La Sant¨ªsima Trinidad contra Pujol

En estas elecciones, Converg¨¨ncia se asemeja al fin de los Estados Pontificios. Los partidos de la oposici¨®n hacen de vistosos bersaglieri atacantes, y Jordi Pujol, de P¨ªo IX. Como Giovanni Maria Mastai, el presidente defiende con u?as y dientes el poder que ha mantenido durante 23 a?os de gobierno. Y no le importa dejar girones de salud en ello porque, como dec¨ªa el pont¨ªfice antimodernista, "la dignidad de la Iglesia exige que ¨¦sta no pierda sus posesiones sin que se derrame alguna sangre".

As¨ª que el pasado viernes Pujol visit¨® Viladecans -en territorio enemigo, el coraz¨®n del llamado cintur¨®n rojo - con un resfriado de campeonato y tos de estribillo. Pero, sin pesta?ear, mitine¨® en el centro cultural Sant Joan. "Me ver¨ªa capaz de dejarme la piel hasta el final del final, pero este pa¨ªs lo han de dirigir aquellos que tienen 15 o 20 a?os por delante... y no es que tenga ganas de dejarlo, sino que debo dejarlo". Y volv¨ªa: "No lo dejo porque est¨¦ cansado, hoy estoy resfriado, pero no cansado".

Mucho est¨¢ en juego y se trata de salvar los muebles. Pujol, entre dudas, sabe que aunque gane perder¨¢, porque en el mejor de los casos su partido deber¨¢ compartir el pastel del poder con un reci¨¦n llegado. Y el poder fa de mal repartir. "No es f¨¢cil gobernar entre varios, aqu¨ª no vale lo de tants caps tants barrets", dijo Pujol desde el escenario del casal. El ambiente era de contenida entrega. La edad impon¨ªa moderaci¨®n gestual. Desde luego, nada de levantarse del asiento. Y ello a pesar de que el auditorio se hab¨ªa calentado con las habaneras del grupo Desplega Veles. Los temas Tavernera de bandera y Posa-li la sal i despr¨¦s remena. Tampoco tuvo el j¨²bilo entusiasta que requer¨ªa el himno a Converg¨¨ncia, ejecutado por el cuarteto habanero y cuya autor¨ªa recae en el militante Llu¨ªs Gasc¨®. Solo media docena de banderas catalanas sobresal¨ªan por encima del patio de butacas en descanso un¨¢nime. Pujol ni siquiera fue interrumpido en su intervenci¨®n.

Y no por soso, pues el presidente puso sal a riesgo de caer en la herej¨ªa y pecar de soberbia. Pujol incluso alarde¨® de ser invencible y compar¨® a sus enemigos pol¨ªticos -por su n¨²mero- con dos sant¨ªsimas trinidades: "El PSC, Ciutadans pel Canvi y el PSOE son tres; igual que ICV-EUiA, que son Iniciativa, los Verdes e Izquierda Unida, como la Sant¨ªsima Trinidad". Dios es uno y trino, pero Pujol lo tiene claro. Tres fa de mal repartir.