En M¨¢laga
La segunda modernizaci¨®n lat¨ªa en M¨¢laga el lunes 27 de octubre. ?sa es ya una fecha para la historia, el d¨ªa en el que qued¨® inaugurado el Museo Picasso. Ha vuelto. Lo ha tra¨ªdo su propio viejo deseo, cumplido al fin por la voluntad de Christine Picasso, a cuyo empe?o se sum¨® su hijo Bernard. Y mucho m¨¢s. Sin duda nada habr¨ªa podido llegar a donde ha llegado si no hubiera existido la voluntad familiar de que se cumpliera el deseo de Picasso, pero hay mucho m¨¢s que eso. Hay una apuesta pol¨ªtica que ha sido la que nos ha tra¨ªdo a la celebraci¨®n de una realidad, que alimenta la esperanza de que la llamada segunda modernizaci¨®n, que para algunos es poco m¨¢s que un juego electoralista y sin ambici¨®n real, sea algo tangible. La unanimidad en el elogio a lo visto en el Palacio de Buenavista; todos los signos de intenci¨®n de alejamiento de cualquier t¨®pico f¨¢cil y barato en los actos organizados con motivo de la inauguraci¨®n del museo; la sensaci¨®n de estar disfrutando de una modernidad real, alimentaba la exigencia, para que, a partir de ahora, nadie tenga excusas.
En M¨¢laga, con la consecuci¨®n del Museo Picasso, la Junta de Andaluc¨ªa ha demostrado que hay pol¨ªticas que llevan directamente al ¨¦xito. Desde el momento en el que Christine Picasso decidi¨® intentar la vuelta de Picasso a su ciudad definitivamente hasta que en la ma?ana del martes se abrieron a las diez de la ma?ana las puertas del Palacio de Buenavista para que pasaran los cientos de ciudadanos que hac¨ªan cola bajo la lluvia para disfrutar de lo que ya es suyo, nuestro, de todos, cada paso que se ha dado ha ido en la buena direcci¨®n. ?Sorprendente! dijo la Reina. ?Sorprendente!, dec¨ªa una encantada Paloma Picasso, reivindic¨¢ndose andaluza en la lluviosa ma?ana malague?a.
Bajo la luz de miles de velas en un fondo negro de reminiscencias neoyorquinas, en la carpa del Puerto de M¨¢laga la noche del lunes de las maravillas, alguien cerca de m¨ª comentaba: ?Esto parece la inauguraci¨®n de la segunda modernizaci¨®n! Desde luego la imagen s¨ª pod¨ªa servir para ilustrar todo lo que se contiene en el documento de los expertos, con estrategias y propuestas para la segunda modernizaci¨®n. ?se, sin duda, es un camino.
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