Exteriores busca un edificio para agrupar todas sus sedes en Bagdad por temor a atentados

La Embajada de Espa?a en Irak se esforzaba ayer por ofrecer una imagen de normalidad, tras la salida el lunes de parte de su personal administrativo y de mantenimiento. Sin embargo, Yasm¨ªn no estaba en su mesa, Carmen no ofrec¨ªa caf¨¦ y la puerta de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional estaba cerrada. "La Embajada sigue abierta y funcionando", subrayaba con energ¨ªa el encargado de negocios, Eduardo Quesada. Un equipo de expertos busca desde hace semanas un edificio para agrupar en una sola sede la Canciller¨ªa y la Residencia.

"Tiene que comprenderlo", se excusaba Quesada ante las preguntas de los periodistas, "no podemos hablar porque es nuestra seguridad lo que est¨¢ en juego".

No hac¨ªa falta. De un simple vistazo se percib¨ªa la ausencia de media docena de las caras habituales en la Canciller¨ªa. A las oportunas vacaciones de la canciller, Paula Cabal, y de la secretaria del embajador, Marta Jim¨¦nez, se a?ad¨ªa la marcha el pasado lunes del oficial de comunicaciones, Jos¨¦ Luis D¨ªaz, las tambi¨¦n secretarias Yasm¨ªn Naval¨®n y Miriam Tobaisi y la asistenta Carmen Pazos. El motivo de su marcha var¨ªa seg¨²n las fuentes: "Llamados a consultas", seg¨²n el presidente Jos¨¦ Aznar; "por seguridad", seg¨²n la ministra Ana Palacio. Todos insisten en que se trata de una medida "temporal".

Permanecen en la Embajada el propio Quesada, que hoy concluye su misi¨®n en Irak, y el n¨²mero dos, Pablo Rup¨¦rez, que ocupar¨¢ la jefatura hasta la llegada del nuevo encargado de negocios, probablemente junto a la ministra Ana de Palacio, a la que se espera en Bagdad en los pr¨®ximos d¨ªas. Adem¨¢s, siguen en sus puestos los dos agregados del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), los cuatro geos encargados de la vigilancia de la Canciller¨ªa y la vecina Residencia, y una docena de empleados locales.

Hace ya d¨ªas que por motivos de seguridad se arri¨® la bandera espa?ola y desde finales del verano los accesos a la legaci¨®n diplom¨¢tica en el barrio residencial de Mansur, en la orilla occidental del Tigris, permanecen cerrados al tr¨¢fico con bloques de cemento. Un pu?ado de polic¨ªas iraqu¨ªes monta guardia perezosamente junto a una garita.

Ahmed, uno de los empleados locales, sale cada poco a asegurarse de que siguen all¨ª. Dentro del recinto, dos de los geos van y vienen protegidos con chalecos antibalas y armados con su fusil reglamentario.

Hacinados en la Residencia

La seguridad de los dos edificios diplom¨¢ticos ha sido cuestionada a ra¨ªz del cambio de circunstancias pol¨ªticas en Irak. Desde el derribo del r¨¦gimen anterior, el pa¨ªs se ha visto sumido en una espiral de violencia criminal y pol¨ªtica. Recientemente, se ha notado una reducci¨®n de los delitos comunes a la vez que la polic¨ªa iraqu¨ª volv¨ªa a las calles; sin embargo, los insurgentes han intensificado sus operaciones de resistencia a la ocupaci¨®n.

Y la representaci¨®n espa?ola, en la medida en que Espa?a es uno de los principales aliados de Estados Unidos, se ha convertido en un objetivo potencial.

El asesinato del sargento Jos¨¦ Antonio Bernal, el 9 de octubre, no ha sido el ¨²nico aviso. Otro miembro de la Embajada que nadie quiere identificar tambi¨¦n ha sido objeto de un seguimiento. Quesada explic¨® el pasado domingo a esta enviada que est¨¢n buscando un edificio en el que puedan agruparse las dependencias administrativas espa?olas en Bagdad y una zona de vivienda para alojar el personal diplom¨¢tico y auxiliar, siguiendo los consejos de las fuerzas de seguridad.

Todav¨ªa no se ha decidido su ubicaci¨®n, aunque ya se ha descartado instalarse en el complejo de edificios donde est¨¢n las dependencias de la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n (CPA).

Desde la muerte de Bernal, todos los espa?oles destinados en la Embajada se alojan en la Residencia en condiciones que nadie esconde resultan inc¨®modas.

Por el mismo motivo, se trasladaron tambi¨¦n a la Canciller¨ªa los funcionarios de la Oficina Comercial. Su responsable, Miguel ?ngel Irizo, no ha regresado de Madrid, a donde viaj¨® para asistir a la Conferencia de Donantes, los pasados d¨ªas 23 y 24, y su segundo, Diego Fern¨¢ndez, tambi¨¦n se encuentra fuera de Irak.

El secretario de Estado de Comercio y Turismo, Francisco Utrera, afirm¨® ayer en Madrid que la oficina comercial espa?ola en Bagdad seguir¨¢ abierta, aunque s¨®lo con personal local.

"La tendencia de todas las Embajadas en este momento es a reducir sedes y personal", explicaba ayer una fuente diplom¨¢tica en la capital iraqu¨ª. Holanda y Bulgaria han optado por cerrar sus oficinas en Bagdad y trasladar a sus funcionarios a Amm¨¢n, la capital jordana. S¨®lo la representaci¨®n brit¨¢nica ha increntado su plantilla.

El Ministerio de Asuntos Exteriores tambi¨¦n sac¨® de Bagdad el pasado lunes a Juan Bartolom¨¦ y Pablo Yuste, los dos funcionarios de la AECI (Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional) que desde finales de agosto coordinaban la ayuda espa?ola a la reconstrucci¨®n.

La reducci¨®n de personal en la Embajada coincide adem¨¢s con la ausencia de Irak de la mitad de los espa?oles destinados en la CPA. De los 25 funcionarios que trabajan en la Administraci¨®n interina se han marchado los 12 civiles, mientras siguen en sus puestos los 13 militares.

Entre los que se marchan y ya no volver¨¢n, en teor¨ªa por haber concluido su contrato, se encuentra el diplom¨¢tico Miguel Benzo, responsable de las relaciones de la CPA con Naciones Unidas y, junto al teniente general Luis Feli¨², uno de los dos ¨²nicos viceministros que ten¨ªa Espa?a en la autoridad provisional.

Una mala se?al

Aunque no se dan explicaciones formales para cada caso, la coincidencia proyecta una imagen que contradice el optimismo que quiso difundir la Conferencia de Donantes y env¨ªa una se?al de desesperanza a los iraqu¨ªes.

"Me sorprendi¨® [la reducci¨®n de personal espa?ol] cuando me lo coment¨® el general Cardona [jefe las tropas espa?olas en Irak] el pasado viernes", declar¨® a esta enviada Raya¨¢ al Juzai, la miembro del Consejo de Gobierno que tiene mayores relaciones con Espa?a. "No se ten¨ªan que haber ido", dijo dolida, "son muy importantes para nosotros y si empiezan, tal vez les sigan otros".

Al Juzai, una eminente ginec¨®loga de Diwaniya que se declara amiga de Ana Palacio, manifest¨® no obstante que comprend¨ªa la preocupaci¨®n surgida tras el asesinato de Bernal. "S¨¦ que no se sienten seguros desde entonces", admiti¨®. "Si tienen miedo en Bagdad, debieran trasladarse a Diwaniya", a?adi¨® con su habitual optimismo, "la gente all¨ª est¨¢ ¨¢ muy contenta con las tropas espa?olas".