Pujol lega una gesti¨®n irregular
La talla pol¨ªtica del presidente queda mitigada por los defectos de su Administraci¨®n
Cuando en 1980 Jordi Pujol lleg¨® a la presidencia de la Generalitat de Catalu?a, contaba con un presupuesto de 40,84 millones de euros y una plantilla que no superaba 500 personas. Ahora gestiona 18.630 millones de euros y cuenta con cerca de 200.000 funcionarios. Una maquinaria que supone el 12% del PIB de Catalu?a. En el balance de 23 a?os de pujolismo cabe todo, desde el acierto en definir un mapa sanitario hasta entender Bienestar Social como una plataforma clientelar, desde un modelo educativo basado en la escuela privada concertada a una pol¨ªtica que, con la impagable ayuda de la propia sociedad, no ha roto ning¨²n esquema de convivencia. La talla pol¨ªtica de Pujol -como estadista espa?ol y europe¨ªsta pionero- queda mitigada al repasar su gesti¨®n dom¨¦stica.
El peso de la econom¨ªa catalana en el conjunto espa?ol ha ca¨ªdo medio punto este a?o
Ante cualquier denuncia de corrupci¨®n, el c¨ªrculo pol¨ªtico y familiar de Pujol se compacta
- Selva de organismos. Llegar al poder sin una maquinaria administrativa suficiente, como le ocurri¨® a Pujol, es un problema, pero tambi¨¦n una oportunidad para hacerla crecer con l¨®gica. Esta ocasi¨®n se perdi¨®. Ya en 1986 se advirti¨® que la Generalitat estaba cayendo en los vicios del mastodonte administrativo. Se cre¨® una Comisi¨®n de Desburocratizaci¨®n. El Gobierno se lanz¨® a crear consorcios, organismos aut¨®nomos, empresas p¨²blicas, agencias, etc¨¦tera. El resultado fue complicar a¨²n m¨¢s el organigrama, porque a partir de entonces hab¨ªa dos esquemas entremezclados. Al cabo de unos a?os, la selva de organismos resultante tampoco fue considerada satisfactoria. "No les gustaba lo primero por barroco y hab¨ªan ca¨ªdo en el rococ¨®", resume el profesor Carles Rami¨®, especialista en Administraci¨®n P¨²blica de la Universidad Pompeu Fabra. Entonces fue cuando, en 1996, se opt¨® por la externalizaci¨®n. Es decir, por la prestaci¨®n de los servicios p¨²blicos por organismos privados. Es lo que se est¨¢ haciendo con las escuelas concertadas y los servicios sanitarios, por ejemplo.
Las acusaciones de corrupci¨®n han sido constantes. Pujol, que se considera "el pol¨ªtico m¨¢s investigado en este pa¨ªs, del derecho y del rev¨¦s", presume de que "nunca me han encontrado nada. Ni un solo rasgu?o judicial". El mismo a?o que el Supremo condenaba al socialista Josep Maria Sala por la financiaci¨®n irregular del PSOE en el caso Filesa, 1997, un juez archivaba el caso Casinos. Se trataba del desv¨ªo de 3.000 millones de pesetas de la empresa Casinos-Inverama a Converg¨¨ncia. El juez vio una "sospecha fundamentada" en que el desv¨ªo "para el mantenimiento directo o indirecto" de CDC existi¨®, pero no hall¨® "ninguna conducta delictiva" porque el hecho no atentaba contra "el inter¨¦s social". Ante cualquier denuncia de corrupci¨®n o favoritismo, el c¨ªrculo pol¨ªtico y familiar de Pujol se compacta. Sucedi¨® con Banca Catalana o cuando se han cuestionado los negocios de sus hijos.
- Menos pulso econ¨®mico. Este a?o, los prudentes empresarios catalanes, con la C¨¢mara de Comercio a la cabeza, proclamaron solemnemente que el d¨¦ficit de infraestructuras y la desatenci¨®n culpable del Estado, como gran inversor, estaba da?ando la competitividad de Catalu?a. Pujol les recrimin¨® que llegaran tarde con este lamento cuando ¨¦l se hab¨ªa sentido muchas veces "solo" en sus batallas con Madrid. Lo que dispar¨® la alarma es la p¨¦rdida de peso de la econom¨ªa catalana en el conjunto espa?ol. Va a menos. Despu¨¦s de haber ganado peso de 1986 a 1996, ha ca¨ªdo medio punto y se sit¨²a en el 19%. "Catalu?a sufre un desajuste. Hoy no puede hablarse de un problema, pero dentro de 15 a?os puede ser enorme", profetiza Jordi Comas, vicepresidente de The Boston Consulting Group (BCG). En un informe del BCG para el Gobierno catal¨¢n se advierten luces y sombras. Entre los datos positivos figura el avance del PIB per c¨¢pita de Catalu?a respecto del de Europa. La riqueza por habitante de Catalu?a, el 21% superior a la media espa?ola, ha crecido el 2,8% de media anual, dos d¨¦cimas m¨¢s que la europea pero menos que la espa?ola (3,4%) y que la de comunidades m¨¢s pobres, como Extremadura, y de otras ricas, como Madrid. El BCG advierte que este crecimiento se ver¨¢ reducido entre el 0,3% y 0,4% en el futuro, en buena parte por la evoluci¨®n de uno de los factores que m¨¢s han tirado del carro del crecimiento: las exportaciones. En palabras de Comas, "ya est¨¢n en niveles europeos y tienen un techo como locomotora". Otro aspecto que explora es el avance con el paso cambiado de los servicios y la industria. Mientras que en Europa los servicios pesar¨¢n a finales de esta d¨¦cada el 67,5% en la econom¨ªa, frente al 28,6% de la industria, Catalu?a sigue el camino contrario. La tasa de crecimiento medio anual de la industria es del 3,7%, frente al 2,5% de los servicios. Catalu?a est¨¢ bien situada en sectores con un crecimiento que hasta 2010 se prev¨¦ inferior a una media del 3,3% (qu¨ªmico, pl¨¢sticos, maquinaria). En los servicios empresariales y financieros, con Madrid a la cabeza, va rezagada.
CiU achaca los d¨¦ficit de Catalu?a a la escasa inversi¨®n del Estado y a un deficiente sistema de financiaci¨®n auton¨®mico, aunque celebr¨® el ¨²ltimo acuerdo con el PP sobre este tema. En cuanto a las cuentas dom¨¦sticas, el consejero de Econom¨ªa, Francesc Homs, asegura que la Generalitat "lleva seis a?os reduciendo el porcentaje de endeudamiento sobre el PIB". Pero los expertos consideran que la Generalitat no es una excepci¨®n en los artilugios contables desarrollados por los pa¨ªses para enmascarar deuda (las empresas p¨²blicas cobijan deuda que no figura en los presupuestos, el m¨¦todo alem¨¢n de pagos aplazados...).
El nivel de endeudamiento, que oscila entre el 7,5% y el 11%, seg¨²n se mida el oficial (normativa SEC-95) o se tengan en cuenta todas las formas de deuda, ?significa que la Generalitat est¨¢ muy endeudada? ?C¨®mo y en qu¨¦ gasta el Gobierno catal¨¢n los recursos? El consejero de Econom¨ªa considera que el volumen de endeudamiento es "perfectamente sostenible" y en t¨¦rminos similares se expresa el socialista Antoni Castells. El problema es que mucha deuda se genera en el cap¨ªtulo de gastos corrientes m¨¢s que en el de inversiones. De las cinco comunidades que tienen las mismas competencias, Andaluc¨ªa, Canarias, Galicia, Valencia y Catalu?a, esta ¨²ltima es la que invierte menos: 245 euros por habitante , mientras que es, tras Andaluc¨ªa, la que tiene m¨¢s gastos corrientes, con 2.091 euros por habitante.
- Problemas de vivienda, agua y transporte. En 1985, Pujol plane¨® construir hasta 2001 un total de 2.826 kil¨®metros de v¨ªas. Al terminar el plazo faltaban 970 kil¨®metros. En 1980, Catalu?a ten¨ªa el 28,9% de las autopistas de peaje de Espa?a. En 2003, el 28,4%. En cambio, en autov¨ªas libres de peaje, Espa?a ten¨ªa, en 1980, 403 kil¨®metros. Ahora disfruta de 7.700. S¨®lo un 3,9% est¨¢n en Catalu?a. El argumento de la Generalitat regresa a la desatenci¨®n del Gobierno con Catalu?a. En la ¨²ltima etapa, incluso la oposici¨®n reconoce la labor de consenso promovida por el director general de la Autoridad del Transporte Metropolitano, Francesc Ventura, quien detecta en el pa¨ªs un cambio de mentalidad a la hora de enfocar el transporte. "Hace 23 a?os ped¨ªa carreteras y ahora reclama transporte p¨²blico". El cambio de criterio, sin embargo, llega tarde. En 1980, el metro transport¨® 214 millones de pasajeros. El a?o pasado, 221 millones.
Si en transporte hay un tard¨ªo cambio de enfoque pol¨ªtico, en vivienda, Catalu?a se parece cada vez m¨¢s al resto de Espa?a: predominio de la propiedad y encarecimiento salvaje. Pero es que en los a?os sesenta, el parque de viviendas de alquiler en Catalu?a era del 63% sobre el total y ha bajado 50 puntos hasta dar un 16,6% (apenas cinco puntos sobre la media espa?ola). La promoci¨®n de vivienda de protecci¨®n oficial ha descansado en el precio tasado y la iniciativa privada. Comunidades como Extremadura, Murcia, Pa¨ªs Vasco y Navarra han promovido m¨¢s viviendas protegidas que Catalu?a.
Tarragona ha sido la protagonista de este final de etapa en otro asunto candente, el trasvase del Ebro en el que se debate entre el argumento del desarrollo y el de defensa de la naturaleza. "Hace a?os que le pregunt¨¦ a Pujol por el delta del Ebro y ¨¦l s¨®lo dijo que era un territorio pobre y que lo importante eran las personas", comenta el catedr¨¢tico de Ecolog¨ªa de la Universidad de Barcelona Narc¨ªs Prat. Bajo esta premisa, el Gobierno de Pujol suscribi¨® el Plan Hidrol¨®gico. Su defensa se basaba en que la mediaci¨®n de CiU consigui¨® establecer medidas reguladoras y condicionantes a la detracci¨®n de agua, adem¨¢s de un plan para el delta del Ebro que significar¨ªa la aportaci¨®n de millones de euros. Y segundo porque, dec¨ªan, dichas medidas permit¨ªan, de hecho, paralizar el PHN dado que dejaban al arbitrio del Gobierno catal¨¢n la fijaci¨®n del caudal m¨ªnimo medioambiental, que resultar¨ªa incompatible con los hect¨®metros que se trasvasar¨¢n. Finalmente, en julio se present¨® el plan ideado por el Consorcio para la Protecci¨®n Integral del Delta del Ebro, presidido por CiU y dirigido por el PP. Cifra en 560 millones de euros las inversiones a realizar en 10 a?os. Pero no se?ala el caudal m¨ªnimo medioambiental. A esto ¨²ltimo se han aferrado los dirigentes de CiU para denunciar ahora el plan -denostado por vecinos y oposici¨®n- en v¨ªsperas electorales.
Con informaci¨®n de Ariadna Trillas, Seraf¨ª del Arco, Enric Company, Josep Garriga, Sebasti¨¢n Tobarra, Enric Company, Lali Cambra, Llu¨ªs Visa, Pere Rusi?ol y Francesc Arroyo.
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