Pugna por las ondas marroqu¨ªes
Francia y Estados Unidos toman posiciones ante la liberalizaci¨®n audiovisual en Marruecos
En el zoco de Rabat, en los taxis de Casablanca o en los autobuses urbanos de Sal¨¦, la ciudad pegada a la capital, los marroqu¨ªes, sobre todo los j¨®venes, escuchan desde el verano Sawa (Juntos), una radio p¨²blica norteamericana. Los sondeos de opini¨®n arrojan en Marruecos un enorme rechazo hacia el presidente George Bush y su pol¨ªtica exterior, pero los oyentes no tienen reparos en sintonizar la versi¨®n ¨¢rabe de la Voice of America.
A finales de julio, Margaret Tutwiller, la ex embajadora de EE UU en Rabat, oblig¨®, seg¨²n el semanario Le Journal, al ministro marroqu¨ª de Comunicaci¨®n, Nabil Benabdallah, a interrumpir sus vacaciones para solicitarle, de viva voz, una derogaci¨®n del monopolio p¨²blico de los medios audiovisuales y permitir la instalaci¨®n de repetidores de Sawa en todo el pa¨ªs. Le fue concedida inmediatamente.
La brevedad del plazo es asombrosa si se compara, por ejemplo, con los largos a?os en que el Gobierno espa?ol insisti¨® al marroqu¨ª que le dejara poner repetidores de TVE en el centro y sur del pa¨ªs. Rabat siempre dio largas.
Sawa, la emisora con la que Washington intenta mejorar su imagen en el mundo ¨¢rabe, coloc¨® sus primeros repetidores de frecuencia modulada en las dos principales ciudades y, antes de fin de a?o, se podr¨¢ captar en otras muchas, incluido el este del pa¨ªs, desde donde intentar¨¢ penetrar en Argelia. Aunque no existen sondeos, en Rabat y Casablanca la radio estadounidense es ya la primera o la segunda en n¨²mero de oyentes.
"Su ¨¦xito se debe a su buena m¨²sica", sobre todo ¨¢rabe popular y, en menor medida, anglosajona, explica el periodista Moncef Slimi. Pero cada cuarto de hora la m¨²sica se interrumpe para dar paso a boletines informativos redactados en Washington e id¨¦nticos para la media docena de pa¨ªses ¨¢rabes en los que Sawa retransmite en frecuencia modulada.
"A medio plazo se pretende elaborar una informaci¨®n m¨¢s espec¨ªfica para Marruecos, que trate de lo que sucede en el entorno del oyente", explica Al¨ª Anuzla, corresponsal en Rabat de Sawa. "No hay censura en Washington", prosigue. "Gozo de absoluta libertad para abordar cualquier tema". "Es m¨¢s, la redacci¨®n es muy receptiva cuando propongo cr¨®nicas sobre asuntos delicados como la democratizaci¨®n o los derechos humanos".
La irrupci¨®n de Sawa en Marruecos perjudica, sobre todo, a los que, en 1980, consiguieron la primera derogaci¨®n del monopolio audiovisual. Ese a?o las gestiones del entonces presidente franc¨¦s Val¨¦ry Giscard d'Estaing con el rey Hassan II lograron que la Sofirad, una empresa p¨²blica fundada por el r¨¦gimen de Vichy, crease en T¨¢nger, en asociaci¨®n con empresarios marroqu¨ªes, Medi 1. "Con Sawa le ha salido a Medi 1 un serio rival", asegura Anuzla.
En un Magreb en el que s¨®lo retransmiten plom¨ªferas radios p¨²blicas, Medi 1 es, con 23 millones de oyentes, la emisora con m¨¢s audiencia. Su estilo din¨¢mico y sus 35 boletines hablados diarios no tienen parang¨®n en la regi¨®n, sobre todo en Argelia y T¨²nez, hacia los que est¨¢ orientado su potente transmisor de Nador (noreste de Marruecos). Su informaci¨®n es, sin embargo, se lamentaba el prohibido semanario Demain, "la m¨¢s as¨¦ptica posible" para no indisponer a los poderosos.
Dirigida desde hace 23 a?os por un ex militar franc¨¦s, Pierre Casalta, Medi 1, cuyos programas son biling¨¹es, es tambi¨¦n un instrumento de difusi¨®n de la cultura francesa. Abundan las informaciones de todo tipo sobre Francia y buena parte de los anuncios -goza del monopolio de la publicidad audiovisual en Marruecos- son de marcas francesas. A esa fuente de ingresos se a?aden adem¨¢s las subvenciones de la Comisi¨®n Europea.
Televisi¨®n v¨ªa sat¨¦lite
Medi 1 va a crear ahora, seg¨²n anunci¨® en Fez, en octubre, el propio presidente Jacques Chirac, Medi 1 Sat, una televisi¨®n por sat¨¦lite para el Magreb y sus emigrantes en Europa. Par¨ªs se anticipa as¨ª a la Administraci¨®n de Bush, que tiene las mismas intenciones, aunque dirigidas al conjunto del mundo ¨¢rabe. Otros proyectos similares como Khalifa TV y K News, inspirados por empresarios argelinos, han fracasado.
La derogaci¨®n otorgada en julio a Sawa no es m¨¢s que un primer paso hacia la liberalizaci¨®n, el a?o pr¨®ximo, del sector audiovisual en Marruecos anunciada hace 15 meses por el rey Mohamed VI. Su ministro de Comunicaci¨®n afirma haber recibido solicitudes de concesiones de la BBC, Radio France Internationale y RMC, una emisora privada informativa francesa. Las radios musicales francesas tambi¨¦n aspiran a hacerse un hueco en las ondas marroqu¨ªes.
Desinter¨¦s espa?ol
Pese al auge de las parab¨®licas, las televisiones espa?oles siguen gozando de gran audiencia en el norte de Marruecos. Espa?a es, adem¨¢s, el segundo socio de Marruecos, despu¨¦s de Francia.
A pesar de esta vecindad, el Gobierno espa?ol y RTVE no han elaborado hasta ahora un proyecto para solicitar una concesi¨®n radiof¨®nica o televisiva a partir de 2004, cuando se liberalice el sector. Emisoras p¨²blicas francesas y brit¨¢nicas s¨ª lo han hecho.
Funcionarios de Exteriores o del Portavoz se escudan en que la relaci¨®n con Rabat ha sido demasiado tensa como para poder tener esos planes.
El desinter¨¦s espa?ol viene de lejos. Cuando en los ochenta, a trav¨¦s de Medi 1, los franceses lograron la supremac¨ªa en las ondas, el Gobierno espa?ol no reaccion¨®. No estudi¨® la posibilidad de penetrar el Magreb a trav¨¦s de una emisora instalada en la costa andaluza que compitiese con la franco-marroqu¨ª.
A principios del siglo XXI, Radio Exterior de Espa?a emite s¨®lo dos horas diarias en ¨¢rabe para el Magreb en onda corta, una frecuencia en decadencia. Su audiencia es confidencial.
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