Perfumes jamaicanos en el Festival Periferias

Huesca no es Jamaica, pero Huesca fue Jamaica por una noche gracias a un festival que, bajo el nombre de Periferias, reivindica las ciudades no centrales, y, con imaginaci¨®n, las disfraza de mil maneras diferentes. Huesca fue as¨ª m¨¢s tropical que nunca gracias a la presencia de artistas como Lee Scratch Perry, una de las figuras que orlan el cartel de un festival que tambi¨¦n puso sobre sus escenarios m¨²sica experimental y free jazz en una tarde-noche del viernes que acab¨® bajo los humos del dub.

La idea y los conceptos de versi¨®n, copia, apropiaci¨®n, reciclaje y reinterpretaci¨®n son las ideas centrales de la IV edici¨®n de Periferias, un festival transversal y multidisciplinar que apela a la imaginaci¨®n para orquestar cada a?o un sinf¨ªn de actividades. El Periferias de este a?o reflexiona sobre la vuelta a la actualidad de modos, estilos, sonidos y actitudes que fueron centrales hace dos d¨¦cadas. Partiendo de este hilo, aceptando que en muchos casos los artistas reciclan aprovechando la desmemoria colectiva, Periferias ha querido acercarse a este fen¨®meno aportando su punto de vista. Claro est¨¢ que es un punto de vista arriesgado, tanto como poner sobre el escenario del Centro Cultural del Matadero a un sexteto experimental alem¨¢n haciendo versiones (algunas durararon 20 minutos) apurando dos notas. Eso tras una pieza para tuba solista y ordenador. Eran Zeitkratzer, que bordaron la sorpresa, mientras el cuarteto encabezado por Agust¨ª Fern¨¢ndez demostr¨® lo bien que se puede versionar a Ornette Coleman.

Ya por la noche, el dub, un concepto de versi¨®n acu?ado en Jamaica entre volutas de marihuana, rein¨® de la mano de un patriarca como Lee Scratch Perry, un sexagenario exc¨¦ntrico con mucho thc diluido en sus conexiones neuronales. Sabido esto, se gana en benevolencia a la hora de juzgar su paso por escena, servido por unas excelentes canciones, v¨¦ase Police & Thieves o Exodus, tocadas con discreci¨®n por su banda y manipuladas en directo desde la mesa de sonido por Mad Professor. Con la carpa de la plaza de toros llena de personas en danza y de humo dulz¨®n y arom¨¢tico, Adrian Sherwood se marc¨® una actuaci¨®n tan s¨®lo correcta en la que el reggae y el dub volvieron a ser centrales. Con ayuda de un discret¨ªsimo vocalista, el brit¨¢nico hizo lo que ped¨ªa el gui¨®n menos exigente: alimentar el baile de la concurrencia que llenaba el recinto. Para cerrar la noche, el local Audio Claudio protagoniz¨® una sesi¨®n ecl¨¦ctica alimentada con todo tipo de sonidos, perfecto colof¨®n a la pen¨²ltima noche de un festival que ayer se despidi¨® con ruidismo, eclecticismo furibundo y sonidos extremos.