El Celta entierra sus complejos

El Celta comprob¨® que se puede pasear por Europa sin pedir perd¨®n. No hay motivos para tantas precauciones, ni su plantilla merece semejantes complejos. No es mediocre, en definitiva, aunque ¨²ltimamente se haya preocupado m¨¢s de impedir el f¨²tbol que de proponerlo. Ayer se ofreci¨® a un impresionante intercambio de golpes con el Ajax, y pese a las ausencias tuvo material suficiente para sentirse siempre muy superior. Por momentos repas¨® al equipo de Ronald Koeman, que como hace quince d¨ªas en su estadio disfrut¨® de una producci¨®n muy superior a su juego. S¨®lo eso puso el Ajax, y una persistencia considerable, que le impidi¨® tirar la toalla ni cuando bailaba al ritmo de Milosevic y Jesuli. Su actitud fue lo m¨¢s digno que pudo oponer al mon¨®logo celeste del Celta.

En ocasiones, un dibujo representa algo m¨¢s que la distribuci¨®n de los jugadores. En el caso del Celta, el 4-2-3-1 con que recibi¨® al Ajax es un s¨ªmbolo. Un s¨ªmbolo del equipo que entr¨® cinco veces consecutivas en la UEFA, de aquella escuadra que abr¨ªa el campo y manten¨ªa su discurso con insistencia, sin reparar en el adversario ni en el resultado. Por eso la alineaci¨®n de ayer ya insinuaba una propuesta radicalmente distinta a la de su ¨¦poca m¨¢s reciente, y por eso el Celta no tuvo que ver con nada de lo visto ¨²ltimamente en Bala¨ªdos. Lotina actu¨® movido por las ausencias, pero sobre todo acuciado por una hinchada que ya no le perdona nada, y que el s¨¢bado le despidi¨® soplando pitos. Al dibujo se uni¨® la relevancia de la sanci¨®n a Jos¨¦ Ignacio, suplido por un activo Vagner, que contribuy¨® a salir de la presi¨®n holandesa con su asombrosa facilidad para la conducci¨®n de la pelota.

Como hace dos semanas, la propuesta del Celta, con la defensa desguarnecida y ocupando el campo contrario, sorprendi¨® al grupo de Ronald Koeman, pero a diferencia de entonces, los errores arbitrales cayeron del lado gallego. Sometido al acoso del Celta, el Ajax se vio condenado a lo que peor domina: el juego en su propio campo; en su propia ¨¢rea, en muchas ocasiones, como cuando a los 25 minutos Yakubu se qued¨® cara a cara frente a Milosevic. No pareci¨® penalti, pero el franc¨¦s Gilles Veissiere se comi¨® su zambullida, y compens¨® parcialmente los clamorosos errores de Markus Merk en el ?msterdam Arena. Luccin transform¨® el penalti que santific¨® el mejor arranque del equipo de Lotina.

El tanto sirvi¨® de homenaje a Milosevic, un futbolista de 30 a?os que est¨¢ viviendo en Bala¨ªdos una segunda juventud. No le favorece el estilo del Celta, por lo general sin extremos y que genera pocas ocasiones, pero a sus cinco goles en la Liga a?adi¨® ayer el penalti, el segundo tanto del Celta y una constante sensaci¨®n de peligro. En el primero de sus goles, aprovech¨® el constante fil¨®n que explot¨® Sylvinho en la banda izquierda, por la que se asom¨® a la l¨ªnea de fondo para poner la pelota en la cabeza del delantero serbio. Se asoci¨® Milosevic con Jesuli, Mostovoi e incluso con un Juanfran entregado, y lider¨® un ataque en masa que evidenci¨® lo mal que lo pasa el Ajax cuando le discuten la pelota.

Tuvo el equipo holand¨¦s un aspecto mortecino del que s¨®lo se liber¨® al inicio de la segunda mitad, que comenz¨® a tumba abierta. En un pu?ado de minutos, vivi¨® el partido un cabezazo de Juanfran al palo, otra internada del valenciano que no alcanz¨® a rematar Mostovoi, un amago de gol fantasma que Sylvinho despej¨® debajo de los palos, el gol de Sonck y la respuesta de Vagner, otra vez exhibiendo su cintura. Por minutos, dio la sensaci¨®n de que el grupo de ?msterdam sacar¨ªa alg¨²n provecho de su adelantada defensa, que no hizo sino facilitar el trabajo a los de casa, pero sobre todo de que el Celta, y especialmente sus centrales, se aprestaban a uno de sus cl¨¢sicos gatillazos. Pero el nudo se deshizo en la garganta c¨¦ltica s¨®lo nueve minutos despu¨¦s de que el Ajax acortara distancias.

Si algo evit¨® que el Celta se enredase en una de sus habituales calamidades fue su persistencia en jugar en el campo de enfrente. Incluso cuando viajaba dos goles por delante se neg¨® el equipo a la especulaci¨®n, y tal vez por ello sali¨® vivo. Porque es el de ?msterdam uno de esos equipos a los que conviene alejar de all¨ª desde donde crea peligro, como comprob¨® Bala¨ªdos a ocho minutos del final.

Todo parec¨ªa escrito, pero la perseverancia y la pegada del Ajax forman una combinaci¨®n fatal, que se tradujo en un golazo espectacular de Van der Vaart. Al mejor f¨²tbol del Celta, el ¨²ltimo gol holand¨¦s s¨®lo aport¨® unas dosis de ¨¦pica para irse al vestuario m¨¢s emocionado.

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