Sombras chinescas
Salvador Guti¨¦rrez Sol¨ªs (C¨®rdoba, 1968) lleva ennoblecida la orla de los honores con varios premios de narrativa, aunque no olvida -pues lo incluye en sus datos esenciales a pie de foto- que con tan s¨®lo seis a?os obtuvo el disputad¨ªsimo, es de suponer, Gran Concurso de Cartas a los Reyes Magos, de Galer¨ªas Preciados, de su ciudad natal, puede, que eso no se indica, y de entonces le viene, acaso, esa afici¨®n a las requisitorias y misivas varias, y una cierta disposici¨®n a la gracia (en ocasiones, gracieta) y al cachonde¨ªllo literario fino, y si primero dio, en esta editorial, que le acoge con generosidad, una primera novela, aquella, La novela de un novelista malaleche (1999), nos da ahora esta otra, M¨¢s de cien bestias atrapadas en un punto, que es, exactamente, eso, un bestiario de sombras chinescas, algunas malas bestias, muy a lo tremendo, de un tremendismo heredado, que no mejorado, de un Cela, un Nobel espa?ol que hubo, sombras chinescas, todas ¨¦stas, como un cesto de cerezas hermanadas y arremolinadas por el rabillo correspondiente, sombras chinescas, digo, o monda interminable de una naranja de gran calibre pelada por un h¨¢bil virtuoso de una sola vez, atrapadas, bestias, sombras o monda, en un solo punto, pues el cordob¨¦s Guti¨¦rrez Sol¨ªs se ha atrevido, con desigual y discutible acierto, a hacer una novela muy voceada en un solo p¨¢rrafo, que exig¨ªa un solo punto, el ¨²ltimo, y todo ello en 180 p¨¢ginas, que se leen, si muestra el lector curiosidad para ello, y el esfuerzo en m¨¢s de una ocasi¨®n resulta gratificante, de un tir¨®n, de un sofoco, de una sola vez, que dice el autor que a ¨¦l, el due?o del tenderete de las sombras chinescas, no le gusta el punto, vaya por Dios, y as¨ª se ha lanzado, sin encomendarse ni a uno ni a otro, el otro ser¨ªa Lucifer, digo yo, a hacer este largo exordio, que tiene m¨¢s de requilorio que de otra cosa, y en el que interesa m¨¢s, en definitiva, algunas de las cosas que nos cuenta, la habilidad que muestra para pasar de una historia, o historieta, a otra, que a donde nos lleve al final, donde ese punto, ¨²nico y salvador, a m¨¢s de un lector le parecer¨¢ tabla de n¨¢ufrago, lugar de encuentro de aeropuerto internacional o columna en donde reposar sus pobres huesos de lector, y sin embargo hay que reconocerle, a Sol¨ªs, una buena combinaci¨®n de audacia y acierto, y una notable habilidad para relacionar historias, r¨¢fagas, m¨¢s bien, siempre bien sostenido, todo el tinglado, por frases hechas, juegos de palabras, "frases juguetonas", las llama ¨¦l, que a veces fatigan y otras son como cu?as que aguantan este tiovivo o bestiario de viva voz, contado todo ello, eso s¨ª, como a la carrera y sin un solo punto, salvo el ¨²ltimo, uno como ¨¦ste.
M?S DE CIEN BESTIAS ATRAPADAS EN UN PUNTO
Salvador Guti¨¦rrez Sol¨ªs
DVD. Barcelona, 2003
189 p¨¢ginas. 11 euros
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