El discurso antisemita de un diputado democristiano indigna a toda Alemania
Hohmann compara los cr¨ªmenes nazis con las acciones de los "jud¨ªos bolcheviques"
Un discurso antisemita del diputado democristiano del land de Hesse Martin Hohmann (CDU), en el que equipara los cr¨ªmenes nazis con los de los "jud¨ªos bolcheviques" en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, ha desatado la indignaci¨®n en Alemania: desde el Gobierno federal a la comunidad jud¨ªa e incluso en la CDU. El esc¨¢ndalo se produce cuando apenas se han apagado los ecos de la disputa sobre el monumento al Holocausto en Berl¨ªn, por la participaci¨®n de la firma Degussa, vinculada a la producci¨®n del gas Zyklon B con el que se ejecutaba a jud¨ªos en las c¨¢maras de gas.
La escritora estadounidense Susan Sontag declar¨® en la Feria del Libro de Francfort, hace tres semanas, que Alemania no podr¨ªa ser nunca un pa¨ªs normal y se felicit¨® de que esa anormalidad se mantuviese presente en la conciencia colectiva. Los intentos de hacer olvidar el Holocausto, del borr¨®n y cuenta nueva, acaban casi siempre en Alemania torpedeados por brotes de antisemitismo donde menos se esperan. En esta ocasi¨®n en el mism¨ªsimo Parlamento Federal (Bundestag), al que pertenece Martin Hohmann, el diputado democristiano (CDU) de 55 a?os e ideas ultraderechistas. La direcci¨®n de la CDU ha criticado con dureza a su diputado y calific¨® su conducta de inadmisible.
Los hechos se remontan al pasado 3 de octubre, el d¨ªa en que se festeja la reunificaci¨®n alemana. En un pueblo de Hesse de unos 11.000 habitantes llamado Neuhof, del que hab¨ªa sido alcalde, Hohmann se solt¨® el pelo y se lament¨® de que los alemanes carguen siempre con las culpas de todo. Seg¨²n el diputado, los jud¨ªos tambi¨¦n son un "pueblo culpable" y les atribuy¨® la autor¨ªa de los cr¨ªmenes cometidos por los bolcheviques y los comandos ejecutores en las checas sovi¨¦ticas. Tras referirse a los millones pagados por Alemania a los jud¨ªos como reparaci¨®n por los cr¨ªmenes del nazismo, Hohmann se embal¨®: "Eran jud¨ªos en su mayor¨ªa tanto en la c¨²pula dirigente como en los comandos ejecutores de las checas. Por eso se podr¨ªa calificar a los jud¨ªos, con plena justificaci¨®n, de pueblo culpable. Esto puede sonar horroroso, pero responder¨ªa a la misma l¨®gica con la que se califica a los alemanes de culpables".
Cr¨ªticas a los homosexuales
El diputado ultraderechista disfrazado de democristiano Hohmann cumple su segunda legislatura en el Bundestag, donde sustituy¨® a un hist¨®rico de la CDU tambi¨¦n de la derecha del espectro pol¨ªtico, Alfred Dregger. Hohmann es cat¨®lico ferviente y padre de tres hijos, abogado y comandante de la reserva; trabaj¨® en el departamento de terrorismo en la Polic¨ªa Federal Criminal (BKA) y fue alcalde de Neuhof antes de llegar al Bundestag. Apenas ha intervenido Hohmann en media docena de ocasiones en el Parlamento y siempre con temas favoritos de la ultraderecha alemana: inmigraci¨®n, reparaciones a los damnificados del nazismo, el monumento al Holocausto o la defensa de la familia tradicional. Sobre la homosexualidad se recuerda ahora una frase antol¨®gica del diputado: "Sin duda la tolerancia y activa propagaci¨®n de la homosexualidad se encuentra en relaci¨®n de causalidad con el gran problema de la sociedad alemana: el descenso de poblaci¨®n".
Sobre el monumento al Holocausto en Berl¨ªn, Hohmann tiene claro que tres generaciones de alemanes ya han hecho suficiente penitencia "y no deber¨ªan ser seis o siete generaciones m¨¢s. Por tanto, ese s¨ªmbolo de advertencia ser¨ªa un monumento a la incapacidad de perdonarnos a nosotros mismos".
El monumento que irrita al diputado se ha visto mezclado estos d¨ªas en otra pol¨¦mica que pone de manifiesto la imposibilidad de llegar a una normalidad en Alemania. Tras tremendos debates y pol¨¦micas en a?os anteriores, la construcci¨®n del monumento al Holocausto est¨¢ en marcha en Berl¨ªn. Se prev¨¦ su entrega el 8 de mayo de 2005, el 60? aniversario del final de la II Guerra Mundial. Se trata de un espacio del tama?o de tres campos de f¨²tbol en la zona m¨¢s cara de Berl¨ªn, entre la puerta de Brandeburgo y la Potsdamer Platz. All¨ª se levantar¨¢n 2.700 estelas de cemento en una especie de museo o cementerio abierto. Para evitar las pintadas de individuos pr¨®ximos a la ideolog¨ªa de Hohmann se impregnan esas estelas con un producto llamado protectosil.
Ha salido a relucir que el protectosil lo fabrica la empresa Degussa, una de cuyas filiales produc¨ªa durante el nazismo el terrible Zyklon B con el que se ejecutaba a los jud¨ªos en las c¨¢maras de gas.
El esc¨¢ndalo estaba servido y la construcci¨®n del monumento al Holocausto detenida, en espera de dilucidar si una obra que recuerda a las v¨ªctimas puede impregnarse con un producto fabricado por los herederos de sus verdugos.
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