetas- responde al nombre de Marc Overmars, extremo holand¨¦s que puede presumir de acumular el mejor palmar¨¦s de toda la plantilla. A sus 31 a?os, suma 13 t¨ªtulos entre el Ajax y los gunners. Pero hoy, otra vez por decisi¨®n de su paisano Frank Rijkaard, volver¨¢ a ver un partido, ante el Murcia, sentado en la tribuna del Camp Nou. Lo malo es que la afici¨®n no le echar¨¢ en falta. A diferencia de lo que ocurre con Kluivert, los seguidores ya casi no esperan nada de ¨¦l.

Su aportaci¨®n vestido de azulgrana se puede resumir en una tarde inolvidable ante el Liverpool con Charly Rexach en el banquillo, buenos partidos en los cl¨¢sicos con el Madrid -hay quien piensa que s¨®lo le motiva jugar frente a M¨ªchel Salgado- y los cientos de an¨¦cdotas que le han convertido en alguien entra?able como pocos para los que, d¨ªa tras d¨ªa, trabajan en el Camp Nou, ya sea con el bal¨®n o con la grabadora.

Overmars responde al arquetipo de ingenuo aldeano, aunque en una segunda impresi¨®n denota que no tiene un pelo de tonto. Es tan despistado que un d¨ªa se fue a casa olvidando a su esposa en el garaje del Camp Nou. Tambi¨¦n es capaz de intentar levantar el ¨¢nimo a sus compa?eros, tras ser eliminados de la Copa por el Figueres, al grito de "no pasa nada, en la vuelta remontamos", cuando la eliminatoria se jugaba a partido ¨²nico. O de sentarse en el banquillo con chancletas en los pies, para desespero del t¨¦cnico, que, al ordenarle que efectuara ejercicios de calentamiento, descubri¨® que se hab¨ªa dejado las botas en el vestuario.

Seguidor del Go Ahead Eagles, equipo representativo de la peque?a localidad de Deventer, donde comenz¨® a correr por la banda, durante muchos a?os fue perseguido en Holanda por las revistas del coraz¨®n. Le consideraban pareja de un tal Gordon, cantante gay holand¨¦s equiparable a Georgie Dann. Finalmente, descubrieron que su inclinaci¨®n era bien distinta el d¨ªa que anunci¨® su boda con miss Holanda, Chantal, con la que tiene dos hijos.

Tan aficionado a las apuestas por Internet -un ex entrenador del Bar?a le encontr¨® cabizabajo antes de empezar un partido y, al preguntarle, confes¨® que acababa de perder 6.000 euros- como a coleccionar antiguedades, especialmente de anuncios en soporte met¨¢lico de principios del siglo pasado -"tengo una preciosa de An¨ªs del Mono", presume-, no oculta su afici¨®n a criar animales en la granja de su familia, donde tiene, entre otras muchas especies, una llama.

Pero, siendo raro, tanto que pidi¨® al club que cuando retirara la min¨²scula y vieja nevera del cuarto de los ¨¢rbitros le avisaran y la tiene en su casa, Overmars no ignora que su contrato acaba al t¨¦rmino de la pr¨®xima temporada. En Barcelona vive bien, pero tiene la sensaci¨®n de que la cosa se acaba, sentencia antes de equivocarse de puerta otra vez.