Arranca la campa?a electoral catalana m¨¢s re?ida entre PSC y CiU, con ERC de bisagra
Aznar viajar¨¢ en cinco ocasiones a Catalu?a para respaldar los actos del Partido Popular
Nunca desde 1980 las espadas hab¨ªan estado tan en alto como en las elecciones catalanas que se celebrar¨¢n el pr¨®ximo 16 de noviembre, las primeras sin Jordi Pujol. El socialista Pasqual Maragall y el convergente Artur Mas medir¨¢n sus fuerzas en esta dura campa?a que ha comenzado oficialmente a las cero horas de hoy y en la que el PSC parte como favorito: entre dos y cuatro puntos, seg¨²n los sondeos. El tercero en discordia ser¨¢ Esquerra Republicana (ERC), que puede constituirse en bisagra de la situaci¨®n tras una campa?a durante la que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar desembarcar¨¢ en cinco ocasiones.
"Vengo a ocupar el espacio del centro", dijo ayer Mariano Rajoy, candidato del PP a la presidencia del Gobierno, quien visit¨® Girona, un feudo muy convergente. Su objetivo confeso es recuperar el voto que CiU ha dejado a su derecha. El voto de aquellos que se sienten catalanes y espa?oles y que est¨¢n alarmados por los gui?os que, desde la candidatura de Artur Mas, se lanzan hacia el electorado m¨¢s nacionalista y que se fuga hacia Esquerra Republicana. Los republicanos, desde su soberanismo, juegan la baza de la ambivalencia o la ambig¨¹edad calculada -seg¨²n los analistas- gracias a su posible papel de bisagra. Pero no est¨¢ claro si dispondr¨¢n de doble llave, decantando ellos la mayor¨ªa o solo podr¨¢n pactar con una de las formaciones vencedoras: PSC o CiU.
Las urnas dar¨¢n respuesta a muchos de estos interrogantes. Pero primero habr¨¢ 15 d¨ªas de campa?a. Y ayer lleg¨® el pistoletazo de salida. En el arranque oficial -el real comenz¨® hace meses- los partidos est¨¢n ya en la fase -una vez que ya han intentado consolidar a su electorado- de tratar de ara?ar el voto de los partidos fronterizos. Josep Llu¨ªs Carod Rovira, el l¨ªder de los republicanos, lo enunci¨® ayer de manera clara: "CiU no sabe c¨®mo hacerlo para atrapar la fuga de votos hacia ERC, porque nosotros somos quienes representamos la herencia de la Converg¨¨ncia Democr¨¤tica fundacional".
CiU es pues, en su condici¨®n de fuerza que ha ocupado la centralidad pol¨ªtica en Catalu?a, la formaci¨®n cuyos votos son codiciados por los restantes partidos. Esta batalla se duplica con la disputa por la herencia de Jordi Pujol, que en esta ocasi¨®n no concurrir¨¢ a los comicios catalanes por vez primera en 23 a?os. Porque a lo largo de este periodo la permanente mayor¨ªa nacionalista ha ido encogiendo. Las mayor¨ªas absolutas de mediados de los ochenta y de principios de los noventa han dado paso a estrecheces pol¨ªticas, como la que arranca de 1999. En su sexta investidura, Pujol precis¨® de los votos del PP para acceder a la presidencia de la Generalitat.
Eso fue el s¨ªntoma de lo que se ha evidenciado a lo largo de esta legislatura en el Parlamento de Catalu?a: la existencia de dos bloques, la derecha y la izquierda. El primero lo han integrado CiU (56 esca?os) y PP (12) con 68 votos de los 135 de la C¨¢mara. El segundo -con 67 diputados- lo han formado PSC (50 esca?os), ERC (12) e Iniciativa per Catalunya Verds (5). Esa alianza con el PP es lo que ahora podr¨ªa pasar factura a CiU, pues su electorado m¨¢s nacionalista ha visto siempre con malos ojos la entente con los populares.
Converg¨¨ncia tiene una situaci¨®n dif¨ªcil, pues en esta campa?a se ve obligada a jugar dos cartas contradictorias: el cambio (en versi¨®n de recambio generacional) y la estabilidad. Ayer mismo, Mas -que en sus comparecencias p¨²blicas reh¨²ye declararse partidario de reformar la Constituci¨®n- se esforz¨® en subrayar la l¨ªnea continuista de su proyecto y en poner de relieve que, a su juicio, un Gobierno de izquierdas no garantiza ni el progreso ni la estabilidad en Catalu?a. Mas quiso aplacar temores patronales sobre la radicalizaci¨®n de su discurso nacionalista ante un pacto con ERC.
ERC se convierte en objeto de deseo tambi¨¦n para Pasqual Maragall, quien en esta campa?a predicar¨¢ el cambio, el fin del pujolismo. El l¨ªder socialista ha reiterado que si gana los comicios no esperar¨¢ a los resultados de las generales de marzo para establecer sus alianzas. Si las catalanas son un primer pelda?o de los socialistas hacia La Moncloa, sectores del PSOE ven con preocupaci¨®n una eventual alianza de gobierno PSC-ERC, probablemente ineludible.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.