Los dominios de Letizia
Horas despu¨¦s del anuncio del compromiso ya estaban vendidas casi todas las direcciones de Internet relacionadas con la novia del Pr¨ªncipe
A las siete de la tarde s¨®lo hab¨ªa rumores. El nombre de Letizia Ortiz aparec¨ªa el pasado s¨¢bado en algunos medios, vinculada o no con el pr¨ªncipe Felipe, pero nada permit¨ªa adivinar que ese d¨ªa se anunciar¨ªa el compromiso matrimonial del heredero a la Corona. Ortiz era mencionada en decenas de las billones de p¨¢ginas que componen la Internet, dado que era presentadora del Telediario de TVE, pero el buscador de noticias de Google, una herramienta que rastrea al segundo m¨¢s de 700 medios de comunicaci¨®n en espa?ol, no hallaba nada relevante sobre ella. Eso era as¨ª a las siete de la tarde. Media hora despu¨¦s no se hablaba de otra cosa en radios, televisiones y diarios digitales. Y exactamente a las 19.38 Google se enter¨® de que el Pr¨ªncipe estaba enamorado. Hoy son m¨¢s de 1.000 las noticias publicadas sobre el asunto que surgen en este buscador.
Un juez puede cerrar un sitio web si cree que sus mensajes insultan a la Casa Real
El Gobierno espa?ol no vender¨¢ el dominio www.leticiaortiz.es para no inducir a confusi¨®n
Apenas unas horas despu¨¦s del anuncio de la Casa del Rey ya estaban vendidos casi todos los dominios de Internet relacionados con el nombre Letizia Ortiz. Por supuesto, por el bien de la interesada. Un periodista, David Fern¨¢ndez, clama haber adquirido www.letiziaortiz.com y varias direcciones similares para evitar que alguien lo hiciera con mala uva, y asegura que regalar¨¢ los dominios a Casa Real; por el momento, lo que s¨ª ha hecho es redirigir a los visitantes a la p¨¢gina de la Zarzuela. El propietario de www.leticiaortiz.com tambi¨¦n ha declarado a este peri¨®dico su intenci¨®n de "hacer buen uso" de la direcci¨®n y no revenderla; su p¨¢gina muestra fotos de la futura princesa, y enlaces a sitios religiosos y a una webcam en Lourdes.
Francisco Dans, sin embargo, compr¨® otros dominios parecidos (una operaci¨®n sencilla que cuesta 30 euros) para demostrar lo que se puede hacer con un poco de ingenio. Si alguien le pregunta a Google sobre la boda del pr¨ªncipe, su p¨¢gina, www.leticia-ortiz.com, surge de las primeras. Su intenci¨®n es probar a sus clientes que se puede enga?ar al buscador, un ejercicio muy complicado porque su mecanismo es secreto y depende de mil variables. Otros prefieren arriesgar menos y comprar publicidad que aparezca en un lugar destacado cuando alguien se interese por el enlace.
Google tiene 50.000 servidores que dibujan un mapa de Internet cada semana. As¨ª, mientras que su servicio de noticias es instant¨¢neo, al buscador habr¨¢ que darle un d¨ªa m¨¢s para que recoja en toda su extensi¨®n el impacto del anuncio en la Red. El terremoto se sinti¨®, sin embargo, con fuerza desde el principio. En espa?ol hay miles de p¨¢ginas sobre el tema. En ingl¨¦s, cientos. En franc¨¦s, decenas. En sueco, dos.
Estas p¨¢ginas son en su mayor¨ªa noticias de los medios de comunicaci¨®n. Es dif¨ªcil encontrar webs que traten en exclusiva del tema. Al menos dos personas han tratado de adquirir la p¨¢gina www.letiziaortiz.es, pero su solicitud fue denegada. Los dominios .es son asignados por ESNIC, un organismo del Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa. Seg¨²n su responsable, Carlos San Juan, cualquiera puede pedirlos si cumple ciertas condiciones, una de ellas llamarse Letizia Ortiz. Sin embargo, el Gobierno se guarda el derecho a negarlos, "aun cumpli¨¦ndose todos los requisitos exigidos", si puede generar "un riesgo evidente de confusi¨®n para los usuarios". Es decir, si usted se llama Juan Carlos Espa?a no podr¨¢ tener la p¨¢gina web www.juancarlosespana.es porque podr¨ªa hacer pensar a un internauta incauto que se trata de la del Rey, seg¨²n explica San Juan.
El tono en todas estas p¨¢ginas de Internet es, en cualquier caso, respetuoso, caracter¨ªstica que no siempre es extensible a los foros y chats, donde la libertad de expresi¨®n se torna a veces en libertinaje. Los foros, al contrario que los chats, dejan rastro: si usted vierte su opini¨®n en uno, ah¨ª se queda negro sobre blanco. ?Y qu¨¦ dicen los internautas sobre el enlace?
De todo, y, al contrario que en el resto de medios, no todo bueno. Respecto a Letizia Ortiz, su condici¨®n de presentadora de televisi¨®n la hac¨ªa antes acreedora de declaraciones de amor (del tipo "ponte m¨¢s escote") y capturas de pantalla maliciosas. Ahora los comentarios oscilan entre la alabanza entregada y el insulto, aludiendo en muchos casos a episodios de su vida pasada. Sin embargo, s¨ª se percibe un matiz de autocensura en muchos foros. Subyace el miedo, expreso en ocasiones, a que cualquier movimiento incorrecto perjudique no ya tanto a su autor como a la p¨¢gina que le cobija.
El C¨®digo Penal establece penas de hasta dos a?os de c¨¢rcel para aquel que injurie o calumnie al Rey, la Reina o a sus hijos. As¨ª pues, meterse con la futura princesa puede tener las mismas consecuencias que hacerlo con cualquier hijo de vecino: una multa de hasta 252.000 euros en caso de injurias y hasta dos a?os de prisi¨®n en el calumnias.
Sin embargo, la ley es m¨¢s dura si esos insultos se vierten en un medio de comunicaci¨®n, e Internet lo es. As¨ª, una opini¨®n descalificadora en una web o foro puede llevar a su cierre, seg¨²n explica el abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Anguiano, responsable en el bufete Garrigues de los temas de nuevas tecnolog¨ªas. En la Red es casi imposible descubrir al autor del delito, que apenas deja rastro. Pero el mensaje permanece, de forma que es posible proceder contra el que lo alberga; si est¨¢ en Espa?a, claro, puesto que Internet es un territorio supranacional, pero a la justicia la detienen las fronteras.
El debate, en cualquier caso, no gira tanto sobre Letizia Ortiz o la boda sino m¨¢s bien sobre las bondades de la Monarqu¨ªa y la Rep¨²blica y sobre la discriminaci¨®n de las mujeres en la sucesi¨®n a la Corona.
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