"Me cansaba subir una escalera y ahora corro diez kil¨®metros", dice una trasplantada en 1998
Esther Mat¨¦ es una optimista desbordante. El azar gen¨¦tico le hizo padecer fibrosis qu¨ªstica, que afecta a uno de cada cinco mil nacidos. Esta malague?a tiene ahora 30 a?os y fue operada en el Hospital Reina Sof¨ªa en 1998, cuando ten¨ªa 24. Le diagnosticaron la enfermedad a los siete a?os. "Realizaba una vida casi normal, con rehabilitaci¨®n y cuid¨¢ndome mucho", explica. Pero cuando le quedaba poco para acabar la carrera de Ingenier¨ªa Industrial empeor¨® mucho en poco tiempo.
"Siempre he sido optimista y cuando me di cuenta de que no iba a mejorar estuve mucho tiempo inform¨¢ndome y estaba loca por transplantarme; es un paso dif¨ªcil, pero lo ve¨ªa positivo", recuerda. "Antes me cansaba al subir una escalera", contin¨²a, "y ahora corro diez kil¨®metros", Tambi¨¦n acab¨® la carrera y ejerce como responsable de instalaciones y prevenci¨®n de riesgos laborales en un complejo tur¨ªstico en M¨¢laga.
Esther se encuentra bien, pero no fue un camino de rosas. "Hubo complicaciones y cierto rechazo del ¨®rgano, adem¨¢s una tiene que aprender a respirar con unos pulmones nuevos y al cuerpo le cuesta recuperarse", relata. "Pero cuando de verdad not¨¦ que pod¨ªa respirar sent¨ª una alegr¨ªa inmensa".
Ahora Esther est¨¢ casada y su pr¨®ximo reto es tener hijos. "Los m¨¦dicos son optimistas, pero no hay ning¨²n caso en Andaluc¨ªa similar al m¨ªo para ver como podr¨ªa resultar" el embarazo, explica. Pero asegura que tiene que tenerlos, "sea como sea".
La donaci¨®n es uno de los aspectos en los que incide Esther Mat¨¦. Cuando estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos por su transplante en la cama de al lado hab¨ªa un joven con muerte cerebral por un golpe. La familia decidi¨® no donar. "Entiendo que es muy duro y no es f¨¢cil, pero luego te alegras toda la vida", comenta. Pero Esther recalca: "Hay gente que se siente orgullosa de haber donado el ¨®rgano de un familiar, es como si parte de la persona que has perdido sigue viva y da vida a alguien, o a varias personas". Y Esther Mat¨¦ s¨ª que sabe de esto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.