Condena contra la Generalitat por la muerte de una presa en un 'vis-¨¤-vis'

Los casos que llegan a los tribunales son de lo m¨¢s variopintos y singulares, pero no se conocen precedentes de un pleito como el que acaba de sentenciar el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC), que ha condenado al Departamento de Justicia e Interior de la Generalitat a pagar 26.444 euros m¨¢s intereses al padre de una reclusa que muri¨® tras ingerir drogas, alcohol y f¨¢rmacos durante un vis-¨¤-vis. Los jueces censuran la falta de vigilancia de los funcionarios hacia el visitante, al que conoc¨ªan porque hab¨ªa estado preso en el mismo centro de Brians.

Los hechos sucedieron el 14 de octubre de 1994, cuando la reclusa Luc¨ªa M. M., que entonces ten¨ªa 25 a?os, mantuvo un vis-¨¤-vis con Juan Carlos V. M. en la c¨¢rcel de Brians. El tribunal considera que durante ese encuentro ambas personas consumieron "una combinaci¨®n de drogas, f¨¢rmacos y alcohol" que acab¨® con la vida de la presa, pues en el locutorio "se encontraron dos jeringuillas y varios envases, algunos de contenido no determinado".

El padre de la fallecida reclam¨® una indemnizaci¨®n por da?os y perjuicios a la Administraci¨®n, pero le fue denegada en octubre de 1998. Fue entonces cuando acudi¨® a la justicia, que ahora le ha reconocido esa indemnizaci¨®n de 26.444 euros m¨¢s intereses. La sentencia ha sido dictada por la Secci¨®n Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC, presidida por el magistrado ?ngel Garc¨ªa Fontanet, que ha sido ponente.

El tribunal se refiere a un informe que emiti¨® en su d¨ªa la Comisi¨®n Jur¨ªdico Asesora, en el que se asegura que "los servicios del centro penitenciario de Brians no actuaron con toda la diligencia deseable, ni en la vigilancia de la interna ni en el control de los visitantes". De acuerdo con ese informe, "existe una relaci¨®n de causa efecto" entre la falta de vigilancia y la muerte de la presa.

Los jueces van un poco m¨¢s all¨¢ y afirman: "Es evidente que el sistema de control y vigilancia no estuvo a la altura de las circunstancias". En este sentido recuerdan que la ley prev¨¦ incluso la posibilidad de realizar registros corporales integrales a las personas que visitan a los reclusos si existen sospechas o motivos y que hasta se podr¨ªa suspender la visita prevista. Y es que el intento de los familiares y amigos de aprovechar las visitas a la prisi¨®n para facilitar drogas y objetos a los presos es tan antiguo como las c¨¢rceles.

Pero es que, adem¨¢s, los jueces destacan que los funcionarios conoc¨ªan la drogadicci¨®n de la presa y de su visitante porque ¨¦ste hab¨ªa estado interno en la misma c¨¢rcel de Brians. "Se trataba de tener controlado y vigilado a unas personas conocidas y un lugar espec¨ªfico", como el locutorio del vis-¨¤-vis. El TSJC entiende que ese hecho "obligaba, por ser posible, a una vigilancia m¨¢s atenta y escrupulosa". Por eso, los jueces concluyen que es "indudable" la responsabilidad de la Administraci¨®n por un funcionamiento anormal de los servicios penitenciarios, aunque admiten que si hubiera que repartir culpas, corresponder¨ªa una cuota del 40% a la presa fallecida y del 60% al visitante.

A la hora de fijar la indemnizaci¨®n, el tribunal tiene en cuenta la edad de la fallecida, el hecho de que viviera con su padre antes de entrar en la c¨¢rcel y que el hombre no tuviese ning¨²n ingreso. El Departamento de Justicia declin¨® ayer pronunciarse sobre la sentencia, contra la cual puede recurrirse ante el Tribunal Supremo.