Beckham toma el liderazgo del Madrid
El equipo de Queiroz empata en Belgrado ante el Partiz¨¢n y se clasifica para los octavos de final
Beckham acaudill¨® al Madrid en un empate, lo que no parece mucho cuando se tiene al Partiz¨¢n como rival. Pero la noche fue cruda y emotiva, noche para futbolistas con coraje, porque no se regal¨® nada, ni se evitaron las patadas. A su manera, fue un excelente partido de Copa de Europa, con el necesario protagonismo de Casillas, magistral en lo suyo, que es salvar lo insalvable: los remates por fusilamiento. Casillas desvi¨® un par de ellos y prosigui¨® su ciclo m¨¢gico.
Convertido en un fen¨®meno social, el Madrid saca lo mejor de sus rivales, que no encuentran mejor ocasi¨®n para sentir la gloria del f¨²tbol con toda la intensidad. Al fervor del ambiente se a?adi¨® el combativo esp¨ªritu del Partiz¨¢n, que no record¨® en nada al t¨ªmido equipo que pas¨® por Chamart¨ªn hace dos semanas. Alentado por su gente, conden¨® al Madrid a uno de esos partidos donde se pelea cada metro. El Madrid no le hizo ascos al desaf¨ªo y comenz¨® un duelo de tacos afilados, mucha adrenalina y algo parecido al mal humor. Beckham estuvo mosca desde el principio. Le dieron un par de patadas que le sacaron de quicio. El hombre se ofendi¨® de tal manera que por poco pierde los papeles, debilidad que observaron inmediatamente los jugadores del Partiz¨¢n y sus fogosos hinchas. Abucheado en cada una de sus intervenciones, Beckham defini¨® de alguna manera la clase de partido que se jug¨®. Fue el mejor del equipo, porque estuvo para lo fino y para lo grueso. Las pocas aproximaciones del Madrid al ¨¢rea del Partiz¨¢n se produjeron por la facilidad del jugador ingl¨¦s en el pase. Y cuando hubo que armarse de valor, Beckham se jug¨® la tibia con una entereza admirable.
PARTIZ?N 0 - REAL MADRID 0
Partiz¨¢n: Pantic; Savic, Djordjevic, Malbasa (Rzasa, m. 19), West; Duljaj; Bajic, Nadj (Drulovic, m. 67), Ilic; Delibasic (Stojanoski, m. 46) e Iliev.
Real Madrid: Casillas; M¨ªchel Salgado, Pav¨®n, Ra¨²l Bravo, Roberto Carlos (Guti, m. 11); Beckham, Helguera; Figo, Ra¨²l, Zidane; y Ronaldo.
?rbitro: Cosimo Bolognino (Italia). Amonest¨® a Rzasa.
32.000 aficionados en el Estadio del Partiz¨¢n.
Estos encuentros suelen cobrarse v¨ªctimas por el camino. Beckham, Zidane y Helguera terminaron muy doloridos por las patadas. En la lesi¨®n de Roberto Carlos no medi¨® violencia. Sufri¨® un tir¨®n en un temprano remate. Demasiada energ¨ªa para tanto fr¨ªo y humedad. No regres¨® al partido. Le sustituy¨® Guti, con las modificaciones de rigor en la defensa: Helguera se situ¨® como central y Ra¨²l Bravo volvi¨® a su vieja posici¨®n como lateral izquierdo. Perdi¨® en comparaci¨®n con el central que ha sorprendido por su eficacia. Resulta que Ra¨²l Bravo es central y nadie lo sab¨ªa. Misterios del f¨²tbol.
Guti no ten¨ªa entre las previsiones del d¨ªa jugar este partido, o al menos disputarlo entero. Se despist¨® en algunas ocasiones y, muy especialmente, en un error colosal que estuvo a punto de costarle el gol al Madrid. Eligi¨® un mal pase y no reaccion¨® ante su fallo. Pero el Partiz¨¢n no marc¨®. No lo hizo ni en esa jugada ni en varios centros venenosos al segundo palo, casi todos protagonizados por Iliev, el mejor futbolista de un equipo que jug¨® por encima de sus posibilidades. Suele ocurrir cuando enfrente est¨¢ el Madrid, que provoca grandes emociones en sus rivales.
Al Partiz¨¢n le sali¨® la vena yugoslava, y eso es buena noticia. No fue un equipo brillante, pero varios jugadores recordaron lejanamente a la vieja estirpe de un pa¨ªs que se ha distinguido por producir futbolistas de gran clase. Ilic ofreci¨® buenos detalles e Iliev fue m¨¢s lejos. Potente y armonioso en la carrera, p¨ªcaro como buen media punta, dio un trabajo ingente a la defensa del Madrid. Salgado pas¨® muy malos ratos, los peores de la temporada, sin duda. A Ra¨²l Bravo le sent¨® como un tiro su forzado regreso al lateral. Es curioso como retrata el f¨²tbol a la gente, lo poco piadoso que es en sus definiciones. Ra¨²l Bravo puede resultar un central m¨¢s que interesante, pero es un lateral muy limitado. Lo dict¨® su partido en Belgrado.
El Madrid tuvo la virtud de aceptar las desagradables condiciones del encuentro y superar dificultades mayores de las previstas. Golpe por golpe, tuvo m¨¢s ocasiones. Dos de Ronaldo fueron clamorosas. Lo raro es que las fallara, primero en un mano con Pantic, que ha salido muy acreditado tras los dos partidos con el Madrid, y despu¨¦s en un sencillo remate a quemarropa que se le escap¨® fuera. Como es de ley, Casillas tuvo su momento de protagonismo en un remate de Delibasic. M¨¢s que un remate parec¨ªa un ajusticiamiento: solo, a dos metros de la porter¨ªa, todo gol. Pues no. Ah¨ª Casillas no admite rival. No puede ser casualidad su alt¨ªsimo rendimiento en este tipo de intervenciones, donde prevalece la agilidad, los reflejos y el coraje. Desvi¨® la pelota con la pierna y se qued¨® tan ancho. Para el final dej¨® otra de la casa: reaccion¨® como un gato ante Iliev.
Un grave error del Madrid fue permitir que el partido se rompiera en el segundo tiempo, cuando ten¨ªa toda la baraja en la mano. Hab¨ªa bajado los humos del Partiz¨¢n, dispon¨ªa con comodidad de la pelota y estaba cada vez m¨¢s cerca del gol. Pero se enred¨®. Se parti¨® el equipo y comenz¨® un duelo de ida y vuelta que result¨® muy emotivo, pero demasiado peligroso para el Madrid, que tir¨® con todo y recibi¨® contragolpes temibles.
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