Premio al ataque loco

El Albacete se equivoc¨® con la pelota y el Villarreal sin ella. El Albacete eligi¨® la posesi¨®n, apuntar siempre a la porter¨ªa de Reina y... a ver qu¨¦ pasa. Su abnegaci¨®n tuvo premio en medio de una de esas andanadas confusas que Parri lider¨® sin descanso hasta conseguir dos goles.

David S¨¢nchez debe de tener el pie ondulado porque no deja de tirar sombreros. El medio centro del Albacete es elegante, de porte esbelto, t¨¦cnico, con enormes condiciones. Y uno se pregunta por qu¨¦ apenas influye en el juego de su equipo. El cuadro se hace y deshace en derroches de entusiasmo alrededor del bal¨®n. El problema es que, como S¨¢nchez, nunca sabe cu¨¢ndo ni d¨®nde tirar el sombrero. Sus volantes dudan entre pasar y encarar. Sus delanteros se desmarcan permanentemente, pero muchas veces a ninguna parte. En medio de la confusi¨®n reina Parri, que ataca y ataca dando coherencia a la ofensiva.

El Villarreal, que no quiso tener el bal¨®n, fue el opuesto. Se estructura en torno a Riquelme, un jugador que necesita la pelota, pero al que nadie se la pasa a tiempo.