El dopaje del hijo de Gaddafi

Saadi al Gaddafi, hijo del dictador libio y presunto futbolista profesional en Italia, culmin¨® ayer la m¨¢s alta cima de la miseria deportiva: dio positivo en un control antidopaje sin haber jugado nunca un partido. Su trayectoria en el Perugia, al que lleg¨® el pasado 29 de junio con 30 a?os, se ha limitado a los entrenamientos, a alg¨²n peloteo con equipos aficionados y a un par de invitaciones a ver f¨²tbol desde el banquillo, en lugar de la grada. Una de esas veces, el 5 de octubre, el heredero del coronel Muammar el Gaddafi tuvo la desgracia de ser invitado tambi¨¦n a orinar en un frasquito. Los resultados del an¨¢lisis, conocidos ayer, mostraron restos de norandrosterona, un derivado del esteroide anabolizante nandrolona.

Saadi alquil¨® 13 habitaciones en el mejor hotel de la ciudad y va a entrenar en Mercedes blindado

Cuando a¨²n viv¨ªa en Libia, Gaddafi contrat¨® al velocista Ben Johnson, descalificado de todo a perpetuidad, como "preparador f¨ªsico personal". Tambi¨¦n pag¨® una fortuna a Diego Armando Maradona para que le ense?ara "trucos del f¨²tbol". Por otra parte, ?para qu¨¦ necesitaba Gaddafi esteroides? ?Para conducir su Lamborghini? No exist¨ªan perspectivas razonables de que fuera a participar de verdad en un encuentro de la Primera Divisi¨®n italiana.

Se entrenaba de forma bastante relajada, con vacaciones durante el Ramad¨¢n y ejercicios espec¨ªficos porque su condici¨®n f¨ªsica no era la de un profesional. Lo que no pod¨ªa discut¨ªrsele era el entusiasmo. En verano entr¨® en el equipo para jugar unos minutos contra una pe?a de aficionados llamada Virtus Bassano, y marc¨® dos goles (el resultado final fue de 12-0). Despu¨¦s de horadar la meta del pobre portero del Virtus, Fabio Visentin, de profesi¨®n carpintero, corri¨® hacia el c¨®rner, se arrodill¨® y alz¨® los brazos con j¨²bilo. Seg¨²n La Gazzetta dello Sport, los jugadores del Virtus recibieron antes del encuentro la orden de tratar con "respeto" al ilustre Gaddafi.

Saadi al Gaddafi nunca ha sido un cualquiera. En Libia era, adem¨¢s de hijo supremo, presidente de la Federaci¨®n de F¨²tbol, presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico, capit¨¢n de la selecci¨®n nacional, presidente del equipo Al Ittihad de Libia y, evidentemente, capit¨¢n del Al Ittihad. Cuando decidi¨® hacer carrera en el calcio, lo hizo a lo grande, desde arriba: con dinero de Lafico, el holding financiero controlado por el Gobierno libio, compr¨® un 7,5% de las acciones del Juventus de Tur¨ªn e ingres¨® en el consejo de administraci¨®n de la sociedad. Aquello, sin embargo, no le satisfac¨ªa del todo. Quer¨ªa lucir sus botas plateadas y ser "tan grande como Ronaldo".

El pasado verano convenci¨® al presidente del Perugia, Luciano Gaucci, de que le fichara por una cantidad simb¨®lica (300.000 euros por dos a?os) que ser¨ªa destinada a beneficencia. Cost¨® un poco m¨¢s convencer a las autoridades futbol¨ªsticas, que no ve¨ªan muy claro que un gran accionista del Juventus fuera a la vez mediapunta del Perugia, pero se obtuvo la licencia cuando Saadi renunci¨® a su puesto en el consejo de administraci¨®n turin¨¦s.

Gaddafi no logr¨® ser como Ronaldo sobre el c¨¦sped, pero su forma de vida en Perugia s¨ª estuvo a la altura de un futbolista gal¨¢ctico. Alquil¨® 13 habitaciones en el mejor hotel de la ciudad, aparc¨® su helic¨®ptero privado en las cercan¨ªas y empez¨® a acudir a los entrenamientos a bordo del Mercedes blindado (con ch¨®fer y dos guardaespaldas) o en el Lamborghini Diablo que se hizo traer desde Libia.

Ayer, al saberse que su an¨¢lisis hab¨ªa dado positivo, se encerr¨® en su suite del hotel Brufani. El presidente Gaucci y sus compa?eros de equipo comentaron que Gaddafi segu¨ªa un tratamiento m¨¦dico en Alemania contra un dolor en la espalda, y que a buen seguro alg¨²n f¨¢rmaco inocente era la causa del problema. "Todos estamos convencidos de que no ha hecho nada extra?o", declar¨® Giovanni Tedesco, capit¨¢n del Perugia. Tedesco record¨® que en la actual temporada ya se hab¨ªa detectado alg¨²n derivado de la nandrolona en la orina de otros dos jugadores, Blasi, del Parma, y Kallon, del Inter (ambos suspendidos cautelarmente), y afirm¨® que los m¨¦todos de an¨¢lisis eran err¨®neos. "Una pomada o un f¨¢rmaco sencillo pueden acabar provocando un resultado positivo, habr¨ªa que detener la competici¨®n hasta que se aclarara todo esto", a?adi¨® Tedesco.

Giuseppe Capua, jefe de la comisi¨®n antidopaje de la federaci¨®n de f¨²tbol, coment¨® a su vez que habr¨ªa preferido que diera positivo cualquier otro: "Cuando abrimos los sobres y apareci¨® el nombre de Gaddafi me dije: 'Oh, no, Dios m¨ªo'. Desde el primer instante supe que este caso ser¨ªa especial¨ªsimo".